A nadie se le escapa la importancia política de la alcaldía de Pamplona. No en vano, la actual alcaldesa es la presidenta de UPN y candidata a encabezar el próximo gobierno navarro. La candidatura a tan goloso puesto, por tanto, queda libre en cualquier caso. Hasta ahora se han barajado los nombres de varios candidatos: José Iribas, Juan Luis Sánchez de Muniáin, Javier Caballero y María Caballero. En el diario El País, también se preguntó a Carlos Salvador si podría ser él un candidato. Más interesante que confeccionar un listado de candidatos, sin embargo, podría resultar analizar la lógica que podría respaldar a cada candidato. Para ello, es imprescindible partir de la situación actual del Ayuntamiento de Pamplona.
El Ayuntamiento de Pamplona que es.
La mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Pamplona la otorga la suma de 14 concejales. En las últimas elecciones de mayo del 2007, UPN obtuvo 13 concejales, a sólo uno de la mayoría absoluta. Los otros 14 concejales se repartieron entre Nabai (8), PSN (4) y ANV (2). CDN e IU quedaron fuera del consistorio al no alcanzar el mínimo legal del 5% de los votos. Esta situación ha dejado a Yolanda Barcina en minoría en diversas ocasiones, teniendo que hacer frente a situaciones incómodas como la amenaza de una reprobación por mantener su confianza en el jefe de la policía municipal, Simón Santamaría.
El Ayuntamiento de Pamplona que podría haber sido.
Si existe un ejemplo del perjuicio para el centro-derecha por presentarse a las elecciones dividido, ése es claramente el del Ayuntamiento de Pamplona. CDN no obtuvo representación al no poder alcanzar el mínimo legal del 5%; sin embargo, si se hubiera presentado junto a UPN, el centro-derecha hubiera obtenido mayoría absoluta en el Ayuntamiento.
¿Quién es el candidato que más suma?
La aritmética electoral, por todo lo anterior, nos sitúa ante una curiosa paradoja. El candidato de UPN que más sumaría a un posible éxito en la alcaldía podría no ser ninguno de los citados al principio de este análisis. De hecho, el candidato más productivo para UPN puede que ni siquiera pertenezca al partido. Ese hombre podría ser José Andrés Burguete, candidato a la alcaldía de Pamplona en 2007 y líder del CDN. Una candidatura conjunta encabezada por Burguete, en virtud de los votos del CDN, alcanzaría la mayoría absoluta simplemente con repetir los resultados del 2007.
Dos pájaros de un tiro.
Naturalmente parece inverosímil plantear aisladamente el caso de Pamplona sin una candidatura conjunta global entre UPN y CDN. Esta podría ser, sin embargo, la forma de resolver al mismo tiempo los problemas de UPN y CDN. Es más, los de todo el centro-derecha navarro. Por una parte, el problema actual del CDN es si en las próximas elecciones forales obtendrá o no un solo diputado, una amenaza real si su representación electoral desciende por debajo del mínimo legal del 3%. Para el centro derecha-navarro, del que forma parte UPN, el problema es aspirar a una mayoría absoluta muy difícil de obtener si se desperdicia un hipotético 3% de votos del CDN. La unión entre UPN y CDN, si el centro-derecha navarro no obtiene la mayoría absoluta, por otro lado no obstaculizaría (como la haría una coalición con el PPN) la política de bascular en caso de necesidad hacia el PSN. Por último, dependiendo de la fórmula adoptada, ésta podría poner punto final histórico a la escisión de UPN y CDN.