Sin duda es importante combatir la mentira e impedir que la izquierda enarbole falsamente la bandera de la defensa de la mujer. Es más, es que la izquierda y sus políticas representan ahora mismo la mayor amenaza posible para la mujer y su seguridad.
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Los datos están ahí, las agresiones sexuales no paran de crecer, a la par que aumenta la inseguridad ciudadana. No resulta políticamente correcto subrayarlo, pero también es un dato objetivo que la inmigración juega un papel determinante en el aumento de la inseguridad ciudadana y específicamente en el aumento de las agresiones sexuales. También la inmigración juega un papel que no se puede ocultar en los asesinatos de mujeres, según los datos del propio ministerio de Igualdad (el 50% de asesinos de mujeres en 2023 son extranjeros). El problema obviamente no es la maldad intrínseca de los inmigrantes, sino por un lado la falta de control y por otro el volumen de la inmigración, si no la podemos integrar. También hay un problema, no obstante, con la voluntad de integrarse de algunos inmigrantes. El choque cultural y la capacidad de adaptación, o la voluntad de adaptación, según la cultura de procedencia no es igual.
España registra un aumento del 53,2% de las agresiones sexuales con penetración desde 2019https://t.co/n6ZsYMdnd7
— RTVE (@rtve) March 19, 2023
Es evidente que existe una correlación entre el descontrol migratorio y la violencia sexual. La izquierda no sólo es que se niega a ver este problema y cierra los ojos ante las evidencias, sino que insulta a quien señala el problema, lo criminaliza, e insiste en la continuidad de las políticas que están descalabrando la seguridad ciudadana de la que gozábamos, y la que tenían las mujeres españolas en particular. En Francia se producen 57 violaciones al día, ese es el horizonte al que nos conduce el negacionismo de la izquierda. Es el destino al que nos abocan las políticas izquierdistas que dicen defender a la mujer. Es el espejo en el que no nos queremos mirar, porque a la izquierda no le gusta lo que se ve.
La cruda realidad de lo que ocurre en Francia: “Cada día 57 mujeres son víctimas de violación” https://t.co/AnMDZLkHKw
— Rubén (@RubenSanz68) June 12, 2022
Malamente además pueden presentarse no ya como los mayores defensores de la mujer, sino como los únicos defensores de la mujer quienes, como balance de esta legislatura, han soltado a más de 100 agresores sexuales y han reducido las penas a más de 1.000, que pasando el tiempo todavía serán muchos más. Estos no son los defensores de la mujer, son los peores enemigos de la mujer.
El 46% de los condenados por agresión sexual en España tiene nacionalidad extranjera https://t.co/d7TZQ38ZWy a través de @TheObjective_es
— Cris.Valencia (@miguelcarmonaes) July 15, 2023
Pero es que incluso más allá de los datos de las agresiones y la violencia contra la mujer, que con este gobierno “feminista” no sólo no se han reducido sino que no han parado de aumentar, el problema de fondo es que este gobierno y la ideología de género que propugna implica la eliminación conceptual de la mujer. Conceptualmente, si cualquier cosa puede ser una mujer, nada es una mujer, desparece el concepto de mujer, se cargan la categoría de ser mujer. No puede ser el mayor defensor de la mujer el que hace desaparecer a la mujer, el que sostiene que cualquiera puede autodeterminarse como mujer, pegar a una mujer como si fuera otra mujer, competir deportivamente con ella con ventaja, entrar en una cárcel de mujeres, o en un vestuario de mujeres como si fuera mujer. La identidad de la mujer desaparece y pasa a convertirse en un estado declarativo, en una identidad de quita y pon que se puede inscribir y desinscribir. Queda abolida la mujer. Queda abolida la realidad. Queda abolida la verdad. Y habiendo abolido todo eso y la seguridad, la izquierda osa presentarse aún como la mayor defensora de la mujer.
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3 respuestas
La izquierda no destruye a la mujer… destruye a la mujer, al hombre, a la infancia, los jóvenes, la familia, la sociedad, la economía. Tiene un plan mandado por grandes oligarcas, y están dispuestos a llevarlo a cabo aunque signifique obtener el mismo puesto en la escala social que los Sonderkommando en los campos nazis, ser los colaboradores necesarios para que los 500 millones que queden no se rebelen. Trabajo sucio que están dispuestos a hacer a cambio de asegurarse un puesto en la sociedad globalitaria resultante.
¿Se acuerdan cuando hace algunos años cuando iba a salir un violador los artículos de opinión donde se juraba y perjuraba que los violadores eran unos presos muy difíciles de reeducar y que casi todos volvían a violar? Pues bien, han soltado a 117 y curiosamente ninguno a vuelto a violar. Una de dos, o antes nos mentían y los violadores no son reincidentes o están escondiendo las nuevas violaciones. ¿Se imaginan que ayer en el debate Abascal hubiera comunicado que esos 117 violadores han violado ya a 10 mujeres?
Ni lo dudes, Como lo de la fábrica de las baterías de Volkswagen, todas esas cosas y muchas más se sabrán demasiado tarde, o nunca…