El paraíso socialdemócrata, tal y como solía ser concebido, dejó de ser viable a principios de los 90. La recesión internacional de 1991, en el caso sueco, se prolongó durante 1992 y 1993. Resultaba evidente que los suecos tenían sus propios problemas internos que les impedían salir de la crisis con el resto de países. El desempleo creció hasta niveles nunca conocidos en el país nórdico y el déficit público (¿les suena?) alcanzó proporciones gigantescas. El enorme peso del estado sueco, en aquellas circunstancias, se hizo insostenible. Ello obligó a un drástico plan de saneamiento y una profunda revisión del modelo a través de la cual se introdujeron en la economía importantes elementos liberalizadores. En 1992, precisamente, se presentaron las bases de una reforma radical del sistema de pensiones. Hace unos días explicábamos la diferencia entre un sistema de capitalización de las pensiones y otro de reparto. Desde 1994, el sistema de pensiones sueco es mixto. Ello no quiere decir que el sistema sueco deba ser forzosamente nuestro espejo, pero significa que incluso los más depurados socialdemócratas de Europa afrontaron hace años un debate que aquí ni siquiera existe valor para plantearlo. Es quizá por detalles como éste que Suecia, a pesar de su presión fiscal, se encuentra hoy en día bastante por delante de España en el ranking de libertad económica de la fundación Heritage.
Tu cotización, para tu pensión.
Ante un debate que más tarde o más temprano tendrá que plantearse, un pequeño esquema preparado por la ARP (Asociación para la Reforma de las Pensiones) resulta bastante útil para visualizar las diferencias entre el modelo actual de reparto (piramidal) y lo que sería un sistema basado en la capitalización de las pensiones.
El texto en tamaño original puede encontrarse en este enlace.
Un comentario
Pero en esto y en todo: PSOE y PP (y UPN en Navarra)
¿Que proyecto nos están ofreciendo los políticos en este país, fuera de «ir tirando». No hay imaginación, ni nadie se atreve a proponer nada, porque están todo el rato mirando los sondeos de opinión… y la gente necesita iniciativas y proyectos. Los humanos (como los niños) necesitamos objetivos, una visión de futuro que queramos y en torno a la cual podamos unirnos y salvar las inevitables diferencias que nos separan. Liderazgo y disciplina y exigencia. Siempre habrá diferencia y conflicto, pero es que ahora SOLO hay eso. Necesitamos un proyecto que exija de todos, que marque la excelencia, lo «nunca visto» en España…