El gobierno de Pedro Sánchez contempla acabar con el IVA reducido y súper reducido. Desde cualquier punto de vista del que queramos mirarlo estamos ante una noticia bomba. Puede que a nivel popular no despierte tanto interés como la Superliga, o que ciertos medios que actúan como altavoces o silenciadores según convenga no le presten la máxima atención, pero esta noticia es a la economía española lo que a un túnel de carretera un camión con dinamita.
#ÚltimaHora🔴 El Gobierno abre la puerta a eliminar los tipos reducidos de IVA https://t.co/bxQjeJW1Jx
— EL MUNDO (@elmundoes) May 10, 2021
Hay que tener en cuenta además que esta noticia, que sería de la máxima gravedad ya por sí sola, se suma a los preanuncios y globos sonda de la eliminación de las ventajas fiscales de la tributación conjunta, a la subida de los combustibles, los seguros, sociedades, patrimonio, sucesiones… PSOE y Podemos se disponen a lanzar una ofensiva fiscal contra los trabajadores españoles con escasos precedentes en nuestra historia.
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Desde luego hablamos de subidas fiscales que por un lado son brutales, y que por otro nada tienen que ver con los ricos. Cuando hablamos de eliminar el IVA reducido o el súper-reducido hablamos del pan, de la comida, de las medicinas… No van a por el dinero de los ricos para tapar los agujeros del sector público, van a por los sueldos de todo el mundo.
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Lanzar de golpe la noticia de todas estas subidas parece responder a la estrategia mediática de saturar de noticias a la ciudadanía para dificultar la comprensión y la focalización de la indignación en un punto. No parece tampoco casual que se haya esperado a la celebración de las elecciones en Madrid para la mayoría de estos anuncios. En cuanto a la razón de fondo para el anuncio de toda esta batería de subidas fiscales indiscriminadas parece claro que nos encontramos ante una exigencia de Bruselas, y que a su vez esta exigencia viene determinada por el absoluto descontrol de las cuentas públicas en España. ¿Por qué tenemos que pagar más impuestos como si faltara dinero si Europa nos presta 140.000 millones de euros? Pues precisamente por eso. ¿Podría abordarse en otras condiciones un debate sobre el IVA y las peculiaridades de este impuesto? Sin duda, pero lo que se está perpetrando no tiene nada que ver con eso.
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Se nos va a decir que la presión fiscal en España es menor que la de nuestros vecinos europeos, tratando de justificar estas subidas, pero lo cierto es que pretender igualar la presión fiscal de España a la de Alemania o Dinamarca es un auténtico atentado al principio de que los ricos tienen que pagar más impuestos que los pobres. Antes de igualarnos la presión fiscal, que nos igualen los salarios.
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Como solemos repetir, subir los impuestos y bajar los sueldos es exactamente lo mismo. Bajar salarios, o subir impuestos, y además salvajemente justo cuando el fin de la pandemia podría permitir el inicio de una recuperación vigorosa, es casi como estrangular al bebé en la cuna. Sugieren que las subidas no serían inmediatas, pero no están adelantando todas estas noticias impopulares por nada. Europa no va a tolerar hasta 2024 déficits públicos del entorno del 10%.
https://twitter.com/adn_espana/status/1391680856125841410
Frente a los sacrificios que el gobierno del PSOE y Podemos se preparan para exigir a los ciudadanos, el gobierno por el contrario no contempla por su parte el más mínimo esfuerzo. Ni un plan de ajuste. Ni una reducción de cargos y ministerios. Ni un detalle para decirle a los españoles que van a tener que ajustarse mucho el cinturón, pero que el gobierno marcará el camino con el ejemplo. Al parecer no hay en el sector público ni un gasto que sea prescindible, ni un cargo que no esté justificado, ni un departamento que no esté sobredimensionado, ni una subvención que no resulte inamovible. Es imposible gestionar mejor el presupuesto de lo que lo hace el gobierno. La gestión de la administración pública es perfecta. No hay ni un euro de dinero público cuyo gasto pudiera ser evitado. Antes de subir impuestos-bajar sueldos a los españoles el gobierno tendría que haber hecho todo lo posible para maximizar la eficiencia del sector público, pero por lo visto es imposible ser ya más eficiente en el gasto público. Alternativamente resulta más verosímil creer que en España los malos políticos sustituyen la eficacia en la gestión con las subidas de impuestos. Cuando les falta presupuesto no necesitan gestionar mejor para hacer más con menos, sólo subir los impuestos, pensando además que eso no tiene consecuencias sobre el crecimiento económico o la economía de las personas.
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Se está hablando de cerrar mediante esta subida fiscal la brecha fiscal de España con los países más ricos de Europa, cuya presión fiscal ronda el 46% del PIB frente al 39% de España. Esta era una de las medidas estrellas del programa económico de Podemos. El problema es que si en Alemania hay unas rentas mucho más altas que en España, es imposible que la recaudación se iguale con los mismos tipos sobre las mismas rentas. El siguiente gráfico resulta bastante expresivo.
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Cuando se habla alegremente de igualar la presión fiscal de los españoles a la de países europeos más ricos, hablamos de elevar los impuestos por valor de unos 7 puntos de PIB, lo que representa unos 80.000 millones de euros, que a su vez son unos 4.000 euros por cada español activo. ¿Pretende el gobierno una rebaja del sueldo promedio de 4.000 euros anuales a cada español activo para no tocar ni un euro de gasto público? Obviamente esto encubre incluso un recorte de sueldos a los intocables funcionarios, que también compran comida, declaran IRPF, heredan, pagan peajes o echan combustible en el coche. Los recortes salariales masivos llegan a España. La diferencia con 2011 es que todos los recortes van a cargo del contribuyente. El gobierno no dejará de gastar ni un euro para que los españoles tengan que recortarse menos el sueldo. No sólo es injusto sino que la economía quedará totalmente gripada y sin actividad tampoco se alcanzará la recaudación deseada. Es de temer que dentro de algún tiempo volvamos a la casilla de inicio, pero mucho más pobres y con un agujero en las cuentas públicas mucho más hondo.
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