El diputado de Navarra Suma Juan Luis Sánchez de Muniáin desgranaba el otro día en el Parlamento de Navarra una serie de datos tan interesantes como escandalosos sobre las ayudas públicas a los medios de comunicación en euskera.
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Lo escandaloso de los datos desgranados por el diputado no sólo eran las cantidades percibidas por los medios de comunicación en euskera, que se han triplicado desde el año 2016, sino la forma en que se han repartido esas ayudas. Así, por ejemplo, algunas empresas eran las únicas que concurrían a una convocatoria de ayudas, como si se tratara de un traje a su medida para adjudicárseles la ayuda igual que si se les adjudicara directamente a dedo.
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El diario Berria, señalaba Muniáin como ejemplo, ha recibido ayudas concurriendo en solitario en la modalidad de “prensa escrita íntegra en euskera”, adjudicándosele 103.000 euros. Otro hallazgo sería la categoría “prensa escrita parcialmente en euskera con al menos ocho páginas a la semana”, justo las páginas que tiene el suplemento semanal del Diario de Noticias, por lo que este medio se ha adjudicado todos los puntos disponibles y se llevado toda la ayuda económica para esta categoría durante 6 años consecutivos.
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El Gobierno de Navarra ha triplicado el importe de las ayudas a los medios de comunicación en euskera desde 2016, haciendo trajes a medida para que se puedan beneficiar determinadas empresas en solitario.
🤔 ¿Y el PSN?
❌ Ha pasado de pedir su eliminación a darles su apoyo pic.twitter.com/7pmXmmVM0O
— UPN (@upn_navarra) June 6, 2021
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En 2021 aparece otra modalidad para los medios online parcialmente en euskera, gracias a lo cual la web que transmite y publica los ongi etorris de los presos de ETA que salen de la cárcel consigue una subvención en solitario, con la sangrante peculiaridad de que se trata de una subvención otorgada nada menos que por la consejería de Memoria y Convivencia.
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Volviendo al asunto cuantitativo, en 2016 el importe de las ayudas gubernamentales a los medios en euskera era según los datos desgranados por Sánchez de Muniáin de 290.000 euros, frente a los 920.000 euros del año 2021. Todo esto con independencia de la evolución de la audiencia. Sólo falta que consideremos poco menos que perseguidos a los medios en euskera cuando habría que considerarnos unos pringados a los que usamos el castellano. También podría ser un buen momento para parafrasear el cuento de la pelea entre el lobo blanco y el lobo negro. ¿Quién gana? Pues seguramente aquel sobre el que llueve dinero.
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