Hacer un parking subterráneo en la Plaza de la Cruz de Pamplona, a quién se le ocurre. Un parking es un templo al capitalismo, al individualismo y la contaminación. ¿Cómo no iba a salir la extrema izquierda en tromba a protestar? En realidad lo sorprendente (agradablemente sorprendente) es el atrevimiento de la alcaldía de UPN, claro que UPN ya está empezando a maniobrar hacia atrás.
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Obviamente construir un parking siempre implica molestias para los vecinos y los comercios de la zona. Molestias, pero también beneficios. En primer lugar para todos los que tienen un coche, y en segundo lugar para dinamizar el acceso a la zona. De todos modos da la impresión de que entre los manifestantes que acuden a la Plaza de la Cruz a concentrarse contra el parking hay mucho protestante oportunista. El propio Asirón, que de hecho vive en Cizur.
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En este sentido no resulta descabellado que la nueva alcaldesa, Cristina Ibarrola, le de la vuelta al discurso de los opositores apelando al derecho a decidir del vecindario en una consulta. La ironía se cuenta sola. La mejor forma de contar el número de vecinos a favor y en contra del parking es una consulta, pero algunos quieren contar sólo manifestantes en vez de a todos los vecinos, como si no confiaran realmente demasiado en la representatividad de los manifestantes.
Sorpresa!!!
Los "vecinos" que se oponen al parking también se oponen a una consulta entre los vecinos.
Menudo tufillo a dictador destilan los supuestos "vecinos" "apolíticos"https://t.co/WKUGP7AQtJ— NavarraEsNavarra (@NavarraForal) August 30, 2023
Naturalmente en esto de las consultas siempre cabe el debate sobre el sujeto de la consulta. Si incluimos a Alsasua en la consulta igual el resultado es contrario al parking. Lo que en todo caso llama la atención es que ahora algunos, como los socialistas, se posicionen contra el parking cuando en su programa electoral estaban a favor. Claro que a estas alturas lo sorprendente en un socialista es que no esté diciendo todo lo contrario de lo que sostenía hasta ayer.
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Desde luego a todos nos gustan los arbolitos. Lo ideal sería conservar en lo posible las zonas verdes y arboladas de la ciudad. Pero sin volverse locos y sin incluir en contradicción. O sea, hay algunos que se rasgan las vestiduras a la hora de talar o mover un árbol cuando lo hace UPN en Pamplona, pero que exhiben sin problemas sus talentos aizkolaris allá donde resulta preciso y gobiernan, como en su momento en Zarauz.
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Por supuesto los políticos van a tener que elegir entre Landaben o la eliminación del automóvil. Es decir, si uno se marca como objetivo la desaparición de los coches particulares, limita su circulación, encarece los precios, no los deja aparcar, o no los deja entrar en las ciudades, después no puede encabezar las protestas por el progresivo desmantelamiento del sector del automóvil y todo su sector auxiliar. Bueno, quizá sí puede, porque los votantes se lo permiten. Si todos los navarros cuyo trabajo depende el automóvil no votaran a partidos anti-automóvil, seguramente tendríamos un gobierno de otro color.
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En el anecdotario de la historia de los parking subterráneos de Pamplona no se puede dejar de mencionar, como colofón, el caso de EA (ahora en Bildu) respecto al parking de la Plaza del Castillo. Tras toda la campaña del nacionalismo contra el parking (como contra todo) resulta que después solicitaron 8 plazas para poder aparcar cómodamente cuando iban a celebrar reuniones en su sede contra los parkings. Alguno a lo mejor se iba después de la reunión a Zarauz por la autovía maldita. Pero claro, seguramente también bebe y se ducha con el agua de Itoiz.
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