¿En qué situación estamos respecto al COVID-19? ¿Nos encontramos en pleno rebrote? ¿Estamos en una situación ya peor que la de marzo y abril? ¿Debería la OTAN bombardear España para frenar el contagio?
X
Si observamos las gráficas con las cifras de contagiados, a primera vista da la impresión de que efectivamente no sólo es que estemos en pleno rebrote, sino que casi estamos ya al mismo nivel que en marzo cuando se impuso el confinamiento. La gráfica de contagios sin embargo puede resultar engañosa, porque en las primeras etapas de la pandemia sencillamente no se hacían test a las personas sintomáticas. Es decir, no podemos intentar comparar los datos actuales con los de hace unos meses porque ahora se detectan miles y miles de casos que antes pasaban totalmente inadvertidos. Las cifras no son homologables y por tanto sería un error intentar compararlas. Por esto mismo también puede resultar complicado tratar de establecer comparaciones con las cifras de contagios que ofrecen otros países. Si no hacemos todos los mismos test y con una estrategia equivalente difícilmente es posible comparar directamente los datos de un país con otro. Obviamente de lo que sucede en Africa o en muchos otros lugares con pocos recursos nada sabemos si no se cuenta con medios para hacer pruebas masivas.
x
X
En este sentido, mucho más significativa que la gráfica con el número de contagios resulta la gráfica con las cifras de muertos. En este apartado salta a la vista que no nos encontramos ante un repunte significativo, o desde luego no ante un repunte equivalente a los niveles de letalidad de abril y marzo. Si hay muchos menos muertos que en aquellos meses, seguramente es porque ahora también hay muchos menos contagiados. Si ahora parece que hay más contagiados es sólo porque antes no se hacían pruebas y no teníamos ni idea del número real de contagiados.
x
Otra forma interesante de intentar seguir la evolución de la pandemia es a través de las hospitalizaciones y los ingresos en las UCI. Los datos de ayer mismo, por ejemplo, señalan que en los últimos 7 días sólo ha habido 84 ingresos en UCI por coronavirus en toda España. Pensemos que en los meses más crudos eran unas 4.000 personas las que ingresaban en UCI cada semana.
X
x
La mala noticia es que, frente a las 84 personas semanales que ingresan en UCI ahora, a mediados de junio eran sólo la décima parte. Es decir, asistimos a una progresión en el número de contagios. Tiene sentido por tanto mantener atenta la vigilancia y las medidas de precaución. Lógicamente, pese a esas medidas, hay más contagios ahora que justo tras acabar el confinamiento, pero gracias a esas medidas también hay menos contagios, ingresos hospitalarios, ingresos UCI y muertos que durante el pico de los contagios, al menos si consideramos que el gobierno nos sigue mintiendo sólo lo habitual con las cifras. Lamentablemente aún arrostramos las consecuencias de haber sido uno de los países con más contagios precisamente por tener un gobierno que reaccionó tarde y mal. El virus sigue estando ahí y no se puede bajar la guardia, pero aún tampoco está justificado pensar que hemos vuelto a los peores momentos de la pandemia o que España es el foco mundial de la infestación.
X
Como elemento de reflexión positivo, hay que tener en cuenta además que el tiempo juega a nuestro favor. O sea, la vacuna contra el virus está ahí en algún momento del futuro y de un futuro además cercano. Los más optimistas hablan de finales de año, otros más cautos de comienzos del año que viene, sea como sea cada día que pasa estamos más cerca de ese momento de disponer no de una vacuna, sino de muchas de ellas, probablemente varias de ellas bastante efectivas. Desde luego el camino hasta ese momento va a ser duro y se nos va a hacer muy lento, los ancianos son el colectivo esencial a blindar, pero cada día que pasa estamos un día más cerca de llegar al final del túnel. No estamos ante un recorrido sin fin o que acaba en un precipicio. Todo apunta que hay un final en el que si no acabamos por completo con el coronavirus seremos capaces al menos de reducir de una manera enorme su impacto. Ese horizonte tampoco está tan lejano y avanzamos hacia él con unas cifras de ingresos en UCI y fallecimientos que, aunque es cierto que van creciendo y no debemos descuidarnos, de momento al menos se encuentran lejos de las del pico de la pandemia. Hay más medios que en marzo, tomamos muchas más medidas que antes para prevenir los contagios y estamos a meses de encontrar un remedio. No sería prudente bajar la guardia, pero tampoco sería sensato caer en el fatalismo y la desesperación. Pronto podremos volver a morir de cualquier otra cosa que no sea coronavirus con toda normalidad.
X
x