A muchas personas les puede llamar la atención la insistencia de Feijóo en tratar de presentarse a la investidura y de recabar el apoyo del PNV para alcanzar la presidencia. De momento, el PNV ya le ha dado calabazas de forma estrepitosa, pero el PP no parece perder la moral. Sin embargo, ¿cuál es la lógica detrás de este flechazo y de esta insistencia contumaz? ¿Ha perdido el norte Feijóo? ¿Está el PP fuera de la realidad?
El presidente del PNV deja claro su rechazo frontal a una investidura de Alberto Núñez Feijóo: "Hemos frenado a la derecha" https://t.co/Ac44Q3JGRu
— EL MUNDO (@elmundoes) July 27, 2023
Lo cierto es que los populares tparecen tener sus cálculos respecto al apoyo del PNV, si no en este momento de cara a un futuro cercano. O sea, acertada o no habría una lógica detrás de la estrategia del Partido Popular. El hecho es que las elecciones vascas tienen que celebrarse antes de julio de 2024, o sea a menos de un año. A diferencia de otras ocasiones, estas elecciones pueden dar lugar a un escenario inédito hasta ahora en la CAV.
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Bildu ya ha sido lo bastante blanqueado y normalizado como para que un pacto entre el PSE y Bildu, en virtud del cual Otegui acabara siendo lehendakari, no resulte por primera vez imposible de pensar. La suma de Bildu+PSE+Sumar podría determinar un cambio histórico en la CAV.
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Lo cierto es que en semejante escenario el PSE podría verse en el aprieto de tener que ejercer de bisagra entre el PNV y Bildu, dos socios imprescindibles para mantener a su vez su propia mayoría de gobierno en Madrid. ¿A cuál de los dos llegado el momento debería complacer u ofender?
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Por otro lado, lo que podría estar barajando el PP es un escenario en el que fuera el partido de Feijóo el que pudiera ofrecer al PNV la mayoría en la CAV. La mayoría absoluta en el parlamento vasco son 38 diputados, y actualmente el PNV y el PP sumarían 37. Se trata por tanto de un escenario que no resulta ni seguro ni descabellado. No se puede dar por hecho pero tampoco se puede descartar. Obviamente si el gobierno del PNV en la CAV dependiera del PP esto podría proporcionar un carta importante a los populares para jugar en Madrid.
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No se trata sin embargo de una carta demasiado sólida porque si fuera posible una mayoría PNV+PP, entonces no sería posible una mayoría alternativa de izquierdas, y entonces el mismo apoyo que necesita el PNV del PP se lo podría ofrecer también el PSE. Bildu no podría ofenderse demasiado porque la alternativa de izquierdas no sumaría. Y si el PSE fuera determinante para la formación de un gobierno liderado o por Bildu o por el PNV, entonces los socialistas estarían en un brete pero significaría que el PP no había conseguido un resultado suficiente para poder ser decisivo. Si esto no fuera ya de por sí suficiente problema para el PP, encima se enfrenta a la molesta presencia de 1 diputado de VOX en el parlamento de la CAV.
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El hecho es que en este momento el PSOE tiene atrapado al PNV porque el PP no le puede ofrecer el gobierno de la CAV y el PSE sí, pero el PP no puede porque falta 1 diputado para la suma, y el diputado que le faltaría al PP sería… el solitario diputado de VOX en el parlamento de la CAV.
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VOX vuelve de este modo a formar parte de las pesadillas de Feijóo. El objetivo del PP en las elecciones vascas sería sumar al menos 1 diputado más y a costa de que lo perdiera VOX. Salvo que intentara incluir a VOX en la operación. Una operación en la que por otro lado, además de los 5 del PNV, el de UPN y el de CC, los 33 diputados de VOX resultarían imprescindibles para la investidura en Madrid de Feijóo. ¿Podría plantearse VOX el apoyo a Feijóo en Madrid y a Urkullu en Vitoria para sacar a Sánchez de la Moncloa? ¿Le interesaría al menos a Feijóo poner a VOX en la tesitura? ¿O estamos barajando escenarios capaces de achicharrar la imaginación del más fino observador?
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Naturalmente todo esto, además, quedaría a expensas de lo que pudieran deparar las urnas vascas en 2024 y que los resultados fueran más o menos semejantes a los actuales y más o menos adecuados a los designios de los populares. La lechera seguro que no era cuento infantil favorito de Feijóo, o por lo menos su moraleja. Lo que en todo caso parece evidente es que la gobernabilidad de España con los resultados del 23J se muestra bastante laberíntica, que cualquier fórmula posible de gobierno brillará por su fragilidad y que para Pedro Sánchez el cuento de la lechera seguramente tampoco es el que recuerda ahora mismo con mayor emoción.
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Un comentario
Veremos si queda alguna persona inteligente en el PNV. Si deja gobernar al PP, todavía puede llegar a sobrevivir frente a la alianza izquierdista comandada por Bildu. Si no, será el PdCat Vasco en 2024.