Hace unos días se publicaba la noticia de que la Hacienda Foral había conseguido aflorar 174,5 millones de euros de dinero negro, lo que en principio parece una gran noticia y un enorme alivio a la presión actual sobre las cuentas del gobierno. Por otro lado, durante mucho tiempo se nos ha insistido en que era posible aumentar mucho más el gasto público porque se podía recaudar mucho más luchando contra el fraude fiscal, siempre que hubiera un gobierno de progreso dispuesto a luchar enérgicamente contra el gran capital.
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La mala noticia es que la cosa no es tan estupenda como parece.
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Cuando se dice que la Hacienda Foral ha aflorado 174,5 millones, hay que tener en cuenta que el año pasado afloró 178,5 millones. O sea, que en realidad no estamos ingresando 174,5 millones más que el año pasado, sino 4 millones menos. Vemos que poniendo la noticia en perspectiva las conclusiones cambian de manera sustancial, pero hay más.
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Si retrocedemos hasta el año 2012, nos encontramos con que gobernando UPN aquel año se recuperaron 161,5 millones, menos que en 2019 ó en 2018, pero casi lo mismo que los 160 millones de 2017 y bastante más que los 114 de 2016. Es decir, el discurso de que gobernando la izquierda se iba a poder gastar mucho más porque se iba a recaudar mucho más gracias a la lucha contra el fraude era un mito.
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Es más, en la medida en que el discurso de la izquierda era que no se recaudaba lo bastante de la lucha contra el fraude por una especie de complicidad de la derecha con los defraudadores, a la conclusión a la que habría que llegar ahora es que o la izquierda mentía o la izquierda se ha compinchado con los defraudadores.
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Por otra parte, de alguna manera resulta tentador asociar esta noticia con otra también publicada hace unos días, la cual indicaba que los españoles pagan a Hacienda cada año 10.000 millones de más por desconocer muchas de las deducciones fiscales a las que tienen derecho.
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En definitiva, no sólo los millones que la izquierda iba a aflorar con la lucha contra el fraude son un mito, sino que en realidad es Hacienda la que en muchos casos está chuleando el dinero a los contribuyentes, con una complejidad fiscal de la cual se beneficia para que paguemos lo que debemos y un poco más. ¿No es eso una especie de fraude fiscal pero inverso? Si todo el mundo pagara todo lo que debe, pero sólo lo que debe, a lo mejor resulta que el estado no ingresaba más, sino que le salía la cuenta a devolver. En cualquier caso, cuando a la izquierda se le pregunte cómo va a pagar tal o cual fabulosa propuesta que cueste un dineral, que al menos se moleste en buscar otro comodín para explicar su financiación.
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