Encontramos ayer en los medios nacionales una breve reseña al desarrollo del Canal de Navarra. Esta obra, señala la información, supondrá un aumento de la zona regable de 53.125 hectáreas, generará una riqueza de más de 275 millones de euros (lo que supone un 25% más del Valor Agregado Bruto agroalimentario actual) y creará cerca de 7.000 empleos en el cluster agroalimentario. Todo ello con la oposición de Nafarroa Bai.
Lo más significativo, sin embargo, es que no se trata de una oposición puntual a una infraestructura concreta para el desarrollo de Navarra. Resulta llamativo que la coalición nacionalista vasca se haya opuesto al desarrollo de la práctica totalidad de las infraestructuras navarras. Entre ellas podríamos citar:
-El pantano de Itoiz.
-El Canal de Navarra.
-El recrecimiento de Yesa.
-El AVE.
-La Autovía de Leizarán.
En Pamplona también se ha opuesto a la construcción de parkings subterráneos y en general, en localidades donde gobierna, a la instalación de antenas de telefonía móvil.
A lo anterior habría que sumar incluso su oposición al paso de líneas de alta tensión.
La lista no pretende ser exhaustiva, aunque ya con estos datos resulta significativa.
Si de Nafarroa Bai dependiera, no tendríamos autovías (con el aumento de muertes y accidentes en carretera que ello supondría). En Pamplona no resultaría posible aparcar en los parking. Fallaría la cobertura de los teléfonos móviles o el suministro eléctrico. No habría líneas de tren de alta velocidad en el futuro. El suministro de agua dependería puramente de los azares climáticos. No podrían controlarse adecuadamente las crecidas de los ríos, dejando que las inundaciones causaran graves destrozos. El sector agrícola quedaría maltrecho y se perderían miles de puestos de trabajo.
No parece haber ningún progreso en los últimos cien años que, paradójicamente, no haya sido percibido como una amenaza por parte del «progresismo» vasco. Por lo que al nacionalismo vasco toca, visto lo visto, Navarra sería un páramo.
Mirando retrospectivamente, cabe preguntarse cómo el nacionalismo vasco ha podido equivocarse en Navarra tanto.
7 respuestas
La estrategia nacionalista siempre ha sido «cuanto peor, mejor». Cuanto peor le vaya a Navarra, mejor para ellos, así podrá venir nuestra «comunidad hermana» a salvarnos. El problema es que esta Comunidad Foral inviable y que se iba aestrellar a los 10 años sobrevive, puesto que «los muertos que vos matáis gozan de excelente salud».
Hubo otra infraestructura mas a la que tambien se opusieron, la Autovia de la Barranca.
Recuerdo perfectamente que cuando se planteo la autovia desde Irurzun a Olazagutia, los movimientos batasunos de la zona defendian que bastaba y sobraba con una buena carretera, en vez de la autovia. Vaya visión de futuro.
El nazionalismo es y ha sido un lastre para Navarra, ademas de por lo que han citado los comentaristas que me han precedido, también por las cantidades de dinero ingente que Navarra se gasta en seguridad, en una política lingüística absurda, en subvenciones y en definitiva en todo tipo de ocurrencias nacionalistas. Que sólo saben lastrar y hacer gastar recursos necesarios para otros menesteres sociales o industriales, nunca aportar nada a la sociedad, sólo lastran su marcha.
El nazionalismo es un lastre para Navarra y para España, y una lacra.
No sé, no sé. El nacionalismo vasco, así en conjunto. Es evidente que HB y sucesores, se oponen a cualquier cosa, que les permita ensuciar los campos y las ciudades, y si consiguen compañeros de camino, mejor.
Pero sería interesante las postura de PNV, EA, Aralar, Batzarre y desde su amalgama NABAI, a cada uno de esas cuestiones. Quizá alguno haya puesto, alguna vez algo de racionalidad en sus opiniones.
¿Dispondrá de datos Navarra Confidencial, para hacerlo?
Ah, y feliz Navidad, también a los nacionalistas vascos
El nacionalismo español es el que nos ha dejado secularmente al margen. Hasta Huarte, esto era un páramo. El ferrocarril en Nabarra es testimonial; la universidad llegó a traves del Opus Dei, puesto que la iniciativa estatal no estaba por la labor. (Aún hoy estan en contra de su extensión a Medicina). Los embalses y regadios han beneficiado a Nabarra, sólo secundariamente. Todas esas infraestructuras a las que hace referencia el articulo han tenido el rechazo del vasquismo, no por la infraestructura en si, sino por el planteamiento y enfoque irrespetuoso con el medio ambiente o patrimonio cultural, o alternativa erronea (P.e. Parking Pz Castillo).
Al parking de la Plaza del Castillo se opuso Eusko Alkartasuna y luego nos enteramos de que había pedido 10 plazas. ¡Toma ya!
Antxon, a eso se llama coherencia 🙂