Las subvenciones al sector del automóvil no son un invento reciente. Allá por la anterior recesión, entre 1993 y 1994, el gobierno español ya articuló otro plan renove. Un repaso a las cifras de aquel plan puede explicar el origen de las subvenciones actuales al sector del automóvil. ¿Por qué ahora?¿Por qué al sector del automóvil? ¿Quién es realmente el máximo beneficiario de las subvenciones al sector del automóvil?
Según los cálculos que se hicieron en 1994, el gobierno otorgaba una ayuda de 100.000 pesetas a los ciudadanos que compraran un coche nuevo, siempre que dejaran para chatarra un vehículo con una antiguedad superior a 10 años.
En tan sólo unos meses, acabaron en la chatarra 105.000 vehículos. El coste para el gobierno, por tanto, era de 100 mil pesetas por 105 mil vehículos; es decir, 10.500 millones de pesetas.
Comparando las ventas de coches con las anteriores a la aplicación del plan, leemos que los expertos estimaron un crecimiento de las ventas (atribuibles a la subvención) de 41.500 vehículos en ese mismo período.
El análisis concluía que, por la venta de cada uno de esos 41.500 coches, Hacienda ingresaba 500.000 pesetas en concepto de impuesto de circulación e IVA. Siguiendo con el cálculo, eso suponía para Hacienda unos ingresos de 20.800 millones de pesetas. Recordemos que el coste de las ayudas le costaba al estado 10.500 millones, por lo que Hacienda conseguía doblar su inversión recuperando lo invertido y recaudando otro tanto en impuestos.
Con un IVA del 16%, y un impuesto de matriculación de más del 4%, los impuestos sobre el precio de un coche suponen al menos el 20%. Con un coche de 15.000 euros, el gobierno gana dinero con todo lo que sean ayudas menores a los 3.000 euros.
El intervencionismo era esto.
Teniendo en cuenta la caída “dramática” de la recaudación fiscal en Navarra y en toda España, da la impresión de que el gobierno utiliza las subvenciones para redirigir nuestro gasto desde unos sectores hacia otros, en los que casualmente el estado nos cobra más impuestos.
3 respuestas
Pues yo ni siquiera estoy convencido de que el renove auto sirva siquiera para mejorar la recaudación. Me explico. Sin subvención, Hacienda recauda 2.000 de cada 10.000 euros que gastamos en comprar un coche (IVA+Matriculación). Si para estimular las ventas y la recaudación tiene que poner 1.000, ya sólo recauda otros 1.000. Es decir, la mitad que cuando no subvencionaba. Pero además los 10.000 que cuesta el coche son 10.000 euros que o no ahorramos o no invertimos o no gastamos en otra cosa. Es decir, que también dejan de generar por otro lado actividad económica e ingresos al estado. Para lo que seguro que sí sirve el renove auto es para que el gobierno pueda presentar como un éxito un plan anticrisis. Titular: las ventas de coches han subido un nosecuantos por ciento tras la aplicación del plan, etc. Total, un «suflé» mediático.
Otro aspecto interesante es cuál era la situación del sector del automóvil antes de las ayudas y qué pasará cuando acaben las ayudas.
Si el sector ya estaba sobredimensionado, ahora lo estará más. Si el sector no estaba sobredimensionado, lo estará ahora con el incremento artificial de las ventas a causa de las subvenciones (salvo que asumamos que las subvenciones no incrementan las ventas artificialemente, lo cual sería reconocer que son inútiles). O sea, que el sector tendrá que redimensionarse cuando se corten las sibvenciones. La adecuación del sector a la demanda sólo se habrá retrasado y agravado. Salvo que las subvenciones no se retiren ya nunca, claro. En tal caso habría que generar un flujo constante de subvenciones vía impuestos desde sectores crecientes y productivos (a los que se penalizaría) para mantener un sector artificialmente sobredimensionado.
Resumen de una línea para el que se haya perdido: que me rechanfluto en el plan renove, vaya.
Saludos.
Hay un pequeño fallo en el cálculo de ingresos de Hacienda relativo al IVA, pues Hacienda no ingresa el total del IVA pagado por el cliente final, sino la diferencia entre el IVA cobrado (fruto de la venta del coche) y el IVA soportado, tanto por la compra del mismo al fabricante como por todo el conjunto de gastos que soporta el concesionario
De esa forma, sí que el impuesto de matriculación es un ingreso «limpio», pero no así el IVA.
Ejemplo sobre un coche cuyo PV fuera de 20.000 €. Desglose: precio = 16.666, impto. matriculación (4%) = 666, IVA (165) = 2666
Suponiendo un margen del 10% para el concesionario, el coste del vehículo para el vendedor habrá sido de 14.999 € con un IVA soportado de 2.399 €
De esta forma, el IVA para Hacienda es, como máximo, de 267 €. (Habría que tener en cuenta el resto de IVA soportado por cualquier otro concepto)
Y, por tanto, la recaudación máxima para Hacienda es de 933 € para un vehículo vendido en 20.000 €
Al final… lo único que se consigue es salvar las cuentas de resultados de los vendedores con el dinero de todos y mantener unos niveles de precios artificialmente altos.
Yo creo que el cálculo es correcto.
Una cosa es que Hacienda no se cobre directamente el 100% del IVA pagado por el cliente final, porque es un impuesto multifásico y el vendedor se resarce de la parte de IVA que él ya ha soportado, y otra muy distinta que ese IVA soportado no se haya pagado o no vaya a las arcas de Hacienda. Hacienda cobra tanto lo soportado por el vendedor como esa diferencia entre lo repercutido y lo soportado que paga también el comprador.
Es decir,
-que el comprador final paga TODO el IVA.
-que Haciendo cobra TODO el IVA.
-que el vendedor no hace más que recuperar del cliente final (que es quien paga todo) el IVA soportado que previamente YA HA PAGADO a Hacienda.
Por tanto no es cierto -me parece a mí- que Hacienda sólo cobre 267 euros de IVA (el 1,3%) de un coche de 20.000 euros.
Saludos.