No es necesario tener el carné de afiliado de determinada institución partitocrática. Tampoco es necesario que el contenido de la papeleta electoral matritense del pasado 4 de mayo tuviera un contenido concreto. Creo que la realidad siempre es la realidad.
La imperfecta pero respetada Isabel Díaz Ayuso despierta un carisma considerable, más allá de las bases del Partido Popular (PP) tanto de Madrid como de otras provincias de España. No es una mera cuestión de fotografía.
Podemos decir que es como una reina en el país de los tuertos. Sí, su partido, cuya cúpula está dispuesta a condenarla al ostracismo, está cada vez más entregado a las causas revolucionarias. Cada día que pasa es más vacuo, más tibio, más progre y más sociata.
Ya sabemos que le falta fe y que no tiene ánimo suficiente para librar la necesaria batalla cultural y espiritual. Pero también sabemos que tiene buena dialéctica contra el social-comunismo y que hay mayor libertad relativa en Madrid que en el resto de España (no solo en «materia COVID-19»).
Con lo cual, es lógico que incluso quienes estamos fuera del PP prefiramos no posicionarnos con alguien que no se hace mirar hechos como el haberse ganado aplausos de comunistas como Pablo Iglesias y el recibir directrices de apoyo de investidura por parte del brazo político de ETA.
Además, mucho antes del «falsamente erróneo» voto del ex alcalde de Trujillo a favor de la «reforma laboral» de Yolanda Díaz, Casado se dedicó a vertir elogios al PSOE, a dar a entender que era mejor dar oxígeno al liberticida posmoderno que está instalado en el Palacio de la Moncloa.
No serán pocos quienes están más preocupados por Ayuso (en el sentido de aprecio) que por el PP tal y cual está dirigido ahora. Sí, tanto que hay rumores (sin más) sobre una candidatura independiente de Ayuso (al estilo macronista) si es que no toma la cúpula pepera o no monta un UPN a la madrileña.
Pero sin necesidad de estar afiliado a otro partido de derechas en concreto, hay que reconocer que, más allá de la mera aritmética electoral y parlamentaria, pase lo que pase, Díaz Ayuso no puede ir sola (no importan los votos que consiga).
No todo es tener la fiscalidad menos agresiva de España
Está muy bien que en Madrid no haya impuestos autonómicos, que a efectos prácticos no haya Impuesto de Patrimonio, que el Impuesto de Sucesiones esté considerablemente bonificado, que el IRPF sea bastante bajo dentro del tramo autonómico, que haya deducciones fiscales varias…
También es de recibo que haya libertad de horarios comerciales y que los inversores tanto nacionales como extranjeros tengan facilidades a la hora de emprender y crear prosperidad en el territorio regional matritense.
Pero no todo es un nivel de libertad económica que, sin duda, es muy mejorable (de hecho, quien escribe es partidario de la máxima descentralización política, económica y fiscal, llegando a los municipios, los barrios y los distritos).
No hay libertades concretas sin un buen orden moral, sin seguridad
Insisto: es loable que, en términos macroeconómicos, todo sea más factible y favorable en Madrid que en Cataluña, Navarra, Asturias y Extremadura. Pero si se reniega de los fundamentos morales, se allana el camino hacia el socialismo, permitiendo así que la revolución siga avanzando.
Ahora bien, las bases del PP y las NNGG de Madrid no lo tienen muy claro (aunque, por suerte, conozcan mejor a Hayek, Friedman y Mises que en otras regiones). Con lo cual, sin ignorarlas y condenarlas al ostracismo, necesitan de la compañía de otros agentes externos.
De hecho, ya se han dado algunos pequeños frutos, aunque quede mucho por hacer. Por ejemplo, en los últimos años, Díaz Ayuso ha enmendado parcialmente su postura sobre el aborto y hace una defensa bastante sugestiva de la Navidad como festividad tradicional cristiana.
Pero, insisto, hay que seguir. Además, conviene que Ayuso no tenga mayoría absoluta, sino que dependa en la totalidad de formaciones concretas como VOX, que en Madrid tienen un magnífico liderazgo (Rocío Monasterio), con valiosos activos como Alicia Rubia y Gádor Joya, inter alia. ¿Por qué?
Quienes de alguna que otra manera tenemos mayor confianza en VOX no solo entendemos que el socialismo es un lastre moral y económico. Entendemos que por nuestro porvenir, importa librar la Contrarrevolución en el plano cultural y espiritual. Y que haya más seguridad.
Madrid y el resto de España han de ser tanto un territorio santuario para el no nacido, el enfermo y el anciano como una zona libre de leyes totalitarias LGTBI y de género. Además, la educación ha de depender completamente de las familias (más allá de poder elegir centro).
Al mismo tiempo, conviene dejar de fomentar el efecto llamada de los llamados MENAS, que son invasores que deberían de estar con sus padres en vez de pulular por nuestras calles para sembrar caos y terror. Bueno, también frenar a las bandas latinas dentro de lo posible.
No olvidemos tampoco la conveniencia de defender la independencia política de España con respecto a la Unión Europea de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el Foro Económico Mundial y la Organización de las Naciones Unidas. La Agenda 2030 es una amenaza real, muy revolucionaria.
Con lo cual, un ayusismo que no quiera convertirse en un salvador del socialismo del PSOE, PODEMOS o Más Madrid debe de entenderse con VOX sí o sí (da igual si al final se ve afectado o no por el sorpasso verde). E insisto, el asunto va más allá de la aritmética y de lo orgánico.
Lo importante es entender que no hay libertad y propiedad posibles si se anulan los cimientos morales y naturales como la familia, la tradición y la religión. Luego, dicho sea que VOX es un mero medio legítimo, que consideramos como el más provechoso por nuestro porvenir.
Un comentario
VOX iba a cerrar el circuito electoral con un leve incremento de escaños en las próximas elecciones andaluzas (finales de este año ya), las próximas municipales en Mayo 2023 y las generales de finales del 2023. Pero gracias a la torpeza de los gestores Egea y Fracasao (o Mister Harvard) le acaban de meter un bocado al electorado del PP que no solo se da por seguro el objetivo planteado para este circuito electoral de incrementar el número de diputados de los 52 a unos más de 60 diputados por la eliminación del tercer partido en discordia por el voto de derecha, es que pueden empezar a plantearse en ser el primer partido más votado de la derecha.
Hay que reconocerlo, cuando se pone a unos malos gestores la empresa no se cierra de la noche a la mañana hay que dejar pasar el tiempo