Leo pasmado el intento de Uxue Barkos de equiparar la situación de la alcaldesa de Pamplona con la de un inmigrante ilegal por haber nacido en Burgos. El traspiés argumental de la señora Barkos no hace sino mostrar cómo en el fondo del pensamiento nacionalista existe un claro trasfondo de xenofobia. Una mancha que no se lava nunca, pero que se olvida temporalmente con un poco de sobreactuación si te conviertes en un Txentxo. Sólo si te conviertes en un Txentxo.
Yendo más al fondo del asunto, me pregunto si Uxue Barkos tiene una cerradura en la puerta de su casa. Es decir, en la frontera de su casa. ¿Por qué razón? ¿Cómo lo justifica? ¿Cree que entrarían infinitas personas en su casa? Me gustaría saberlo.
Iré un poco más lejos. A Nafarroa Bai y a la señora Barkos les entusiasma el aborto. Que me expliquen porqué se puede liquidar a los niños indeseados y en cambio hay que legalizar a los inmigrantes indeseados. Para mí está claro que los niños indeseados no son sino un tipo alternativo de inmigrante indeseado.