Conforme el PSOE va pagando peajes a ERC a cambio de mantener la presidencia del gobierno, el precio de esos apoyos del separatismo sigue subiendo, lo cual es muy lógico. Pactar con el nacionalismo exige entrar en una dinámica perversa porque el separatismo es insaciable y porque todo pacto con el separatismo se ve sometido a una aceleración insostenible. Es una dinámica perversa porque el separatismo quiere la independencia. Ninguna otra cosa satisface sus exigencias. Tampoco la independencia los satisfaría (después querrían añadir nuevos territorios a los ya independientes), pero desde luego no les satisface nada que sea menos que la independencia. Cualquier cosa que se les conceda que sea menos que la independencia es sólo un respiro temporal. Es una dinámica sometida además a una aceleración insostenible porque exige precios cada vez mayores a cambio de esos respiros temporales. Los partidos independentistas saben que la gente no les vota para que apoyen al gobierno español. Para justificar ante su electorado separatista su apoyo al gobierno español tienen que entregar cada menos tiempo mayores trofeos. Cumplidas ya las últimas exigencias, Esquerra anuncia que su próximo paso es pedir al PSOE un referéndum de independencia. Un referéndum en el que con un 50% de participación y un 55% de síes se reconozca la independencia de Cataluña.
🔴 ERC quiere un referéndum en el que con una participación del 50% y el sí del 55% se declare la independencia https://t.co/UmihNBIZjA pic.twitter.com/qUEiHITiqD
— Europa Press (@europapress) December 12, 2022
No se trata de un asunto menor porque si ERC hace pública esta exigencia quedaría mal ante su electorado si no la reclamara y no consiguiera pasos hacia su consecución. Poniéndole a su electorado este regalo delante de la nariz, ese mismo electorado no se verá impresionado con regalitos de menos valor. ¿Pero podría el PSOE plegarse a una exigencia como esta? Pensar a estas alturas que el PSOE tiene algún tipo de límite para mantenerse a costa de lo que sea en el poder apenas tiene sentido. Por otro lado es que ya no le queda casi nada que entregar al separatismo por debajo de eso. Lo único seguro respecto al PSOE es que por defender España no va a dejar el poder.
X
La exigencia de ERC, por lo demás, merece algún tipo de reflexión. A primera vista podría parecer que tampoco está tan mal. O sea, es terrible, porque implica reconocer la autodeterminación de Cataluña, la divisibilidad de España, la destrucción de España como sujeto político ya antes siquiera del resultado del referéndum. Pero es que además, si se piensa un poco en ello, es que como decíamos en el titular lo que ERC está exigiendo es la independencia de Cataluña con sólo el apoyo del 27,5% de los catalanes. Faltaría más que cayéramos en la trampa de pensar que encima eso es una salida democrática. Hagamos las cuentas. Si para la independencia bastaría una participación del 50%, y después conseguir el sí del 55% de ese 50%, hablamos de reconocer la independencia de Cataluña con tan sólo el apoyo del 27,5% de los catalanes. No sólo hay que ser un traidor, hay que ser además un traidor muy estúpido.
X
2 respuestas
En mi humilde opinión, esta forma de orientar la noticia puede llevar a equívocos.
La realidad es que la decisión sobre el territorio de Cataluña compete a 45 millones de españoles y no a 7,6 millones que son los habitantes de Cataluña.
Esto es, Pedro Sánchez ha puesto en manos del 4,6% de los españoles (2 millones de personas -el 27,5% de los habitantes de Cataluña-) lo que compete decidir a 45 millones de españoles.
Que se diga claramente: si quieren un referéndum, este ha de plantearse en toda España, no solo en Cataluña.
Estando totalmente de acuerdo con lo dicho por «JED», hay que añadir que históricamente este tipo de referéndums no son resolutorios, ni legales según la mecánica de la ONU (Cataluña no es una colonia española, sino una parte de su territorio). Según los usos internacionales sobre estos procesos, la mayoría debe ser superior al 60% del censo, y por provincias, es decir si Tarragona y Barcelona no llegan a esa cifra no se incorporarían esa nueva estructura política. Por otro lado, con un referéndum no se soluciona nada, lo que quieren es una cadena interminable de referéndums hasta que salga lo que ellos quieren, entonces se acaban para siempre los referéndums. Mientras se redoblará el esfuerzo en el adoctrinamiento, así como por la política de exclusión a quien no pase por el aro. El nacionalismo sólo acepta los referéndums cuando están seguros de su resultado. Cuando se equivocan los rechazan, aunque ellos los hayan propuesto (caso de Tortosa). Tampoco los consentirán, ni en el Valle de Arán, ni en Tarragona, ni en Barcelona.