En cierto sentido podría decirse que para la izquierda el constante recurso a la memoria histórica es una estrategia perdedora. Es decir, todo el mundo sabe lo malo que fue Franco y conoce los pecados de la derecha, por eso a la izquierda le gusta tanto hablar de Franco y de la memoria histórica. Desde luego incluso en el pasado identificar a Franco con la derecha sin matices es un exceso, pero no está todavía el conocimiento histórico medio de los jóvenes españoles para sutilezas. Sea como sea ya no se puede aportar nada más al debate que empeore la mala imagen que pueda tener la derecha por culpa de la memoria histórica, y es por eso que el comodín de la memoria histórica es una estrategia perdedora. Por el contrario, cada vez que se produce una fecha significativa como el 14 de abril y se revuelve otra vez la memoria histórica, lo que sucede es que algunas personas que no sabían nada al respecto se enteran de las cosas que hacía y decía el PSOE antes de la guerra. Cada vez que se remueve la memoria histórica la imagen del PSOE se deteriora. Puede que muy débilmente, puede que no todavía de una forma que marque la diferencia, pero la gota siempre puede a la piedra y cada año la gota es un poco más gorda.
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Como ejemplo de lo anterior, el diario El Mundo ha publicado una entrevista concedida por Largo Caballero (el líder del PSOE, alias “el Lenin español”) en febrero de 1936 a un diario en español de Nueva York, en la cual hacía afirmaciones como que “el socialismo exige ahora una dictadura proletaria”, que “antes de cinco años España será soviética” o que “habrá soviet en España en cuanto caiga Azaña”.
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«Habrá soviet en España cuando caiga Azaña». «Largo Caballero asaltará el poder cuando esté dispuesto… Antes de cinco años España será soviética».
La entrevista perdida de Largo Caballerohttps://t.co/2kXdD8fqSJ
— Daniel Lacalle (@dlacalle) April 14, 2021
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Lo que decía el líder del PSOE en esta entrevista no es algo inaudito, en realidad era exactamente lo mismo que llevaba diciendo en los medios españoles desde 1933. Ayer mismo publicábamos algunos ejemplos de ello tomados de los periódicos oficiales del PSOE, EL Socialista y Renovación. Para cualquiera que no tenga un velo ideológico sobre los ojos resulta evidente que ya en 1933 el PSOE era un partido que no defendía ni la paz ni la democracia. Defendía un régimen totalitario y promovía el uso de la violencia para imponerlo. Esto es algo que a lo mejor no sabe el 80% de la población española, pero cada vez que se remueve la memoria histórica afloran las citas y las documentos que ilustran la realidad del pasado socialista, no digamos el comunista. La próxima vez que volvamos a hablar de la memoria histórica y de Franco es probable que el 79% de la población siga desconociendo el pasado del PSOE y de la izquierda en España en los años treinta. Pero ya no será el 80%, sino el 79%. Y así cada vez que hablemos de la Guerra Civil y el franquismo. Cuando los porcentajes se inviertan y el 80% de la población conozca el pasado real del PSOE seguramente haya que refundar el partido. Esto no va a suceder mañana pero ocurrirá en algún momento futuro. Llegados a ese punto, si conseguimos no acabar antes a tortas, la Guerra Civil se convertirá en un asunto que ya no interesará más que a los estudiosos y aficionados a la historia y dejará de ser un elemento recurrente del debate político. También dejará de ser un elemento de división y enfrentamiento social, aunque seguramente ya encontraremos otras cosas cosas con las que enfrentarnos y dividirnos salvo que hayamos conseguido llegar a ser un país libre, próspero, pacífico, con una actualidad política aburrida y una clase política sensata.
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