La agresión de Alsasua a dos guardias civiles y a sus parejas no se entiende sin el Ospa Eguna y sin el Alde Hemendik. El Ospa Eguna y el Alde Hemendik son el caldo de cultivo y los creadores y potenciadores del clima de odio en el que se producen ese tipo de agresiones. Frente a quienes intentaron vender la idea de una homologable trifulca tabernaria, nada de homologable tiene una agresión a dos guardias civiles en un pueblo en el que se celebra el día sin guardias civiles o el día en que se tienen que marchar del pueblo los guardias civiles. Antes de la agresión incluso se grabó una videoguía de cómo había que llevar a cabo la agresión, hasta tal punto todo es anormal y enfermizo en Alsasua. Tan enfermizo como que los agresores contaran con el apoyo expreso de partidos políticos, diputados, medios de comunicación y una masa social que aplaude la violencia política. Si en vez del día sin guardias civiles se celebrara el día sin menas y los agredidos hubieran sido dos menas, según el guión de una videoguía grabada previamente contra los menas, nadie hubiera salido en defensa de los agresores, nadie hubiera negado la agresión tachándola de montaje, nadie hubiera negado la violencia estructural, nadie la hubiera asimilado a una trifulca tabernaria cualquiera. Pero eran dos guardias civiles y sus parejas, no dos menas, no dos homosexuales, no dos mujeres que no fueran novias de dos guardias civiles. El día sin guardias civiles sí se puede celebrar. Es normal.
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El abismo entre la normalidad y el ETA ya no mata es que los dos guardias civiles, sus parejas y sus familias han tenido que abandonar Alsasua, mientras que en Alsasua se sigue celebrando puntualmente el Ospa Eguna, los «txabales» sigen decidiendo quién puede vivir o no puede vivir allí, y han convertido en diputada a la madre de unos de los txabales agresores para demostrar que no tienen nada sobre lo que rectificar. Alsasua es a normalidad lo que Chivite a autocrítica, claro que estamos en un momento en que sólo lo anormal sería algo normal y moral.
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El socio filoetarra del PSOE lo tiene claro, asesinos a la calle por presupuestos, y Sánchez está de acuerdo.
Terrible todo. pic.twitter.com/b9wd5HtISx— Jaime de Berenguer (@jaimeberenguer) September 1, 2022
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Todas aquellas personas que van a celebrar este sábado su pequeño día del odio, la persistencia de su dictadura y el ensalzamiento del txabal agresivo añaden a sus motivos de alegría la inminente excarcelación de todos los presos de ETA, tal como el PSOE ha acordado con Bildu. Primero los acercan, después ahora que tiene la competencia en prisiones el gobierno vasco se hace cargo y poco a poco, como quien no quiere la cosa, todos los etarras van teniendo su pulserita para salir de la cárcel y marcharse a su casa. De hecho el lema primero era euskal presoak, euskal herrira (presos vasco al País Vasco) y después “euskal presoak, etxera” (presos vascos a casa). Pues eso. Presos por Presupuestos. El PSOE casi nunca cumple lo que dice, salvo que se lo diga a Bildu. No porque el PSOE sea más sincero con Bildu que con el resto del mundo, sino porque ahora el PSOE depende más de Bildu que del resto del mundo. Si quiere se lo repito.
“Con Bildu no vamos a pactar. Si quiere, se lo digo cinco veces”
Pedro Sánchez.
El Gobierno de la mentira. pic.twitter.com/IdSTUcIHii
— Toni Cantó (@Tonicanto1) November 12, 2020
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Frente a la anormalidad del Ospa Eguna, la amnistía solapada y el gobierno entregado a Bildu, hoy se va a celebrar en Alsasua a las 12 horas, en la víspera del Ospa Eguna, un acto en apoyo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.
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Nos llega una convocatoria, que quiere ser apartidista, para ir a apoyar a la Guardia Civil en #Alsasua el día antes de aquelarre anual de los xenófobos radicales (“ospa eguna”, le dicen). Desde Pompaelo hemos decidido apoyarla. Nos dicen los promotores que no prevén manifiesto. pic.twitter.com/C77CxZMaX2
— Asociación Pompaelo (@APompaelo) August 30, 2022
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¿Hace falta celebrar un acto en Alsasua contraprogramando el Ospa Eguna? Desde luego resulta absolutamente preciso reivindicar el derecho a denunciar la anormalidad del Ospa Eguna. Sólo faltaría que celebrar el Ospa Eguna fuera libertad de expresión y señalar la anormalidad de esta celebración no lo fuera. Los que celebran el Ospa Eguna lo harán con toda normalidad, los que se concentren para señalar la abominación se jugarán el tipo y tendrán que ser protegidos. Quien denuncia la anormalidad en el centro de la barbarie no es un provocador, quien reprocha no la celebración del Ospa Eguna, sino su denuncia, es un colaborador.
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