Cuando ayer el aviso de esta noticia llegó a la redacción de Navarra Confidencial, en un primer momento pensamos que podía ser una manipulación, un montaje, una fake news. Por otra parte, no estamos en un momento de la vida política española en el que se pueda pensar de algo que no puede ser cierto simplemente por parecer surrealista, más bien al contrario. El caso es que comprobamos el Boletín Oficial del Estado y efectivamente allí estaba esta convocatoria de empleo de la Diputación Provincial de Huesca que les mostramos a continuación.
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Una cuestión preliminar podría ser cuántos auxiliares administrativos hacen realmente falta en la administración de Aragón. O sea, si no se hiciera ninguna mención a transexuales y discapacitados, ¿seguirían haciendo falta 10 auxiliares? ¿O quizá 7 u 8? Es decir, se decide primero que hacen falta 10 auxiliares y después que 3 tienen que ser discapacitados y transexuales o se decide que hacen falta 7 y después se añade el número de discapacitados y transexuales que hay que añadir a la convocatoria? La pregunta es pertinente porque si los discapacitados y los transexuales cumplen sus funciones igual que los que no lo son, a lo mejor directamente no hacía falta hacer ninguna distinción. De hecho iremos con eso a continuación.
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Otra pregunta interesante podría ser si un porcentaje del 30% de discapacitados y transexuales no puede ser excesivo. Por un lado el porcentaje de discapacitados y transexuales en el conjunto de la sociedad dudosamente es tan elevado y, por otro, tampoco se entendería que un 30% de las plazas quedaran reservadas a los aspirantes con RH negativo. ¿Y por qué 2 plazas para discapacitados y 1 para transexuales y no a la inversa? ¿Y cuántas para hombres? ¿Y cuántas para mujeres? ¿Y cuántas para los agénero, los bigénero y los grupos de género cambiante y fluido? ¿Sería legal, moral, razonable o lo que sea reservar empleos públicos para las lesbianas? ¿En qué momento todo esto nos dejó de asombrar?
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La distinción entre transexuales y discapacitados y el resto de aspirantes también resulta curiosa, por no decir ofensiva para estos colectivos. Primero entre los dos grupos y el resto, y segundo entre estos grupos entre sí. ¿Cómo tiene que tomarse un transexual, por ejemplo, que le equiparen a un discapacitado? A cambio de tener una cierta ventaja en la selección, ¿estaría dispuesto a aceptar esa equiparación?
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Como todo el mundo sabe la discriminación positiva no existe. Por definición toda discriminación incluye una faceta positiva (la del que se beneficia de la discriminación) igual que implica siempre una discriminación negativa (la del perjudicado). Del apartheid en Sudáfrica se podría decir por ejemplo que era una política de discriminación positiva de los blancos. Llevamos mucho tiempo normalizando la discriminación positiva como si no fuera sin más discriminación, sustituyendo unas formas de discriminación por otras como si lo deseable no fuera eliminar la discriminación.
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Tampoco se entiende demasiado bien que alguien al aspirar a un empleo público o una oposición tenga que presentarse como transexual. ¿Estamos a punto de crear el carnet de transexual?
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Por otro lado, ¿cómo se consigue el carnet de transexual? Porque no se trata de un asunto pacífico. ¿Cuántas o qué cirugías se exigen para adquirir esa condición? ¿O es una cuestión de sentimiento de pertenencia a una categoría más que de cirugía como aseguran otros? Y para ser auxiliar administrativo, ¿cuál es exactamente la relevancia del asunto? ¿Usan los políticos el BOE para solucionar los problemas de los españoles o para hacer ingeniería social y política introduciendo discriminaciones ideológicas? ¿Y cuál es ya el porcentaje de presupuesto dedicado a solucionar problemas y el dedicado a la ingeniería social? ¿Un 70-30 como en esta convocatoria? Si la extravagancia política sirviera para pagar las facturas seríamos primera potencia mundial.
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