Los detallitos que van trascendiendo del Anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022 resultan ya de lo más inquietantes, y no ha hecho más que comenzar la negociación entre el PSOE y su haz de socios radicales. Es decir, tras todas las negociaciones, cesiones, injusticias y humillaciones que probablemente nos esperan a lo largo del camino hasta la aprobación de los Presupuestos, el Anteproyecto todavía será más distópico, desigual y desbarajustado cuando se convierta en Proyecto.
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Como aperitivo, resulta ya bastante evidente que el PSOE entiende los Presupuestos como una herramienta electoral y un mero instrumento para conservar el poder. El dinero, no sólo el de nuestros impuestos sino también el de los fondos de ayuda europeos, no se reparte ni por necesidad, ni por rentabilidad, ni por población, sino por interés partidista. El dinero de los impuestos lo mismo sirve para comprar como para premiar y castigar. Con esta clave interpretativa como marco Cataluña recibe un 6% más de inversiones que en 2021 y Madrid un 8,4% menos. Resulta muy difícil pensar que en esto no tiene nada que ver el hecho de que Pedro Sánchez necesita para respirar los votos del nacionalismo catalán. Además es que el gobierno no se esmera demasiado en disimular, no sea que el nacionalismo catalán no vaya a acusar recibo de la entrega del regalito, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha sido bastante explícita a este respecto:
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«Cataluña ha recibido en los cuatro años de Gobierno de Pedro Sánchez (2018-2022) un 37,4% más de fondos regionalizables que durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Esto habla por sí solo de lo que pensamos y debería llevar a los partidos catalanes a mirar con mucho más interés este proyecto de Presupuestos Generales del Estado»
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La cosa se pone interesante cuando llegamos al caso de Navarra. La Comunidad Foral es la que más ve reducida su asignación de fondos de todas las comunidades españolas, con un recorte respecto a los anteriores Presupuestos de un 15,3%. Remedando a Maria Jesús Montero, esto debería llevar a los partidos navarros y a la ciudadanía navarra en general a mirar con mucho más interés este proyecto de Presupuestos Generales del Estado.
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Lo más sangrante del caso es que Navarra salga perjudicada en un reparto en el que el criterio de reparto es la afinidad con el gobierno. ¿Hasta tal punto Chivite y el PSN resultan insignificantes dentro del PSOE que ni en un reparto consistente en premiar a los amigos y castigar a los enemigos conseguimos salir beneficiados? Claro, de algún lado tiene que salir el dinero para comprar el apoyo de los diputados nacionalistas. Quítale también un poco a Chivite, habrán pensado en Ferraz, que es tan sumisa al partido que de ninguna forma va a salir a protestar en defensa de los navarros.
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