El Gobierno de Navarra ha anunciado que el curso académico 2021-2022 comenzará en Navarra con jornada continua por las mañanas en los ciclos de educación Infantil y Primaria, ESO, Bachillerato y FP en todos los centros públicos y concertados. Es decir, esa imposición que se adoptó el año pasado con la excusa de la pandemia sólo en Navarra continuará también el curso que viene, al menos al comienzo del curso. Como si el coronavirus entendiera de mañanas y tardes. Como si la jornada partida sólo fuera mala en Navarra.
X
Pese a imponer la jornada continua desde el principio, el Departamento de Educación no descarta la posibilidad de que, si la situación epidemiológica mejora y las autoridades sanitarias lo permiten, se recupere la normalidad y el curso se desarrolle con la jornada que tenga establecida cada centro educativo.
X
En este sentido, se prevé la posibilidad de introducir cambios en la jornada en dos momentos concretos del curso escolar. Así, si las autoridades sanitarias comunican que la situación epidemiológica lo permite, o ha desparecido el riesgo de pandemia y así se acuerda con el Departamento de Educación, se contará con el plazo de un mes para poder reorganizar, con las garantías suficientes, la jornada de los centros educativos, del profesorado y de los servicios complementarios de transporte y comedor. Esto se hará siempre que las modificaciones se puedan aplicar bien en la primera quincena del mes de octubre, bien en la primera quincena después de las vacaciones de Navidad. Las medidas podrían ser una de las siguientes, vinculadas a los indicativos trasladados por Salud:
x
- En los niveles de alerta 1 y 2, si las autoridades sanitarias lo permiten, se podría pasar a jornada continua con actividades extraescolares organizadas por los centros los lunes, martes y jueves. Con carácter general, estas actividades tendrán una duración de 90 minutos distribuidas en dos periodos de 45 minutos cada uno finalizando, como máximo, a las 17:00.
- Si se alcanza la situación de nueva normalidad y las autoridades sanitarias lo permiten, se podría volver a la jornada habitual que cada centro educativo tenía previamente al curso 2020-21, funcionando las actividades complementarias, extraescolares y demás servicios de manera ordinaria.
x
La jornada continua era antes de la pandemia un asunto controvertido que en muchos colegios dividía a las familias y al profesorado. El profesorado, lógicamente, prefiere por su propia comodidad la jornada continua. Para muchas familias, sin embargo, es la jornada continua la que les genera un problema personal y laboral. Incluso en términos epidemiológicos, nunca se entendió muy bien una medida que obliga a los padres a estar con los niños por la tarde, o lo que es peor, a tener que recurrir a los abuelos para cuidarlos. Por la mañana juntamos y mezclamos a todos los niños en las clases y por las tardes los mandamos a las casas de los abuelos. Nos encontramos por consiguiente ante una de esas medidas impuestas por el gobierno, no consensuadas con las familias, discutiblemente útiles en términos sanitarios (Navarra ha tenido más contagios que la mayoría de comunidades) y sospechosamente observadas más como una imposición ideológica y política más que como una necesidad sanitaria.
Xx
En el caso de que se decida retomar la situación previa a la pandemia, el 55% de los colegios públicos y la casi totalidad de los concertados volverían a la jornada partida. Que más de la mitad de los colegios públicos ofrecieran la jornada partida, por cierto, fue decidido tras una consulta a las familias en cada centro, lo que expresa bastante a las claras la división de opiniones y de conveniencia respecto a este asunto, así como la carencia de respaldo popular por parte del gobierno para prolongar abusivamente esta medida por criterios ideológicos, convirtiéndola en una auténtica imposición.
X
x