Una peña sanferminera mete el retrato de un etarra en su pancarta y a una diputada de VOX casi le sacan un ojo de una pedrada en un mitin en la CAV. Los hechos son tan graves como las reacciones. Las reacciones explican los hechos. El honorable, razonable, moderado y sensato Urkullu, por ejemplo, rechaza la pedrada a la diputada por un lado, pero dice que la diputada iba provocando por otro. El violador y la minifalda de retroalimentan. La teoría del violador y la minifalda lleva décadas siendo la doctrina aplicable a la violencia nacionalista. El primer tuit de Urkullu podría ser impecable, problemas gramaticales aparte, pero es impensable sin la segunda parte.
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En las redes sociales proliferaron las justificaciones a la violencia contra VOX. Recuérdese que Bildu hasta llevó al parlamento vasco una propuesta en la que venían a pedir es que Ciudadanos, PP o VOX no pudieran realizar actos electorales en la CAV porque eran una provocación. Si no tienen representación, es que vienen a provocar. Por otro lado, si intentas pedir el voto y te lanzan una pedrada y acosan a los asistentes a los mítines es difícil que llegues a tener representación.
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Jorge Javier Vázquez calificaba la semana pasada de fascista a VOX en el Sálvame. Casi no hay partido nacionalista o de izquierdas en España que no haya calificado a VOX como partido fascista. No digamos opinadores, conductores, culturetas y famosillos varios. Si VOX es el fascismo y es legítimo luchar contra el fascismo, incluso violentamente, la pedrada es una consecuencia lógica del discurso dominante.
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Por boca de Echenique, Podemos todavía fue un poco más lejos y negó la existencia de la agresión, asegurando que era un montaje con ketchup. ¿Es Echenique realmente parapléjico o será también un montaje? La pregunta está al nivel moral del propio Echenique.
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No hay partido nacionalista o de izquierdas que no haya calificado a VOX como fascista, pero en realidad tampoco hay partido nacionalista o de izquierdas que no haya calificado también de fascista, o de ultra, o de golpìsta, al PP, Navarra Suma o Ciudadanos. Todo lo que no es la izquierda o el nacionalismo es fascismo. Y al fascismo es legítimo combatirlo con las armas en la mano. Los matices son sinuosos y otra vez más nos recuerdan a la vidriosa relación del nacionalismo, todo el nacionalismo, con la violencia nacionalista. Si España en realidad es una dictadura opresora que atenta contra los derechos del pueblo vasco, como han mantenido siempre todos los nacionalistas, ¿no es en realidad más coherente la postura de la izquierda abertzale que la del nacionalismo “moderado”? Si luchar contra la opresión y la dictadura no sólo es legítimo sino casi un deber, ¿cómo puede el nacionalismo moderado condenar la violencia del nacionalismo radical? ¿Cómo puede justificar el propio nacionalismo moderado el no sumarse a la lucha violenta?
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Es decir, resulta un tanto hipócrita marcar a una serie de personas como fascistas y después condenar la violencia que se ejerce contra ellas al amparo de la lucha contra el fascismo. El que ejerce la violencia contra esas personas casi podría decirse que es más consecuente que el que simplemente sienta las bases para que esa violencia esté justificada.
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Paradójicamente nos hemos hartado de escuchar durante las pasadas décadas que cualquier idea es defendible si se defiende por medios pacíficos y democráticos. Salvo las ideas de VOX, al parecer. O las del PP. O las de Ciudadanos. Según tengan el día la izquierda y el nacionalismo.
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La izquierda abertzale, sin embargo, salvo por un pequeño paréntesis temporal siempre ha podido incluso defender sus ideas por medios democráticos y al mismo tiempo a bombazos. Si durante un breve lapso no se le hubiera obligado a tener que elegir, seguramente aún seguiría matando. El nacionalismo moderado, por cierto, siempre se negó a que se le obligara a la izquierda abertzale a tener que elegir entre votos o pistolas o ser ilegalizada.
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Respecto a si VOX es una formación fascista, ya de entrada resulta llamativo que no es la gente de VOX la que va a tirar piedras a los asistentes a los mítines de las demás formaciones, sino que es VOX quien tiene que soportar que le vayan a tirar piedras a sus mítines.
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¿Es fascista VOX? ¿Resiste un análisis riguroso esa afirmación? Quienes justifican, niegan o edulcoran la violencia contra VOX sin duda sí que lo son.
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Interesa recordar que ya durante el estado de alarma, cuando muchos españoles empezaron a protestar con sus cacerolas o sus pancartas contra la gestión de la crisis, la extrema izquierda comenzó a atacar violentamente esas manifestaciones. En los últimos tiempos se está normalizando que la derecha no pueda realizar ningún acto público sin ser acosada. En otro momento la pregunta seria, ¿quién puede hacer una campaña electoral libre y normal en el País Vasco? ¿Puede VOX? ¿Puede el PP? ¿Puede Ciudadanos? La pregunta es si vamos hacia un escenario en el que estas fuerzas no puedan hacer actos políticos con normalidad en ningún sitio de España. Como en la CAV. Como en Cataluña.
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Es posible que para oponer un ejemplo contrario a todo esto pueda encontrarse una agresión puntual contra un izquierdista o un nacionalista, pero en tal caso sin duda se habrá producido la rotunda condena de PP, Na+, Ciudadanos y VOX, así como de todos los escasos medios, opinadores y personajes que pueden coincidir con los planteamientos de alguno de estos partidos. Igualar la violencia que padece la derecha con la que puede padecer la izquierda o el nacionalismo es como la famosa pretensión de que una paella con un grano de arena y una playa con un grano de arroz son exactamente lo mismo.
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Al final de esta reflexión llegamos a la pancarta de la Armonía Txantreana con el retrato del asesino de Tomás Caballero. La Federación de Peñas en bloque apoya la pancarta de Armonía Txantreana. ¿Dónde está en realidad la sorpresa? ¿Cuánto hace que todas las peñas son la misma peña? ¿Cuándo hubo una pancarta que criticara la violencia nacionalista? ¿Cuánto hace que la izquierda abertzale tiene secuestradas las peñas? ¿Alguien piensa que décadas después va a haber aún una reacción interior? ¿Los “txabales” que tiran piedras a los asistentes a mítines de VOX van a permitir una reacción interior?
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Por el contrario, es mucho más probable una reacción exterior. Por lo pronto ya hay dos peñas fuera de esa siniestra federación de peñas de la izquierda abertzale: la Peña Mutilzarra y Pompaelo. Seguramente es ya imposible desnazificar las otras peñas, pero se pueden crear otras nuevas para que haya peñas alternativas, ya sea para el que se quiera incorporar por primera vez a una peña sanferminera o para el que quiera huir de una vez de las existentes.
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Por lo demás no tiene sentido comentar las pancartas de las peñas si ya comentamos las del año anterior y el anterior. Todas las pancartas de todas las peñas de la federación de peñas todos los años son la misma pancarta. Al final, ¿tanta diferencia había entre el apoyo a los presos en general o a Patxi Ruiz este año en particular? Y el PSN, ¿se va indignar y les va a cortar la financiación o sólo se va a indignar? ¿Va a indignarse y romper relaciones con los partidos que le hacen la vista gorda a la pancarta o sólo se va a indignar?
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5 respuestas
En el manual de A. Neuberg, Der Bewaffnete Aufstand (La Insurrección Armada) que sirvió durante el período de entreguerras a la formación de cuadros comunistas por la KOMINTERN puede leerse:
«Entre las principales actividades legales para asaltar el poder se encuentra la infiltración de miembros del Partido en organizaciones no-partidistas con el fin de utilizarlas para ejercer influencia a favor de la subversión…
El objetivo es convertir una sociedad sana, fuerte e inexpugnable en un cuerpo enfermo, cansado y sin ánimos de resistir… Los objetivos de infiltración más importantes tendrán como destino los sindicatos, la función pública, el gobierno, el ejército, los medios de comunicación y las asociaciones civiles, científicas y religiosas». Aunque en el manual se les olvidó mencionar a las peñas de Pamplona, esa es la demostración de que estas no están «nazificadas», están «leninficadas».
Por otra parte, según tengo entendido, Tomás Caballero fue presidente de la peña Oberena. ¿Ha roto Oberena con la Federación de Peñas? ¿Ha protestado o repudiado la asquerosa pancarta? ¿Est
(perdón por el salto) ¿Cuantos oberenistas se han dado de baja de la peña, como protesta por esa ofensa a su antiguo presidente?. Ahí lo dejo.
Manifiesto de Oberena:
Manifestamos además nuestro más enérgico rechazo a la pancarta de Armonía Txantreana. Tampoco compartimos la postura de la Federación de Peñas y anunciamos que la Peña Oberena, no participará ni compartirá espacio en ninguna exposición con esa pancarta.
Por último, nos gustaría mandar todo nuestro apoyo y cariño a la familia de Tomás Caballero, una persona que tanto ha significado para Pamplona y sobre todo para la historia de Oberena. Su recuerdo siempre estará entre nosotros.
¡¡¡YA FALTA MENOS PARA SF2021!!! 370 días y bajando
Institución Oberena y Peña Oberena
De Navarra, totalmente de acuerdo, salvo en » ¿Cuantos oberenistas se han dado de baja de la peña, como protesta por esa ofensa a su antiguo presidente?» A esta pregunta diré que espero que ninguno. No abandonen el campo de batalla. Planteen pelea, no se vayan.
De acuerdo, Javier31, siempre que planten cara a la indecencia, perfecto.