Por un lado está el discurso del PSOE de que con sus cesiones a los separatistas ha dejado la situación en Cataluña bajo control, y por otro lado está la realidad. ERC y Bildu han llevado a cabo en Durango un encuentro en el que no sólo han confraternizado, sino que se han conjurado para que el próximo desafío al estado sea conjunto. Una tentativa sediciosa como la de 2017 sería mucho más difícil de controlar por parte del estado si se diera simultáneamente en Cataluña y la CAV.
En un acte conjunt a Durango amb @ehbildu, @junqueras proposa impulsar referèndums d’autodeterminació simultanis a Catalunya i Euskadi. “Si ho fem simultàniament serà molt més difícil que ens derrotin”.
— Àlex Cubero (@alex_cubero) July 10, 2023
Obviamente las fuerzas policiales requeridas para restablecer el orden serían mucho mayores ante una ofensiva simultanea del nacionalismo vasco y el catalán, pero aquí es donde además entra el juego el lamentable papel del PSOE a lo largo de toda la presente legislatura. El PSOE ha desarmado al estado y ha desmantelado los instrumentos que permitieron detener la intentona golpista de 2017. A petición de los separatistas y a cambio de mantener el sillón presidencial el PSOE ha liquidado delitos como la sedición y la malversación, de forma que el Código Penal que permitió parar el golpe y procesas a los responsables ha quedado mutilado para que resulta prácticamente inútil ante una nueva intentona.
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Y habrá una nueva intentona porque constantemente la están anunciando. No están arrepentidos. El PSOE no los ha reconducido sino que los ha rearmado. La novedad es que, además de declarar su voluntad de volver a intentarlo, anuncian que la próxima vez lo harán coaligados con el nacionalismo vasco.
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Esta vez ni siquiera hace falta una traducción porque ERC y Bildu se comunican en español. Es mal que les pese su lengua común. Junqueras y Rufián suben a un estrado en Durango para comunicarse con los cuadros de Bildu en español. No ocultan sus intenciones, tampoco tienen necesidad de hacerlo. Han desarticulado el Código Penal. El gobierno español depende de ellos. Tienen por tanto intervenido al gobierno español. El escenario a temer es que, en cuanto caiga el sanchismo, los separatistas catalanes y vascos promuevan un golpe conjunto, un golpe al que el gobierno español tendrá que reprimir en dos frentes y contra el que seguramente no tendrá el apoyo de la izquierda. Por el contrario, es probable que la izquierda abra un tercer frente interior. En vez de apoyar al gobierno, la izquierda lo culpará de la revuelta asegurando que cuando la izquierda gobernaba los nacionalistas estaban bajo control. La izquierda es de temer que buscará en ese momento un cambio de gobierno en vez de una derrota del separatismo. De hecho el que faltaba en Durango para cerrar el círculo es el líder del PSOE. El poder de los unos no se entiende sin el de los otros.
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En el escenario actual los partidos que hablan abiertamente de plantear un desafío simultaneo a España son los socios preferentes del PSOE, los sustentadores de Pedro Sánchez. Si en vez de desde la cárcel Junqueras habla desde un estrado en Durango, llamando demócratas a los filoetarras, diciendo que los políticos separatistas han pagado un alto precio por sus ideas, en vez de recordar el precio que con su vida han tenido que pagar los políticos que se les oponían, es porque Junqueras ha sido indultado por Sánchez a cambio del sillón presidencial. El PSOE ha indultado a todos los condenados de ERC y cambiado las leyes para meter a sus socios en la legalidad, porque estaban todos fuera de la ley, y ahora están dentro no porque se hayan reformado, sino porque el PSOE ha cambiado la ley. La próxima intentona golpista será más grave que la de 2017 porque simultáneamente presentará un frente en Cataluña, otro en la CAV y acaso otro interior encabezado por el PSOE y Podemos para derribar al gobierno.
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Conviene que la derecha empiece a pensar no sólo en la victoria electoral sino en todo lo que le va a tocar afrontar tras esa victoria electoral. Ganar en las urnas al PSOE y sus socios es un paso imprescindible para empezar a resolver los problemas pero seguramente también el inicio de una época de grandes convulsiones. Superar esas convulsiones va a requerir rearmar al estado pero también asumir una inquebrantable determinación de plantar cara a cualquier desafío ya sea de los separatistas juramentados ya sea de la izquierda además. No le pueden pillar a la derecha desprevenida. Hay que llegar al gobierno esperando lo mejor, pero preparados para lo peor.
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2 respuestas
Se habla de incluso un tercer «referendun» en España sobre la monarquía pero la extrema izquierda española está muy debilitada en estos momentos.
El golpe de estado de ERC y euskonazis siempre ha sido conjunto, y no sólo ellos, también comunistas y socialistas. En 1934 o ahora, siempre de la manita.
Por cierto, ¿Cerdán no ha dicho nada de lo suyo con Tito Berni? ¿O va a esperar como los pactos de Txibite y BilduETA al 24 de julio?
Tal vez le interesa seguir aforado, por si las moscas de la Justicia y tal.