El Gobierno de Navarra anunciaba ayer a bombo y platillo que 9 de cada 10 personas mayores de 60 años ya están vacunadas en Navarra con al menos una dosis de alguna vacuna. El titular resulta bastante espectacular, aunque se imponen algunos matices. Si, por ejemplo, se observa este gráfico, aportado también por el propio gobierno foral para ilustrar sus afirmaciones, comprobamos que los mayores con la pauta completa todavía son una exigua minoría, particularmente entre los sesentañeros.
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Por el contrario, si nos detenemos en el dato de los mayores de 60 que han recibido por lo menos una dosis, entonces sí que empezamos a encontrarnos porcentajes muy altos. Podríamos concluir que los datos a fecha de hoy no son tan estupendos como podría parecer por el titular aportado por el gobierno foral, pero avanzan una situación mucho mejor para un plazo de alrededor de un mes, cuando todos los mayores que ya han recibido la primera dosis hayan recibido también la segunda. Si dentro de un mes tenemos casi totalmente vacunados a los mayores de 60 estaremos pasando ya con claridad a un nuevo escenario, y todavía estaremos a mediados de junio.
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Obviamente las cifras resultan menos estimulantes cuando consideramos globalmente al conjunto de la población navarra, puesto que el porcentaje de la población mayor de 16 años que ha recibido al menos una dosis se sitúa en el 37,9 %, y con pauta completa sólo tenemos todavía el 16,6%.
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Sin embargo, no perdamos de vista que de los 49.058 fallecidos por COVID computados desde mayo de 2020 sólo 2.469, el 5%, han sido menores de 60 años. Vacunando a los mayores de 60 puede esperarse un descenso de la mortalidad de hasta el 95% de la población. Vacunando a los mayores de 50, el descenso de la mortalidad podría ser hasta de casi el 99%.
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En medio de todas las malas noticias, lo anterior viene a sumarse a unos datos de vacunación que comienzan a ser al fin alentadores. Todo depende de la vacunación (y de la eficacia de las vacunas). La palabrería de los políticos no sirve de nada sin vacunas. Con vacunas, podemos empezar a ver la luz al final del túnel pese a la palabrería de los políticos. No se trata de confiar por confiar en una mejora de la situación al menos a nivel sanitario. Si no propiamente aún buenos datos, comenzamos a ver un avance claro de que los datos futuros van a ir mejorando, como en otros países, quizá más rápidamente de lo esperado.
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