Nuestro cerebro reptiliano no está preparado para recibir todos los días catorce noticias abrumadoras. No podemos dispersar tanto nuestra capacidad de preocuparnos. Nos centramos en los colmillos más cercanos que amenazan con arrancarnos el brazo y postergamos hasta mejor ocasión las 13 amenazas restantes. El problema del momento actual es que al día siguiente tenemos que gestionar otras 14 amenazas abrumadoras en vez de encargarnos de las 13 pendientes. Y así todos los días, hasta que perdemos la cuenta de todas las amenazas que nos acechan y dejamos descubiertos y olvidados múltiples flancos. Todo lo oscuro que es este momento para nuestros derechos y libertades, es en cambio una oportunidad y un momento brillante para el gobierno que aprovecha la coyuntura (o que la crea él mismo) para recortarnos libertades por todos lados, frecuentemente y como decíamos sin siquiera enterarnos.
X
Un ejemplo es que el pan va a ser más soso desde este viernes. El gobierno ha decidido por decreto cómo tiene que ser el pan que usted come, la cantidad de sal que consume, lo que piensa y el color de su pelo. Bueno, el color de su pelo todavía no, pero seguramente es cuestión de tiempo.
X
El pan será más soso desde este viernes https://t.co/UwdKoULMUW
— El Periódico (@elperiodico) April 7, 2022
x
Oiga, pero es que yo no tengo ningún problema de salud, no abuso de la sal, que por otro lado sería mi problema, y a lo mejor tomo menos sal por otro lado pero no me gusta el pan soso. Eres más soso que un pan sin sal. Ofrézcame pan sin sal, pero déjeme elegir a mi con o sin sal. No soy yo el que abusa de la sal, es usted el que abusa del poder. De ninguna manera, la libertad de elección genera adicción.
X
No nos dejan tomar pan con sal, como para que nos dejen tener armas legalmente o cazar. Mientras nos distraemos con Putin, el rey de Marruecos, el congreso del PP o el gozo de que el gobierno nos devuelva los 20 céntimos que previamente nos cobra (y otros 70 céntimos más) al pagar la gasolina, resulta que la caza tal como la conocemos en España también está amenazada. El punto es que el gobierno feminista, veganista, progresista, animalista de Pedro Sánchez y compañía ha publicado el borrador de una reforma del Código Penal en virtud de la cual, sumada al Anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales , se prevé extender la protección frente al maltrato animal no únicamente los animales domésticos, domesticados, o que convivan con el hombre, sino también a “los animales en libertad y salvajes” que «verán su integridad física y emocional salvaguardada por la norma penal”. De este modo, matar a un vertebrado salvaje o en libertad será castigado con hasta 24 meses de prisión, y si la muerte se produce por arma de fuego se añade la retirada de licencias entre 1 y 4 años. Que por otro lado para qué tener una licencia de caza si no se puede cazar. Es posible que nos encontremos frente a una mera chapuza jurídica en el borrador, ante un globo sonda o ante el señalamiento de la próxima trinchera que pretende asaltar el animalismo. Al parecer un animal salvaje y libre hasta que es cazado tiene peor vida que uno que es criado cautivo y sacrificado en una granja, aunque como ya nos han anticipado que en 2030 comeremos gusanos o hamburguesas sintéticas de Bill Gates no es improbable que también las granjas se enfrenten a una futura prohibición.
x
‼️ EL GOBIERNO PUBLICA EL BORRADOR DE REFORMA DEL CÓDIGO PENAL QUE QUIERE ACABAR CON LA CAZA. 🚨
✅ Quieren extender el maltrato animal a todos los animales vertebrados.
✅ Se cita como agravante la utilización de un arma de fuego.@PSOE @sanchezcastejonhttps://t.co/BRrS5T0b0z— Revista Jara y Sedal (@jaraysedal_es) March 31, 2022
x
Noticias como las anteriores no hacen sino poner de manifiesto el afán del poder por controlar todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida, hasta los más insignificantes., y hasta dónde hemos llegado ya en este afán. La encrucijada vital en la que nos encontramos es si sacudirnos esta tiranía y vivir en un mundo en el que la gente controle lo que hace el gobierno, o vivir en un mundo en el que el gobierno decida lo que hace la gente. No es ya cuestión de votar a unos partidos o a otros sino de algo más profundo. Nuestro voto en unas elecciones es una treintaysietemillonésima parte de la capacidad de decisión de los españoles. En una dictadura la capacidad de elegir el gobierno que tiene una persona es cero, pero una treintaysietemillonésima parte es muy poco más que cero, de hecho es casi cero, por tanto vivimos casi en una dictadura. Puesto que nuestra capacidad de influir sobre el gobierno es mucho menor que la capacidad del gobierno de influir sobre nosotros, lo que nos hace libres no es esa treintamillonésima parte del poder de decidir, sino vivir en un modelo de sociedad en la que el gobierno sea pequeño, poco intrusivo y decida sobre pocas cosas. El problema es que cuando el gobierno ya tiene tal poder que decide la sal que tienes que tomar en el pan, y sólo te queda tu treintaysietemilllonésima de capacidad de decisión, a ver cómo le quitas al gobierno desde tu pequeñez todo ese poder que ya ha adquirido sobre ti. En cualquier caso mejor empezar a disputarle el terreno al gobierno (cualquier gobierno) hoy, porque mañana será peor.
X
x
Un comentario
Tal cual, la excusa, creer ser como dioses salvando el planeta. Ingenuidad. La cuestión es que es algo solo para ricos pijo progres que se pueden permitir comer quinoa y cosas caras.