Es sorprendente como los políticos de la izquierda ideológica, de vez en cuando desentierran sus prácticas anti religiosas y anti clericales con una morbosa satisfacción de volver a sus raíces, que solo han dado dolor y enfrentamientos entre los españoles. Digo los políticos de la izquierda ideológica y no de la izquierda sociológica porque, ésta, es una ciudadanía civilizada que se preocupa de los problemas sociales, de mejorar los derechos y libertades de los ciudadanos, de la igualdad de oportunidades, o de vigilar el Estado de Bienestar.
Pero la izquierda doctrinaria es la que resucita estereotipos ideológicos desfasados, como es el anticlericalismo, la lucha contra toda expresión de la religión católica como el mal social que hay que erradicar y la que se sublima en el genocidio del aborto. Lo digo con esta crudeza porque no es otra cosa la persecución de los crucifijos y el erradicar todo sentimiento y la referencia de los principios del humanismo cristiano, esto es, la defensa de la vida del ser humano en gestación, y el trato al prójimo de acuerdo con los principios cristianos. Para esta tarea “laicista militante” no quieren tener el crucifijo por testigo.
Estos izquierdistas ideológicos creen que con esconder los signos cristianos y hacer callar a las sotanas, dominan los sentimientos de las personas y borran sus creencias; pero no consiguen suprimir lo que está en su alma que son su fe, sus costumbres y sus tradiciones. Y aquí viene lo chusco: estos políticos de la izquierda ideológica como necesitan los votos de los cristianos participan de sus tradiciones y manifestaciones de la fe. Por eso los veis en peregrinaciones, en procesiones, en misas colectivas en celebraciones litúrgicas incluso con ostentación al rezar; comulgan por la mañana, y por la tarde quitan en el Parlamento los crucifijos de las escuelas y hospitales; dos lugares donde se necesita trasmitir valores o donde el crucifijo ayuda a reflexionar y a encontrarse a si mismo.
Doble juego, doble moral, y burla a la sociedad. Se trata simplemente de la tradición agnóstica y anticlerical de la izquierda ideológica, que se disfraza de creyente en cada procesión para manipular los votos de los cristianos.
4 respuestas
Lo de la incoherencia de los políticos no creo que sea patrimonio de derechas ni de izquierdas. Tampoco la derecha es muy coherente digamos (decenas de miles de abortos con Aznar y respecto a Navarra realizados en San Sebastián pagados por el gobierno de UPN)
Si Buruandi, pero para incoherencia de la izquierda la pedazo casa que se está construyendo Felipe González casi metida en el mar en la costa de Marruecos. O qué pasa, ¿que en Marruecos no defendemos el medio ambiente? Y ¿ por qué en el caso del aborto la izquierdilla, que ya no es izquierda ni es nada, no se pone del lado del más débil, el hombre o mujer que están por nacer?
La derecha tampoco es para tirar cohetes, en eso estoy contigo, pero a mi me parece menos incoherente. Cuestión de matices, supongo.
Estimado Profesor:
Desde el acuerdo visceral, permitame añadir estas dos citas para meditar:
– «Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.» (Rom 2,1)
– «Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal de su hermano o juzga a su hermano habla mal de la ley y juzga a la ley. Y si tú juzgas a la ley, entonces no eres hacedor de la ley, sino juez.» (Sant 4,11)
Y bien dijo Jesucristo hermanos, que no primos.