Los 140.000 millones de euros de los Fondos Next Generation que va a recibir España habría que habérselos dado íntegramente a Amancio Ortega, por tres motivos distintos pero todos de peso. En primer lugar la izquierda se hubiera vuelto loca. En segundo lugar hubiera sido una operación de una sóla entrega y por tanto de una total inmediatez así como de una gran simpleza burocrática. En tercer lugar, la alternativa ha sido darle los 140.000 millones a Pedro Sánchez en vez de Amancio Ortega. Nadie puede tener ninguna duda de que lo único que puede montar Pedro Sánchez con 140.000 millones es el mayor cementerio de billetes del mundo.
X
Un buen ejemplo de ello es el Palacio de Rozalejo de Pamplona, antaño “Gaztetxe Maravillas”. El viejo inmueble que amenazaba incendio o caer derruido sobre las cabezas de sus okupas va a ser beneficiario para su reforma de un presupuesto de 9,4 millones de euros, a cuenta de los Fondos Next Generation, por si ustedes que tampoco ven un euro de esos fondos se preguntan a quiénes sí les están llegando o dónde se queda el dinero.
X
A mayor abundamiento, el Palacio Rozalejo adecuadamente reformado se convertirá en el Instituto Navarro de la Memoria y albergará, asimismo, la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, perteneciente al departamento de Relaciones Ciudadanas. He aquí esta pequeña lápida por si se preguntaban ustedes cuál es el aspecto que tendrá un cementerio de 140.000 millones de euros.
X
El espacio de la Memoria Histórica en #Pamplona, más cerca https://t.co/IIZdBoNohd
— Diario de Noticias (@NoticiasNavarra) June 12, 2022
x
Como todo el mundo sabe, la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos es un organismo que el gobierno cuatripartito de Barcos se saca de la manga en 2015 casualmente mientras firma un acuerdo de gobierno con Bildu. En realidad se trata de un movimiento político de primer curso de la carrera de propaganda. ¿Qué haces para compensar un acuerdo con un partido liderado por un secuestrador de la ETA? Pues crear un organismo que contenga en su nombre las palabras paz, convivencia, amor, derechos humanos, tolerancia, respeto, libertad y todo aquello que pisotean los tipos con los que acabas de repartirte el poder y te han facilitado el acceso al sillón presidencial. Como Chivite tiene exactamente el mismo problema que Barcos la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos no puede sino prosperar y su presupuesto crecer y crecer.
X
Naturalmente, aparte del intento de blanquear un pacto con Bildu o con formaciones que celebran la RDA o la dictadura cubana, la existencia de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos no tiene el menor efecto positivo apreciable sobre la vida real de los navarros. De hecho es más bien una burla a las víctimas del terrorismo, y por especificar de las víctimas del terrorismo nacionalista vasco, ahora que la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos las ha diluido e igualado entre todo tipo de violencias y terrorismos. Para el resto de los navarros es una de tantas inútiles incrustaciones presupuestarias a cargo de nuestros bolsillos. O una de tantas futuras lápidas del cementerio de Sánchez sobre la que se podrá encontrar escrito: “aquí yacen 9,4 millones de los Fondos Next Generation”.
X