Entre los datos de la EPA recientemente publicados hay uno que llama poderosamente la atención si se llevan a cabo las sumarrestas adecuadas. Nos referimos concretamente a la evolución del número de empleados en el sector público respecto al número de empleados en el sector privado. Es decir, el número total de parados y su evolución nos dice muchas cosas interesantes, pero analizar el detalle de cómo está afectando la crisis la sector público y al privado nos dice más aún. De hecho podríamos preguntarnos que de qué crisis hablamos cuando nos referimos al sector público. La crisis la está sufriendo exclusivamente el sector privado sin recibir ningún aplauso desde el balcón.
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El cuadro que les mostramos a continuación pone números a las palabras que usamos. En el últimos año, entre el primer trimestre de 2020 y el primero de 2021, o sea a lo largo de todo el año largo que crisis que llevamos, observamos que el número de empleados públicos ha crecido en 149.000 personas, mientras que el número de empleados del sector privado ha disminuido en 624.000. Y la cosa es peor todavía de lo que parece con estas cifras.
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Cuando decimos que las cifras reales son aún peores que las que indica la EPA nos referimos a que los datos anteriores no incluyen a los trabajadores en ERTE, que computan no computan como parados sino como trabajadores aunque no están trabajando. Si añadimos los 418.000 trabajadores en ERTE a los cálculos anteriores, el resultado es que frente al citado aumento de 149.000 empleados en el sector público durante la crisis ha habido un descenso de 1.042.000 empleados en el sector privado.
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El dato resulta estremecedor porque tenemos un estado cada vez más grande y caro, con más personal empleado y sueldos más elevados, el cual debe ser sostenido por un sector privado cada vez más pequeño y más castigado. Considérese además que cuando un trabajador del sector privado va al paro no sólo es un sueldo menos para sostener al sector público, sino una persona más a la que el estado debe pagar ayudas y subsidios.
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#ÚLTIMAHORA España revisa al alza su previsión de déficit para 2021 a 8,4% del PIB (gobierno) #AFP
— Agence France-Presse (@AFPespanol) April 30, 2021
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Como conclusión, a nadie le puede pasar inadvertido que entre el coste del sector público y el tamaño del sector privado tiene que haber un equilibrio. El estado no es sostenible sin el sector privado. De hecho, el estado español se sostiene actualmente sólo por la ayuda exterior. La cuestión es si este desequilibrio se puede sostener indefinidamente sin acometer ningún recorte ni medida de austeridad en el estado. No sólo es que el sector privado cada vez tiene menos recursos para sostener al estado, sino que el peso del estado ahoga al sector privado impidiendo su despegue. Aunque una de las palabras favoritas del gobierno es “sostenibilidad”, todas las cuentas que gestiona ahora mismo el gobierno son insostenibles y presentan déficits abrumadores. Los planes que el gobierno además le está presentando a Europa no parecen en la línea de racionalizar el gasto sino de terminar de reventar el consumo y el escaso vigor del sector privado con una subida masiva de impuestos. Cuando el castillo de naipes de desplome y nos preguntemos cómo ha podido pasar, la respuesta la tenemos ante los ojos en estos momentos.
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Las otras subidas de impuestos que 'esconde' el Gobierno en el plan enviado a Bruselas https://t.co/8QbnNK1jtB
— Libre Mercado (@libre_mercado) May 4, 2021
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