Hace tiempo que Pablo Casado anda un tanto desnortado y como prueba de ese despiste bien puede servir la única frase que ha trascendido a la opinión pública de su intervención durante el debate de los indultos, diciendo que la Guerra Civil fue “un enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían ley sin democracia”.
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Pablo Casado, a Sánchez: "La Guerra Civil fue el enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían ley sin democracia" pic.twitter.com/uqbMSe9rum
— El HuffPost (@ElHuffPost) June 30, 2021
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La frase revela un preocupante galimatías mental respecto a la relación entre ley y democracia o ley y dictadura. Para empezar en ambas hay leyes. Lo más preocupante, sin embargo, es el error de identificar a la izquierda con quien quería democracia sin ley. ¿Cómo que la izquierda quería la democracia?
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Ayer mismo la vicepresidenta Yolanda Díaz participaba en un acto de homenaje a Largo Caballero en el que aseguraba que “es nuestro modelo a seguir”, lo que por desrazonado que sea nos resulta de los más útil para ilustrar lo que queremos decir.
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Yolanda Díaz venera al multiasesino Largo Caballero en un acto del Gobierno: «Es nuestro modelo a seguir»: https://t.co/1RBUs2vkFx
— Carmen s.s. (@gallega253) July 2, 2021
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Para empezar, puede que este país no necesite para nada una Ley de Memoria Histórica, pero con una Ley de Memoria Histórica neutral sería ilegal celebrar un acto en homenaje de Largo Caballero. Aunque claro, malamente se le puede exigir a Yolanda Díaz lo detestable que era Largo Caballero si no parece saberlo ni Pablo Casado.
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De todos los personajes que pueblan el pasado guerracivilista español, precisamente es Largo Caballero, “el Lenin español”, quien presenta una hemeroteca más clara desmintiendo por completo que el PSOE no ya en 1936, sino en 1933, quisiera una democracia con o sin ley. Lo que el PSOE postulaba y Largo Caballero como presidente del partido declaraba sin complejos era una dictadura como la de Stalin.
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A continuación reproducimos una página del diario El Socialista, publicado por el propio PSOE, en la que se reproducen una serie de declaraciones de Largo Caballero abogando por la violencia y la dictadura ya en septiembre de 1933.
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Como puede apreciarse, Largo Caballero afirmaba ya por entonces, mucho antes de Franco y del alzamiento, en vísperas del golpe de estado contra la Segunda República que daría el PSOE en 1934, cosas como “¿llegar al Socialismo dentro de la democracia burguesa? ¡Eso es imposible!”, o “no sé cómo hay tanto horror a la dictadura del proletariado, a una posible violencia obrera”. ¿Dónde ve aquí Casado a alguien que quería la democracia? En esas mismas declaraciones, Largo Caballero se pregunta en qué se diferencian el comunismo del socialismo, para concluir que “Doctrinalmente, en nada”. El 15 de noviembre de 1933, El Socialista publicaba otras declaraciones de Largo Caballero indicando que “tenemos que recorrer un período de transición hasta el socialismo integral, y ese período es la dictadura del proletariado”.
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Habría más y más declaraciones de Largo Caballero en este sentido. Largo Caballero es la respuesta a la pregunta de cómo pudo llegar a haber una guerra civil en España. ¿Dónde ve aquí Casado a un defensor de la democracia? En el modelo soviético como el que propugnaba Largo Caballero, ¿qué cree que era lo que faltaba, ley o democracia? Y cuando se celebran actos de homenaje a este siniestro personaje y una vicepresidenta del actual gobierno dice que “es nuestro modelo a seguir”, ¿lo dice sabiendo o no sabiendo lo que defendía Largo Caballero? Desde luego no parece que sea Pablo Casado el que vaya a explicárselo.
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