El Pensamiento Navarro, diario ligado al carlismo, fue publicado en Navarra durante 84 años, desde 1897 hasta 1981. Los años anteriores contemplaron intensos movimientos alrededor de la prensa carlista. En 1886, «El Tradicionalista» se separó de su orientación original para convertirse en un diario integrista. En una época en la que los diarios generalmente eran portavoces de algún partido, el carlismo quedaba de esta forma sin órgano de prensa. A causa de ello se fundó un nuevo periódico, La Lealtad Navarra (1888), que poco después se convertiría en El Pensamiento Navarro.
El Pensamiento Navarro , Dios-Patria-Rey
Como órgano del carlismo, se opuso a Primo de Rivera, a los liberales, al centralismo antiforalista, al socialismo, a la monarquía ilegítima y a la Segunda República. Ello le supuso continuos cierres durante la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República. Se trató, no obstante, de un periódico de gran relevancia en Navarra donde, no en vano, la Comunión Tradicionalista (partido que agrupaba a los carlistas desde 1931) fue durante la Segunda República la fuerza más votada en las sucesivas citas con las urnas.
La dictadura franquista.
El franquismo supuso la instauración de un régimen de partido único. En virtud del Decreto de Unificación del 19 de abril de 1937, las propiedades de la Comunión Tradicionalista obligatoriamente se pusieron en común con las de Falange para formar Falange Española Tradicionalista de las JONS, o el Movimiento Nacional. Los carlistas, sin embargo, urdieron una pequeña triquiñuela para evitar la pérdida del Pensamiento Navarro. De esta forma se creó la Editorial Navarra SA, a través de la cual el diario dejaba de ser un periódico de partido, sujeto a la unificación, para ser propiedad de una serie de particulares independientes. Esta estratagema procuró al Pensamiento Navarro durante el franquismo siquiera una ligera autonomía y libertad de movimiento.
Las divisiones internas del carlismo.
En los años sesenta, bajo el liderazgo de Carlos Hugo de Borbón Parma, se intenta derivar al carlismo hacia un socialismo autogestionario. Esto provoca una fractura interna en el carlismo de la que llega a surgir un grupo terrorista próximo a ETA: los Grupos de Acción Carlista. Estos grupos realizaron un atentado con bomba contra la imprenta de El Pensamiento Navarro en 1970.
El perdedor romántico.
En su último número, un martes 13 de enero de 1981, el diario se despide reconociendo que “desde hace un siglo y medio ha prevalecido y dominado lo que El Pensamiento Navarro combatió. El carlismo fue derrotado en tres guerras (siempre con ese «apoyo» europeo contra nuestra causa popular española). El demoliberalismo impuso en todo sus leyes, sus instituciones, su doctrina política, social y económica. Es un hecho cierto, irrefutable. Y ese triunfo suyo, ¿a dónde nos ha llevado? Pues a esta situación de 1981; a esta situación a la que nadie, ni aun sus patrocinadores, se atreven a calificar de buena, porque a la vista está lo mala, lo malísima, lo pésima que es”.
Si continuáramos leyendo ese último ejemplar publicado del periódico, encontraríamos también el siguiente texto, últimas palabras de este perdedor romántico que en su tiempo nunca terminó de encontrar acomodo en el poder establecido, vencido pero nunca sometido: “Repetimos aquí que gracias al carlismo tradicionalista (antes era imposible separar tales conceptos), ironizado por muchos, gracias a él fue posible por algunos, odiado por muchos, gracias a él, fue posible que españoles y navarros no cayeran en el marxismo antirreligioso, antipatriótico y antiforal, antimonárquico. Si hoy otros «gárrulos sofistas» -demócratas totalitarios, neoliberales y marxistas, reunidos- han empobrecido, mermado y desolado a un pueblo al que encaminan a un rápido suicidio, nosotros, los tradicionalistas, no tenemos la culpa”.
10 respuestas
Es que el lema » Dios-Patria-Rey » en pleno siglo diecin.. veinte es una auténtica tontería, perdónenme ustedes. Es puro Fernando VII, y pura reacción antimoderna… al estilo no racista totalitario de don Sabino, el de la Pura Sangre Bizcaina», pero igual de rancia.
Felizmente enterrado el zombi de aquel primigenio carlismo imposible, ahito de sangre de tres guerras, luego mutado en otro zombi (este sediento de sangre fresca ) del abertzalismo, que Dios quiera esté dando sus últimos coletazos..
Por eso dijo aquel eso de «¿Pensamiento y navarro? imposible..»
A don Carlos.
No nos enfademos. Si es ud Carlista, y ha sido herido por mis palabras, le pido humildemente disculpas. Pero permitirá Ud. que critique el carlismo (no a Ud, faltaba mas) y lo considere como servidor quiera. A mi me parece como entramado de ideologia, fe ultraconservadora un zombi, un muerto viviente. ¿A Ud le parece que el liberalismo es mú malo y que no había que hacer el código civil, ni una constitución, ni bajar de su pedestal al Rey, ni retirar las fronteras interiores, ni acabar con los virreinatos, ni los impuestos, ni en fin, todo lo que hicieron los países europeos durante el siglo XIX? ¿Y cree que por decir esto soy un masonazo que tiene que marcharse a otros lugares que Ud. conoce mejor que yo (no frecuento al Sr Jiménez losantos, ni sé de sus libros, oiga, a mi Baltasar me trae mi correspondiente corbata navideña)? Pues muy bien. No le voy a motejar de nada de lo que me ha dicho Ud. a mí, pero si su actitud aquí representada fuera fiel muestra de la idea humanista y creyente del carlismo, y de su noción de libertad personal, entonces mi felicitación por la desaparición de dicha idea será todavía mayor.
A don Josetxo.-
Los Carlistas promovieron tres guerras civiles (la primera con más de 200.000 muertos, por tanto su carácter sanguinario para mí es irrebatible) eran acérrimos antiliberales, (del liberalismo del XIX somos todos hijos políticos) totalmente contrarios a libertades que hoy nos parecen absolutamente obvias, como la religiosa, o la ideológica. ¡¡Eran contrarios incluso a la codificación de las leyes!!…a todo lo que hoy nos parece ámbito normal de libertad personal.
Hay que ser comedido en las palabras. De acuerdo. Hay gente que se pone de los nervios. Bien. Pero fíjese: Si yo digo que el nazismo, o el fascismo italiano, o el comunismo bolchevique, o el maoismo, o tantas ideas poderosas ayer, (o el nacionalismo vasco) son hoy zombis, no creo que venga nadie de IU a insultar y decir que soy un demagogo, etcétera. Pero si lo digo del criptocarlismo = comunión tradicionalista que supongo que es su actual heredera (no sigo el tema,debe ser dificil: solo tuvieron 25.000 votantes), pues «hay que matizar» para no ofender (¡recoño! ¿matizar qué?)
Pero ni una palabra contra la furibundia de este señor.. eso es ser neutral, zí zeñó.
spurgus: Analicémoste.
«el lema ” Dios-Patria-Rey ” en pleno siglo diecin.. veinte es una auténtica tontería»
¿Y cuál de los tres sumandos le parece a usted mayor tontería? ¿Dios, la Patria o el Rey?
«Es puro Fernando VII, y pura reacción antimoderna…»
Pura reacción antimodernista, le matizo. Y es «puro Fernando VII…» como es puro Reyes Católicos, puro Carlos I, puro Felipe II.
Claro que siempre hay quien prefiere a Zapatero o Aznar que a Felipe II…
«al estilo no racista totalitario de don Sabino»
Veamos la estrecha amistad que unía a ambos: «Cierta persona había sido ayudante del General Marqués de Valdespina durante el sitio de Bilbao. Su hermano mayor penetró en el “batzoki” el día en que lo inauguraban. Se hizo paso entre los asistentes, llegó al balcón y arrojó sobre la bandera la gasolina que llevaba en un bote de conservas. Luego acercó una llama. Se armó la gorda. Abandonó el local sin que nadie se atreviera a vengar la ofensa recibida.»
No parece que se llevasen tan bien como pretende spurgus…
«Felizmente enterrado el zombi de aquel primigenio carlismo imposible, ahito de sangre de tres guerras, luego mutado en otro zombi (este sediento de sangre fresca ) del abertzalismo,»
Le remito al punto anterior. Los zombis no se atacan unos a otros…
«Los Carlistas promovieron tres guerras civiles (la primera con más de 200.000 muertos, por tanto su carácter sanguinario para mí es irrebatible)»
Debería informarse usted mejor. La guerra no la «promovieron» los carlistas, sino los liberales con sus golpes de Estado. ¿Y por qué sólo uno de los bandos tuvo carácter «sanguinario» y no el otro?
«eran acérrimos antiliberales, (del liberalismo del XIX somos todos hijos políticos)»
Pues lo será usted, yo no.
«totalmente contrarios a libertades que hoy nos parecen absolutamente obvias, como la religiosa, o la ideológica»
Ahí debería usted definir un poquito más, porque si mal no recuerdo los que desterraban Obispos, robaban propiedades y obras de arte a la Iglesia, impedían que entrasen las vocaciones en los conventos y perseguían a quienes vestían hábito religioso no eran los carlistas, sino esos angelitos liberales…
«¡¡Eran contrarios incluso a la codificación de las leyes!!»
Por la forma que tiene de expresarlo, infiero que no tiene usted idea muy clara de lo que supuso la codificación.
«…a todo lo que hoy nos parece ámbito normal de libertad personal.»
Lo «normal» ha alcanzado a día de hoy cotas que hace cinco años eran impensables, de forma que por «normal» no creo que usted y yo entendamos lo mismo.
Saludos a todos los que debatimos.
Antes de nada, querría centrar el tema. El tema no es si ofendo o soy ofendido (he presentado mis excusas y no he sido disculpado, pero no reprocho nada, a veces se nos calienta la boca a todos) o si debo ser callado o censurado por los comentaristas. El tema es, me parece, el Carlismo, el juicio que me merece y si mis valoraciones son temerarias o como todas, meramente discutibles.
No considero haber hecho valoraciones indefendibles ni temerarias. A lo mejor el tono no gusta o incomoda a algunas personas, de todo hay. Hay quien se ofende por cualquier manifestación que vaya contra una creencia íntima (vg. no se puede mentar al mahometano la duda razonable de que el corán no haya sido dictado realmente por el Arcángel San Gabriel a Mahoma, por más que el supuesto sea risible desde el punto de vista racional, y estorbe a cualquier intento de exégesis del que necesita elfiel de aquella religión para deslindar su legítima creeencia en Alá de la mistificación fantasiosa del extremista): Vg. la guerra la provocan los carlistas al alzarse tras la muerte de fernando VII disconformes con la derogación de la ley salica.. no voy a entrar a fondo porque precisamente en el punto de la validez de la voluntad real se halla la cuestión discutida por unos y otros. Históricamente parece clara la voluntad del rey de dar lugar (por las razones que fuere) al reinado de su hija.
Lo que quiero expresar es que el carlismo constituye,en ese momento, y con las raices históricas que explican todo obrar humano, la condensación de movimientos antimodernos, contrarios a lo que me parece a mi que era legítimo y genuino deseo de salir al paso de la idea absolutista (defendida por el paladín Carlista)y modernizar el país. Naturalmente que quien discrepe y no se reconozca hijo del liberalismo es libre de hacerlo así, como quien quiera de ponerrse un burka y gritar que vivan las caenas, pero insisto en deplorar dicha actitud. Cada cual seguirá sus razones.
Cierto que el liberalismo del XIX no es el actual. Tampoco el cristianismo del I era el actual, pero por eso no reprobamos a Pablo de tarso, a quien la esclavitud no le parecía un problema mayor.
No ajusto cuentas: leí el pensamientoocasionalmente en mi niñez. Pero convendrán conmigo en que retrataban un mundo de ideas caducas, cada vez más irreal. Repasen la lista de reyes carlistas, luego regentes, luego príncipes, cada vez más absurda y lejana de la realidad; las derivas socialistas y nacionalistas vasquistas del movimiento, los estragos de la guerra civil, las divisiones en la españa de franco, y lo más importante, el masivo cambio de mentalidad derivado del paso de una sociedad rural a una ciudadanía urbana, llevan a una
Yo no afirmo las simpatías del carlimso tradicional por el nacionalismo, ni de don sabino, pero una sale de la otra. Los extremeños se tocan, y no digo más.
Yo no ajusticio al Pensamiento Navarro, porque no se remata a los muertos. Yo afirmo que el carlismo era un movimiento políticamente muerto desde principios del XX, irrealizable, contrario a los tiempos, (por antimoderno, por la nula capacidad de diálogo con el mundo que le daban sus reaccionarios puntos de vista, antiguos ya en el XIX y por el caracter reactivo, no creador, ni abierto).
En cuanto a la libertad religiosa, no me refiero a niguna condenable persecución contra el clero católico, faltaba más: sino ante la prohibición Carlista de práctica pública de ninguna otra fe, al caracter confesional del estado carlista, y la relación fe/estado nacional, que desde un punto de vista jurídico actual hoy sería indefendible. Por indefendible, el lema Dios-Patria-Rey resulta estulto, excluyente, antiguo, superado, inútil. No considera al otro ni a la diferencia, ni a la discrepancia (y los ateos, y los republicanos??).
En los valores normales hoy día que Tomasito inquiere con tanta ironía (estoy de acuerdo con él en que no todo lo normal de hoy, es normal) me refiero a lo que consideramos todos «suelo» o minimo de libertad: la religiosa (que pueda profesar religión distinta d ela católica y sostenerlo), la ideológica (que pueda ser republicano y sostenerlo publicamente, libertad de catedra, partidos, sindicatos, asociaciones contrarias o no al régimen), la política (que religión y estado estén perfectamente separados, que tengan represntación todos los partidos, aun antisistema), la moral/jurídica (que exista divorcio civil, objeción de conciencia, aborto despenalizado, presunción de inocencia, presunción de inocencia), etc…
Coincido con Uds. seguramente en la necesidad de integrar a la sociedad en torno a valores, símbolos. Pero estos no pueden ser, como intentaron los carlistas, y hoy los nacionalistas, ni la religión (porque no es única) ni la forma monárquica. Nuestro problema es encontrar en torno a qué concitar nuestro patriotismo, pero sin refugiarnos en caducos imperios, ni en quiméricas euskalherrías. La realidad está ahí, no se puede ignorarla, ni evadirse.
Nota final: A los carlistas que (valientemente, porque hace falta valor) y publicaron y defendieron su ideal hasta 1981 les reconozco arrojo, persistencia, coraje, valor personal. Y limpieza, porque después de todas las guerras, (como el resto de los españoles, salvo los «gudaris» que conocemos) no mataron a nadie más. Eso que conste, aunque, una vez más, celebre su desaparición como fuerza política.
En cuanto a la codificación, tengo entendido que los Carlistas propugnaban defensa acérrima d elos fueros, usos, privilegios y fronteras (de cada sitio), y ello lo considero verdaderamente empobrecedor y contrario al interés general. Puedo estar equivocado, naturalmente, y me lo aclararán, que ya he escrito bastante. Saludos,
Spurgus: Iba a decir que tú no me ofendías, hasta que he visto que evidentemente sí te enzarzas en el insulto. Así que abordémoste y maticémoste:
“Vg. la guerra la provocan los carlistas al alzarse tras la muerte de fernando VII disconformes con la derogación de la ley salica.. no voy a entrar a fondo porque precisamente en el punto de la validez de la voluntad real se halla la cuestión discutida”
Es que como ese precisamente es el punto (bueno, es uno de los puntos, con el matiz de que ese acto arbitrario de Fernando VII, controlado por los liberales, iba a ser el cuarto o quinto golpe de Estado de dichos liberales desde 1816), conviene entrar un poco en la cuestión para no hacer simplificaciones. Decir que la guerra la provocan los carlistas es como decir que la guerra contra los franceses la provocaron los madrileños.
“Lo que quiero expresar es que el carlismo constituye,en ese momento, y con las raices históricas que explican todo obrar humano, la condensación de movimientos antimodernos…”
Vuelvo a insistirle: podrá ser la condensación de movimientos antimodernistas, no “antimodernos”. Porque, ¿sabía usted que los carlistas durante la III Guerra pusieron en marcha un sistema telegráfico de comunicaciones propio pionero en España? ¿Que se apresuraron a montar una línea ferroviaria de unos pocos km. en Guipúzcoa, aunque luego no funcionó porque no pudieron garantizar la regularidad del servicio? ¿Que ilustres personajes del s. XIX como Zorrilla o Emilia Pardo Bazán apoyaban al Carlismo?
“movimientos antimodernos contrarios a lo que me parece a mi que era legítimo y genuino deseo de salir al paso de la idea absolutista (defendida por el paladín Carlista)”
Es bastante conocido que el modelo de monarquía defendido por el Carlismo es la monarquía templada o limitada. No hay más que leer los manifiestos de Carlos VII para darse cuenta de ello: denuncia el absolutismo de las Cortes republicanas y liberales y muestra la auténtica función de un rey tradicional español.
“y contrarios a modernizar el país”.
Falso. Los carlistas luchaban con fusiles y armas de la época, no con armadura y espada. Le remito al punto anterior en que le menciono lo del telégrafo y los ferrocarriles.
“Naturalmente que quien discrepe y no se reconozca hijo del liberalismo es libre de hacerlo así”
Faltaría más. ¿Cómo voy a reconocerme hijo del padre que ha engendrado el socialismo totalitario y la desenfrenada idolatría de los neocones por el mundo reducido a mercado?
“como quien quiera de ponerrse un burka y gritar que vivan las caenas, pero insisto en deplorar dicha actitud. “
Yo las únicas “caenas” que conozco a día de hoy son las que oprimen a los niños abortados, el adoctrinamiento del Estado en las escuelas, el linchamiento de quien se atreva a discrepar del pensamiento único, la dictadura del talante y del relativismo y la “Alianza de civilizaciones” con los que sí llevan burka, entre otras.
“Cierto que el liberalismo del XIX no es el actual.”
Se van pareciendo bastante.
“Tampoco el cristianismo del I era el actual, pero por eso no reprobamos a Pablo de tarso, a quien la esclavitud no le parecía un problema mayor. “
Quizás por eso predicaba la libertad de todos los hombres, pero no nos desviemos del tema.
“No ajusto cuentas: leí el pensamientoocasionalmente en mi niñez. Pero convendrán conmigo en que retrataban un mundo de ideas caducas, cada vez más irreal.“
Quien se aleja cada vez más de una idea, suele decir que es irreal. Pero no porque realmente lo sea, sino porque él está más lejos.
“Repasen la lista de reyes carlistas, luego regentes, luego príncipes, cada vez más absurda y lejana de la realidad;”
Supongo que quiere decir que esos reyes o príncipes han estado cada vez más alejados de ser conocidos por los españoles. Eso es cierto, pero más bien a partir de mediados del siglo XX, porque antes eran popularísimos. Aún así, si usted es de Navarra, esos absurdos príncipes alejados de la realidad todavía eran capaces de congregar en 1965 a 70.000 personas en Montejurra.
“las derivas socialistas y nacionalistas vasquistas del movimiento, los estragos de la guerra civil, las divisiones en la españa de franco, y lo más importante, el masivo cambio de mentalidad derivado del paso de una sociedad rural a una ciudadanía urbana, llevan a una …”
Qué pena que se le haya cortado el mensaje, porque aquí iba usted muy bien. Lo digo en serio.
“Yo no afirmo las simpatías del carlimso tradicional por el nacionalismo, ni de don sabino, pero una sale de la otra. Los extremeños se tocan, y no digo más. “
Bueno, eso según. Si es de la misma forma que Felipe González sale del franquismo, pues entonces sí. En cuanto a que los extremeños se tocan, no hay frase más falaz, inventada por algún vago intelectual. Los extremos suelen estar uno a la otra punta del otro.
“Yo afirmo que el carlismo era un movimiento políticamente muerto desde principios del XX…”
El Carlismo sufre una decadencia progresiva, ciertamente. Pero si en 1936 fue capaz de levantar un ejército no debía estar políticamente tan muerto como cree usted.
“irrealizable”. ¿Irrealizable como el socialismo en 1970?
“contrario a los tiempos”. Contrario a los tiempos… como el Decálogo o el Código Penal son contrarios a la realidad…
“(por antimoderno, por la nula capacidad de diálogo con el mundo que le daban sus reaccionarios puntos de vista, antiguos ya en el XIX”
Pues para tener nula capacidad de diálogo, bien que habló con Juan Prim, Sagasta, los republicanos radicales y hasta los cantonalistas para deponer a Isabel II…
“y por el caracter reactivo, no creador, ni abierto).”
Debe ser por eso que Valle Inclán, Pardo Bazán o José María de Pereda son tan poco estimados como personas estériles que fueron…
“En cuanto a la libertad religiosa, no me refiero a niguna condenable persecución contra el clero católico, faltaba más: sino ante la prohibición Carlista de práctica pública de ninguna otra fe, al caracter confesional del estado carlista, y la relación fe/estado nacional, que desde un punto de vista jurídico actual hoy sería indefendible.”
Desde un punto de vista jurídico se puede defender perfectamente lo que usted llama “carácter confesional” -si bien qué sea ese carácter nos llevaría a otra ardua discusión-, como de hecho eso que usted considera indefendible es una realidad en las constituciones escritas actuales de Irlanda o Dinamarca o en la constitución consuetudinaria de Inglaterra.
En cuanto a la relación fe/Estado nacional, de hecho al Carlismo nunca le ha parecido bien eso que usted llama “Estado nacional”, así que cae por su propio peso.
Y de hecho, la libertad religiosa que era realmente atacada en el siglo XIX -y de forma muy violenta- era precisamente la de los católicos y ninguna otra.
“Por indefendible, el lema Dios-Patria-Rey resulta estulto, excluyente, antiguo, superado, inútil.”
¿No habíamos quedado en que no querías ofender? Será estulto y excluyente para el que no le gusta Dios, es apátrida y enemigo de la Tradición. Será antiguo y superado para el que anda lejos de su patria, de su historia y de su Dios. Y será inútil para el que anda ocupado solamente en utilidades inmediatas para sí mismo y no para la comunidad en la que vive.
“No considera al otro ni a la diferencia, ni a la discrepancia (y los ateos, y los republicanos??).”
Claro que sí considera la diferencia y la discrepancia. Lo que no considera es que las demás corrientes tengan que tener más razón porque sí, igual que hacen el resto de las corrientes políticas.
En los valores normales hoy día que Tomasito inquiere con tanta ironía… me refiero a lo que consideramos todos “suelo” o minimo de libertad: la religiosa (que pueda profesar religión distinta d ela católica y sostenerlo)
Nadie impediría en un régimen tradicional que la gente profesase la religión que quisiese, porque eso no es de competencia estatal. Lo que se impediría es que la Corona, o el Estado se volviesen un Sultanato o una logia masónica. ¿Lo pillas?
“la ideológica (que pueda ser republicano y sostenerlo publicamente”
Lo mismo, con la pequeña advertencia de que los republicanos en la historia de España es que da la casualidad que siempre han querido ejercer la libertad ideológica en forma de golpes de Estado. Es raro en gente tan ilustrada y filantrópica.
“libertad de catedra”. No comment. “partidos”. Realmente no están muy prestigiados hoy. Le aconsejo que abandone su defensa. “asociaciones contrarias o no al régimen”. Hombre, ¿qué tiene de raro que se prohíba una asociación que conspire contra un régimen”.
“que exista divorcio civil, aborto despenalizado”
¿Ve usted como no estamos de acuerdo en lo que es “normal”?
“Coincido con Uds. seguramente en la necesidad de integrar a la sociedad en torno a valores, símbolos. Pero estos no pueden ser, como intentaron los carlistas, y hoy los nacionalistas, ni la religión (porque no es única) ni la forma monárquica. Nuestro problema es encontrar en torno a qué concitar nuestro patriotismo, pero sin refugiarnos en caducos imperios”
En realidad, “único” no hay nada. Ni lo que a usted le parece “normal”, ni cómo concibe cada cual sus parcelas de “libertad”, ni las preferencias políticas de cada uno, ni la concepción de la Patria, ni las versiones que se dan de la Historia. De forma que el que algo no sea “único” -espero que no sea un escape inadvertido de su subconsciente político- no es óbice para que una sociedad se articule en torno a ello.
Precisamente la Religión católica es una de las realidades sociales a la que se reconoce perteneciente un mayor número de españoles y extranjeros. Por ello precisamente, por tener la virtualidad de poder ser un elemento de aglutinación y de identidad nacionales es por lo que lleva siendo atacada tan rabiosamente desde hace por lo menos dos siglos en España, si no más. Seguramente no sea esa su intención.
Por cierto, matiz: lo que usted llama “Imperio” caducó precisamente porque lo abandonaron a su suerte los liberales a los que usted ensalza tanto. Es contradictorio que usted critique algo que provocaron personas con quienes usted comparte ideología.
“Nota final: A los carlistas que (valientemente, porque hace falta valor) y publicaron y defendieron su ideal hasta 1981 les reconozco arrojo, persistencia, coraje, valor personal. Y limpieza, porque después de todas las guerras, (como el resto de los españoles, salvo los “gudaris” que conocemos) no mataron a nadie más. “
No está mal. Eso le honra.
“En cuanto a la codificación, tengo entendido que los Carlistas propugnaban defensa acérrima d elos fueros, usos, privilegios y fronteras (de cada sitio), y ello lo considero verdaderamente empobrecedor y contrario al interés general. “
Lo resumiré mucho, porque esto ya es larguísimo: la codificación fue la excusa de Napoleón para introducir figuras jurídicas que favorecieron los propósitos (y las arcas) de la Revolución. Sin embargo, en España es un absolutista quien promulga el Código de Comercio en 1829, y en 1873 Carlos VII aprueba un Código Penal que estuvo en vigor en las zonas donde de hecho reinó algún tiempo. De forma que lo que usted cree no es cierto.
En cuanto a los fueros, usos y “privilegios”, no me irá a decir que el actual Amejoramiento del Fuero navarro es contrario a la codificación, ¿verdad? Los usos están reconocidos en el actual Código de Civil como fuente del Derecho.
A lo que usted se refiere es a la uniformización, que a eso sí se oponían los carlistas, no a la codificación.
Saludos,
Estimado Tomasín:
Como pasa en estos casos, cada respuesta exige más explicación y al final, es imposible contestar. Así que, o debatimos un punto cada vez, o tendrá que terminar mi intervención, porque constato nuestra divergencia en muchas cosas que se pueden discutir, por discutir. Y como todo tiene puntos de defensa, aunque creo que son precarios (a mi juicio, claro) podemos alargarnos hasta el infinito. Muchas de sus ideas (el origen de la codificación, que en efecto, inicia Napoleón pero que la mayor parte de Europa siguió de buen grado) me recuerdan (por favor, no se ofenda, no me refiero a Ud) a esas ideas de «conspiranoia»que tratan de explicar atribuyendo a sectas, logias, y todas esas mandangas gnósticas de las que huyo… y no sigo para no caer en ello.
En cambio, debo decirle que ve Ud. fantasmas cuando me atribuye adhesiones a liberales, republicanos, nacionalistas, o aún más, una cosa que llama «subconsciente político» y que no sé que es, pero desde luego Ud, que no me conoce y se halla constreñido inevitablemente por los estrechísimos límites que supone la información vertida en mis escritos, no puede juzgar con un mínimo de certeza. Tendría que hablar mucho, muchos días, o escribir largos (y aburridísimos, me temo) tractatus para que Ud me pudiera diagnosticar. (por cierto, ya sabrá que la teoría freudiana del subconsciente está totalmente desacreditada… no es broma, lo leí hace poco).
Quedo sorprendido porque me acuse Ud de «enzarzarme en el insulto». Mire: yo creo que la libertad de expresión y la legítima crítica a las ideas me autoriza a decir que un lema, o una ideologia X me parece tal o cual cosa (estúpida, antihumana, alienante, grosera, periclitada, muerta, cruel.. etc..)- Repare de que, a diferencia de otros, Yo no he motejado a nadie de nada… ni siquiera a un rey carlista. Perdone si su desacuerdo con mis ideas le puede resultar desagradable, pero no confunda tal cosa con un insulto, pues por esa vía, no podría pronunciar nada que pudiera desagradar, lo cual nos obligaría a todos a mantener un silencio. Sabio silencio, ciertamente, pero dificil de llevar.. Nos gusta tanto, a los españoles.
Por cierto, la frase «los extremeños se tocan» que Ud. moteja de producto de algún vago, es nada menos que el título de una comedia musical de Muñoz Seca un genio, un gran conservador, y desde luego, nada, nada vago.
QUe no comulgue con las ideas de este señor, en muchas cosas, naturlmente no traslada mi desacuerdo con su persona, ni con su obra.
Cordialmente,
Spurgus
Pues ponga usted un tema de debate sobre la mesa y no siete cada vez que inserta una respuesta.
«Mis ideas» conspiranoicas sobre la codificación vienen simplemente de los manuales de Historia del Derecho que tuve que estudiar en la la licenciatura.
En cuanto a la frase, no me refería a la comedia de Muñoz Seca, sino al original completo, «Los extremos se tocan, y no hay mejor ejemplo que la altanería de la humildad», que es de Emerson, un tío que se inventó una cosa rara llamada trascendentalismo.
A propósito, no estaría mal que descubriese usted la ideología que tiene, para que yo también pueda expresar mi discrepancia. Eso de criticar algo sin descubrir las propias cartas como que es muy cómodo.
Saludos,
Oiga, que yo empecé hablando de una cosa que es el carlismo. Luego el tema se va liando, porque me discute lo que digo, y yo entro al trapo, y Ud, en un escrito larguiísimo, comienza a meterse con todas y cada una de mis afirmaciones.
¡Es que no está Ud. de acuerdo en nada… yo de eso no tengo la culpa…, je, je por tanto, no me reproche «que saque siete temas».
NO pretendeo debatir, porque me figuro que nos cortarán pronto el rollo (esto no es un foro de debates, sino de comentarios a una noticia, y aquí nos tiene, a Ud. y a mí, hablando mal de Emerson).
¿Por qué «tengo» que «tener» una ideología que Ud. quiere descubrir «para discrepar»? ¿Y si no puede discrepar, y tenemos la misma… ¡sería terrible!, je,je. Es broma, hombre, seguro que podemos disentir en muchas cosas, no se preocupe.
Si discrepo de sus pensamientos, ¿Tengo que ser masón y de izquierdas, y ateo? Yo estoy escribiendo, pensando, divagando a veces… qué mas quisieramos todos que tenerlo todo claro y poder decir: «soy tal cosa», o «pienso como X, que Dios tenga en su Gloria». Como tantos españolitos, como tantos humanos, seguramente como Ud., con la madurez se me han ido cayendo los sistemas de seguridad: las ideologías, los dogmas religiosos, y me descubro mirando las cosas como si estuvieran recién aparecidas ante mi vista, y me retaran a penetrar su misterio… y creo que esto es algo absolutamente fantástico y maravilloso. Ya no me vale lo que diga el partido (x) o el Papa (y) o radio (z). Soy libre -a priori- de yugos ideologicos. Y los que me descubro, puedo romperlos.
Cada vez creo con más seguridad que es un gran defecto de los españoles (que comparto como el que más) el de clasificar, categorizar y adscribir al «otro» a algo que me permita saber si es amigo o enemigo. Y que lo hacemos por miedo. No digamos con el inmigrante, musulmán por ejemplo. Mire, yo tengo un vecino que lee Gara, y me parece una excelente persona, como vecino, como padre, como trabajador… y puedo ser atendido por un médico psiquiatra de la CUN, de excelente familia que mataría a golpes a una jovencita porque no accede a sus deseos.
No quiero meterme con la CUN, podría ser otro ejemplo… pero este es magnífico por su fuerza, porque es un hecho.
¿Qué mas dá cual sea la «ideología» de ambos? Obras son amores. (por sus obras los conocereis). Yo me quedo con el ciudadano que lee «Gara».
Las apariencias engañan, no sirven.
Nuestra clase política hace la peor pedagogía de la democracia. Nos manipulan continuamente: ocultan sus intenciones durante la campaña (alguien sabe cóm quiere enfrentar el paro el Sr Rajoy, o qué opina de la energía nuclear, puesto que no quiere almacenes de resíduos?) y lo que quieren, pero tratan de polarizar a la sociedad todo el rato, enseñándonos un trapo rojo, manipulando la verdad como yo escurro un trapo con las manos. Al final, los «líderes» no saben dónde está la verdad, ni les importa… ¡cómo van a conducirnos?
Como ve, todas estas ingenuidades que digo están completamente fuera del tema del Carlismo. No me interesa debatir si el divorcio es un derecho, o si los códigos son una conspiración masonapoleónica o simple producto de la historia, o si el estado ha de ser confesional. NO crea que le cierro a Ud. la puerta al debate.
No vea otra intención en mis escritos, por favor, aunque discrepe Ud. que la de la voz de un amigo pensando en voz alta (bonita frase, de Emerson).