Si quieres el declive de Navarra, ¿ya sabes por quién tienes que votar?

En la evolución de una comunidad siempre hay dos variables que observar, en realidad hasta tres. En primer lugar cúal es la evolución general. Si el entorno internacional va bien, no todo el mérito de que las cosas vayan bien será de nuestros gobernantes locales, ni tampoco suya será toda la culpa cuando las cosas vayan mal. Por eso el segundo factor a observar para analizar adecuadamente la situación es la evolución del resto de comunidades en nuestro entorno más inmediato, que naturalmente es España. Que el paro suba o baje, por ejemplo, puede ser culpa del entorno internacional, según atravesemos una época de crecimiento o recesión, pero si bajas de ser la comunidad con menos paro a la novena es que algo estás haciendo tú mal. O sea, para todos los demás también hay crisis, o covid o guerra en Ucrania, por lo tanto puede ser excusa para que suba el paro, pero no para pasar de ser el que menos paro tiene a ser el noveno. Hubo un tiempo no lejano en que también el paro subía o bajaba, pero subiera o bajara siempre éramos los que menos paro teníamos. El tercer elemento es por fin compararnos con nosotros mismos en otros momentos, para ver si retrocedemos o avanzamos y hasta qué punto.

Desde este punto de vista casi todos los navarros tienen la percepción, como señalan las propias encuestas encargadas por el Gobierno de Navarra, de que las cosas no van bien, que las perspectivas no son buenas, que llevamos tiempo estancados, que esto no avanza y gracias que no estemos retrocediendo. ¿Pero por qué esta sucediendo esto?

Una causa evidente es el marco fiscal que han ido construyendo los gobiernos de progreso. No es un marco atractivo. Es un antifuero. Fiscalmente todo nuestro entorno ya es igual o más atractivo que nosotros. Hemos renunciado a una de las ventajas características que teníamos, que había impulsado el crecimiento de Navarra durante décadas. Irónicamente, esto ha pasado teniendo en el gobierno a los mismos nacionalistas y socialistas que en la CAV se cuidan muy mucho de que su marco fiscal siga siendo atractivo. Es más, parece como si los nacionalistas vascos hubieran trabajado desde el gobierno de Navarra para asegurarse de que la CAV pasara a ser más atractiva que nosotros, para que en la duda entre la CAV y Navarra cualquier empresa o cualquier inversor descartara a Navarra.

Otra causa evidente es la hostilidad política a los empresarios e inversores. El Gobierno de Navarra se apoya en partidos como Podemos o Bildu, que presumen ante su electorado de hacer la guerra a los propietarios, a los inversores y a los empresarios. Esta hostilidad se manifiesta además en que no es estática. Cada año empeora. Cada año se da una vuelta de tuerca legislativa más para hostigar el emprendimiento y la inversión. Con lo cual no sólo es que haya un marco hostil pero por lo menos conocido y estable, sino que cualquier empresa o cualquier inversor sabe que si invierte o inicia un proyecto aquí cada año que pase las condiciones serán peores. La inseguridad jurídica y la inestabilidad del marco fiscal y normativo es por tanto total. En estas condiciones Navarra se estanca porque quien está aquí piensa en marcharse y quien está fuera, a diferencia de otros tiempos, ve en Navarra un lugar amenazante en el que instalarse. El PSOE por otro lado no ha sido en absoluto un contrapeso a las fuerzas ultraizquierdistas con las que gobierna, sino que por el contrario ha abrazado absolutamente su discurso. ¿Y nos extraña que no crezcamos y que nuestras actuales tasas mínimas de paro sean las que en otros tiempos hubieran sido las máximas?

Naturalmente no hay estado social, ni servicios públicos de calidad, ni empleo, si no hay crecimiento y prosperidad. En alguna ocasión hemos señalado que el dinero de los ricos, o el del conjunto del sector privado, es como el agua de Doñana: un bien limitado. Si excedes el número de regadíos que resulta sostenible, secas el parque natural. No se puede aumentar constantemente el gasto público a costa del sector privado sin un crecimiento paralelo del sector privado, o acabas gripando la economía. No hay cosa que un gobierno pueda hacer mal que no este haciendo este gobierno foral.

Además de eso el gobierno gasta mal. Cuando le falta dinero, en vez de gestionar mejor lo que hace es subir aún más los impuestos. ¿Y para qué gestionar mejor pudiendo subir los impuestos? Que gestionen mejor los navarros, que sean más eficientes ellos, que recorten ellos. La recaudación bate records, pero la calidad de los servicios no sólo no mejora de forma equivalente sino que se va deteriorando, siendo uno de los mayores exponentes pero no el único el de las listas de espera.

Otro factor reseñable en el declive de Navarra es el de la inseguridad ciudadana. Las calles de los mayores núcleos urbanos de Navarra son mucho más inseguras que hace unos años y el elefante en la cocina es que ese aumento de la inseguridad se encuentra directamente relacionado con la inmigración ilegal. Las políticas buenistas y negacionistas han generado la inseguridad que ahora padecemos. Los partidos autodenominados progresistas son responsables de la situación. Los partidos que a quien señala el problema le llaman racista y xenófobo no pueden arreglar la situación y provocarán un deterioro futuro aún mayor. De este aumento de la inseguridad, por cierto, en gran medida es una víctima prioritaria la mujer. No se puede abrazar la importación de delincuentes y tratar de evitar después las consecuencias poniendo unos carteles, por mucho que sean bilingües.

Para votar por tanto el domingo es importante tener un buen diagnóstico de la situación. Para entender lo que nos espera con otros cuatro años de gobierno de “progreso” basta con prolongar la tendencia de los años anteriores. Todos los problemas que se acaban de señalar, con un nuevo gobierno de progreso, no se van a resolver y se van a agravar. Y si se trata de problemas que ya sería difícil enderezar ahora, lo serán mucho más tras otra legislatura más, cuando el deterioro y la pérdida de confianza en Navarra sea aún mucho mayor.

X

 

Compartir este artículo
  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.

Suscríbete a nuestro boletín