Un asunto curioso de los últimos tiempos es el encarnizado enfrentamiento de Federico Jiménez Losantos con VOX. De un tiempo a esta parte el locutor viene repartiendo su furia a partes iguales contra la izquierda y contra VOX. Tratar de defender a VOX en su programa significa una carta de despido. Dice literalmente que el que quiera defender a VOX que se vaya a la SER, como si en la SER defendieran a VOX. Como si amenazando con el despido al que defienda a VOX no confirmara que en su emisora se cobra por criticar a VOX.
No me lo podía creer, pero sí, amenaza con despedir a Girauta. https://t.co/rlJbgkt0kj
— Fray Josepho (@FrayJosepho) September 29, 2023
Esto no obstante va más allá de lo anecdótico porque la cuestión de fondo es el pulso por el poder entre los medios y los partidos. A FJL le resulta más fácil influir sobre un partido que sobre dos, por tanto le sobra uno, y el que le sobra es aquel sobre el que piensa que puede influir menos. Mientras en la derecha haya dos partidos, el PP tiene que hacer lo que diga FJL y VOX lo que haga el PP.
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El problema con FJL es que, pese a sus innegables talentos, lleva desde la noche de los tiempos tratando de ser el que dicta a la derecha lo que tiene que hacer. No es un “influencer”, sino un intento de dictador. O sea, FJL va mucho más allá de tratar de influir a los partidos de la derecha, sino que trata de decirles exactamente al milímetro lo que tienen que hacer y decir. El que se desvía ligeramente del camino tiene que afrontar una crítica feroz. Para FJL mejor un partido de derechas extinto que un partido de derechas que no siga al pie de la letra su discurso. El problema, entre otros, es que no está claro que la derecha se coma una rosca siguiendo al pie de la letra el discurso de FJL. Todo esto no obsta para que las cosas que dice FJL suelan ser valiosas e interesantes todo el escaso tiempo que no está criticando a VOX e impartiendo órdenes tajantes a los partidos de la derecha.
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En los no buenos resultados de VOX el 23J tiene sin duda algo que ver la actitud de los medios de la derecha. La ferocidad de los medios de izquierda o nacionalistas contra VOX estaba descontada, pero la de los propios medios de la derecha no tanto. Es decir, VOX tiene que enfrentarse a los ataques de los medios de la izquierda… y también a los de los medios afines al PP. Podría decirse que esto es así siempre, pero esta última campaña se ha podido verificar esta situación con particular intensidad, lo que puede haber tenido una cierta repercusión electoral.
https://twitter.com/El_Plural/status/177513290350604288
La cuestión sin embargo para el votante de derechas, particularmente para el votante que no ve suficiente voluntad para cambiar las cosas en el PP, es precisamente cómo cambiar las cosas pese a la escasa determinación del PP. ¿Qué vía es más eficaz? ¿La vía FJL o la vía VOX?
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O sea, aparte el hecho de que si FJL quiere mandar debería ser él quien se presentara a las elecciones, y de que el 100% del programa electoral de FJL sería la discutible voluntad y capricho de FJL, lo cierto es que son ya muchos años con FJL en los micrófonos y el PP en el poder, o en la oposición, defraudando a muchos de sus votantes (incluso a FJL) y dejando pendientes todos los cambios. En definitiva, que además de lo discutible de que la vía de influir sobre el PP sea sólo la graciosa voluntad de FJL, es que FJL tampoco ha influido significativamente nunca sobre el PP. Por el contrario, lo que empieza a mover algunas cosas es la existencia de VOX, la necesidad del PP de pactar con VOX y la consecución de acuerdos que agitan algunos asuntos. Obviamente para esperar cambios de fondo falta por ver cómo funcionaría esta interdependencia al conseguirse el gobierno de la nación. Lo que está claro a fecha de hoy es que la influencia de FJL sobre el PP es nula, que llegado el momento decisivo FJL se convierte en un mero avalista del líder de turno del PP, y que la vía para forzar al PP a determinados cambios es la aparición de un partido a la derecha del PP. Lógicamente esto se comprende que moleste al PP y a todos los altavoces mediáticos del PP, entre los que juzgue cada cual si en definitiva y a efectos prácticos se cuenta Losantos o no. La clave de todo es que hay quien pronostica que VOX seguirá a Ciudadanos y UPYD en el camino a la extinción porque lo piensa, pero muchos más analistas lo dicen porque lo desean, y pronuncian este vaticinio esperando que se convierta mediante la desmovilización del electorado de VOX en una profecía autocumplida. El problema es que, sin una fuerza que lo condicione a su derecha, el PP de Feijóo volvería a ser el PP de Rajoy con la misma irrelevancia chillona de fondo de un locutor.
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