No nos cabe duda de que muchas personas tendrán hoy graves dificultades para distinguir en los medios la inocentada de las noticias que no lo son. La prueba es lo que publicaban ayer muchos medios, un día antes del de los Santos Inocentes sin ir más lejos, un día cualquiera en los medios en realidad. Si estas que van a ver son las noticias normales y habituales, ¿cómo distinguir hoy cuál puede ser la inocentada? ¿Dónde tendrán que poner el listón?
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El diario El Mundo, por ejemplo, publicaba la noticia de que se ha propuesto estudiar la recuperación de la tracción animal como “medio de transporte sostenible”. No es que no se pueda montar a caballo por placer, pero parece que habría que ser muy progresista para proponer seriamente un retroceso como este. Irónicamente, el coche fue la respuesta limpia a la tracción animal en las ciudades, en las que el pavimento hasta su llegada era una capa de un palmo de alto de estiércol con el consiguiente olor, suciedad y proliferación de insectos, roedores, parásitos e infecciones. Cada casa tenía una cuadra sobre la que vivían sus moradores, en un momento en el que vivir en una cuadra o sobre ella no estaba tan idealizado como ahora. La tracción animal era algo que funcionaba más o menos bien en el campo, no obstante ser mucho menos eficiente que el motor de combustión, pero que resultó totalmente incompatible con las ciudades, la acumulación de población y la consiguiente acumulación paralela de ganado y todos los mencionados inconvenientes asociados al ganado. Imaginen que cada coche aparcado dejara tres o cuatro veces al día en el pavimento el equivalente a un cubo de mierda como recuerdo, o lo fueran soltando azarosamente según avanzaban por la calzada.
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Proponen recuperar el caballo como "medio de transporte sostenible" al reducir un 25% la emisión de gases de efecto invernadero https://t.co/gYVPulKYYK
— EL MUNDO (@elmundoes) December 27, 2021
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El diario El país, por su parte, regocijaba a sus lectores ayer, no siendo por tanto una inocentada, con la información de que el neologismo petromasculinidad se lo debemos a Cara Daggett, cosa por lo que nunca le estaremos lo bastante agradecidos a esta señora, y significa: la escalada del hombre a lomos de la máquina para perpetuar la hegemonía masculina y el dominio patriarcal blanco sobre el planeta a través del consumo de combustibles fósiles. Porque claro, ya se sabe que los hunos o los vaqueros eran muy feministas. A ver qué publican hoy para superar esto. Ahora bien, si esta buena señora se ha llevado algún tipo de subvención por desarrollar este discurso no cabe duda de que sí que se trata de una inocentada aunque no se publique el día 28.
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El neologismo petromasculinidad se lo debemos a Cara Daggett y significa: la escalada del hombre a lomos de la máquina para perpetuar la hegemonía masculina y el dominio patriarcal blanco sobre el planeta a través del consumo de combustibles fósiles https://t.co/Whl4dRrlFp
— EL PAÍS (@el_pais) December 27, 2021
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No se vayan todavía, aún hay más. El Foro de Davos, brújula deslumbrante del pensamiento progresista global, insta a la población a lavar los vaqueros como mucho una vez al mes. También recomiendan lavar los jerséis cada quince días y la ropa interior a mano. Como ven, esto de ser progresista consiste básicamente en renunciar a todos los avances de la humanidad de los últimos dos o tres siglos. Lo que pasa es que tiene mejor prensa si se le llama progresismo que primitivismo. Por lo demás nos queda claro que yendo a caballo y lavando la ropa una vez al mes seremos tan feministas como los vaqueros y los hunos y además oleremos como ellos, lo que a su vez como ventaja añadida nos distinguirá inmediatamente de los inodoros reaccionarios y los fascistas.
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https://twitter.com/harryelsocio/status/1475560766547845124
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Creannos que no hemos tenido que hacer ningún esfuerzo para recopilar todas estas noticias en la jornada informativa de ayer. De hecho nos hemos tenido que contener por exceso de material y hemos elaborado este artículo sin necesidad ni de recurrir al ministro de consumo y su fobia heteropatriarcal al chuletón. Que Izquierda Unida, la formación archipartidaria de los impuestos a los demás, según la última lista de moroso publicada le deba casi un millón a Hacienda tampoco es una inocentada de hoy sino una noticia de ayer, y así podríamos seguir. Hoy no se van a publicar más noticias disparatadas que ayer, lo que dice bastante del panorama mediático actual. Como consideración final podríamos preguntarnos cuál es el efecto sobre la población general de todo este constante bombardeo de noticias de cuyo surrealismo 364 días al año no se pone sobre aviso al lector o al espectador. ¿Votar al PSOE? ¿Seguir la cuenta de Twitter del Sálvame?¿Llamar “niñe” a tu hija? ¿Decir de Otegui que es un hombre de paz? Dentro de todo, como posible efecto secundario, lavar lo vaqueros sólo una vez al mes sería casi lo menos mal.
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2 respuestas
Buen comentario a lo de la tracción animal. Yo lo leí en diagonal y lo interpreté como un lapsus que significaba ‘humana’… que todo se andará.
Una que es de aldea lo vivió… y en las afueras había lo que se llamaba muladares, donde se acumulaba el estiércol. En fin, que mi padre era un progre de cuidado y muy avanzado. Lo que se reiría con estas cosas.
Y mi madre, ni les cuento. A mano, se lavan las manos. Si sabría ella.
Este tipo de majaderías las dicen quien no han vivido nunca esas situaciones, que son de los de «haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago». Seguro que no renuncian a sus «privilegios como casta», por ejemplo, al móvil, al coche, al aire acondicionado, a la lavadora, etc.». Acabo de ver un video del alcalde de Camporredondo de Valladolid, donde la presidente del senado y un senador de Compromis le exigen que cambie la calle Calvo Sotelo, dicho senador, Carles Mulet se define «rústico y ecosocialista», este senador muy ecologista y progre no ha pegado nunca un palo al agua, lleva casi 20 años viviendo de la política, gana ahora casi 90.000 euros. El alcalde no percibe cantidad alguno por su cargo, trabaja en el campo, como ganadero y agricultor, gana 1000 euros mes y trabaja 12 horas diarias, también muchos sábados y domingos y sin vacaciones. En la nueva normalidad, el primero es «progre» y «ecologista» y el segundo es capitalista y facha, ya que se niega a cambiar el nombre de la calle Calvo Sotelo, porque obviamente, aunque el senador no lo sepe y la presidenta del senado tampoco, Calvo Sotelo, sea Leopoldo y José nada tienen que ver con el franquismo como pretenden.