A lo mejor estamos cometiendo un error al insistir en las constantes ekintzas políticas de la izquierda abertzale en los colegios públicos navarros. Eso sí, la pregunta es si el error es persistir en la denuncia o seguir llamando colegios a esos centros, y además públicos. Por lo que se percibe constantemente se trata más bien de academias de activistas abertzales, o colegios en proceso de serlo. Si aprenden algo pues bueno, pero de lo que se trata es de que su cerebro quede adecuadamente moldeado por la ortodoxia nacionalista radical. El asunto podría resultar menos escandaloso si se tratara de centros privados o concertados, pero son colegios públicos. Desde luego sólo nominalmente, puesto que a la vista está que la izquierda abertzale hace tiempo que los ha hecho suyos, los ha okupado, se los ha apropiado o los ha privatizado por la vía de hecho.
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En esta ocasión es COVITE quien, irónicamente, denuncia la celebración del “Día del estudiante que se manifiesta a favor de los presos políticos”. El problema es que ese día es todos los días en los colegios públicos navarros.
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Hoy en algunos institutos están celebrando el "día del estudiante que se manifiesta a favor de los presos políticos", o algo así.
Es decir, las nuevas generaciones en Euskadi y Navarra reclamando impunidad para los asesinos de ETA en los centros escolares.
Lo de siempre. pic.twitter.com/MYaRBz9oNB
— COVITE (@CovitePV) December 22, 2020
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Como no queda más remedio que repetir en todas las ocasiones en que se hace preciso reiterar este tipo de denuncias, esto sucede con el absoluto beneplácito del gobierno. Se trata de una práctica permanente, visible, que la izquierda abertzale no hace el más mínimo intento por ocultarla. Al revés, practica cierta ostentación tanto de su impunidad como de su control de los colegios públicos del modelo D.
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Como mínimo, cuando el Gobierno de Navarra en la época de matrículas promociona el modelo D, debería incluir en la publicidad institucional y los folletos este tipo de imágenes que es lo que se van a encontrar los alumnos de manera cotidiana en los colegios de ese modelo.
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Desde luego el navarrómetro puede ser una fantasía o una colección de porcentajes sin sentido, pero hay una cosa a su favor y es lo que constantemente puede verse en estos colegios. Curso tras curso los colegios públicos del modelo D son una fábrica, casi una cadena de montaje, dedicada a producir futuros votantes de la ultraizquierda abertzale. De vez en cuando la derecha se dedica a preguntarse qué es lo que hace mal para sacar tan poco partido de los fallos de los demás o para seguir perdiendo apoyo social. Estas imágenes deberían servir para hacerle reflexionar.
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A otro nivel menos rupestre, lo que se ve en los colegios públicos del modelo D es lo mismo que con formas más suaves pretenden introducir SKOLAE o la Ley Celaá. A fin de cuentas de lo que se trata en cualquiera de los casos es de que sólo se pueda ir a colegios públicos y que los colegios públicos se conviertan en fábricas de activistas de la izquierda. Te quitan tu dinero y tu libertad al mismo tiempo para que pagues el adoctrinamiento de tus propios hijos. La izquierda abertzale lo hace más a su estilo guerrillero y sin sutilezas pero en el fondo es todo lo mismo. Por eso no se va a hacer nada contra esto que vemos constantemente en los colegios públicos navarros. Menos aún ahora que la izquierda más convencional depende de la izquierda abertzale para poder mantener el gobierno. En cualquier caso eso sólo explica la persistencia e impunidad de fenómeno, sin hacerlo menos denunciable ni más aceptable. La derecha tiene el deber de intentar responder a la gran pregunta de cómo acabar con esto cuando vuelva al gobierno. Con el cheque escolar, por ejemplo. Por otro lado, mientras más colegios públicos se parezcan a esto menos probable resulta que la derecha vuelva al gobierno. Carece de lógica por tanto la pregunta de por qué el gobierno no acaba con este espectáculo y esta okupación de los colegios.
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