El nacimiento de la Ikurriña: Jaungoikoa eta Lege zarra (Dios y Ley Vieja).
Según sabemos a través de Luis Arana, el diseño actual de la Ikurriña por parte su hermano Sabino se produjo entre febrero y julio de 1894. La presentación oficial de la bandera en sociedad se produjo el 14 de julio, al abrirse el primer batzoki en el número 22 de la calle Correo de Bilbao. Inicialmente, la Ikurriña fue concebida como bandera de Vizcaya.
Sabino Arana, a través de un personaje en uno de sus escritos (La bandera fenicia, 1895), describe tanto los elementos que componen la Ikurriña como su significado:
El Escudo Bizkaino ya esta descrito. Ahora te voy a explicar su conformidad con el Lema, y luego hablaremos de la Bandera. No ignoras que el lema de Bizkaya ha sido Jaungoikua eta Foruak que nosotros hemos sustituido por Jaun-Goikua eta Lagi-Za´ra:, que significa lo mismo, pero es más euskérico que aquel. Traducido al castellano quiere decir Dios y Ley Vieja, esto es, Tradición Religiosa y Tradición Política. Con el primer término se significa el Derecho de Dios en Bizkaya; y con el segundo, el Derecho Nacional de Bizkaya. El término eta (y) quiere decir que en Bizkaya se deberá realizar simultáneamente lo que significan el primero y el tercer término del Lema. El ir Jaun-Goikua antes que Lagi-Za´ra:, quiere decir que la legislación bizkaina debe supeditarse en un todo a las leyes religiosas y morales. Pues bien: lo que en el Lema significa Jaun-Goikua, significa en el Escudo la Cruz blanca, en lo que en aquél expresa Lagi-Za´ra:, expresa en éste el Roble, y como las leyes e instituciones de Lagi-Za´ra: son nacionales, esta nacionalidad o independencia está representada en el Escudo por las cruces verdes de San Andrés; el eta del Lema equivale en el Escudo a la unión de la Cruz y el Roble; y, por último, así como Jaun-Goikua ocupa en el Lema el lugar preferente, así la Cruz se colocó antes sobre el Roble, y hoy se coloca en el centro del mismo. Ya ves que la relación y conformidad entre el Escudo y el Lema de Bizkaya es perfecta.
La Bandera, como te he dicho, no la usó Bizkaya antiguamente; pero la que tenemos los nacionalistas no es tampoco inventada por nadie, sino expresión exacta del Lema y el Escudo como verás. El fondo de nuestra Bandera es rojo, como el fondo del Escudo. Esto, en primer lugar, así tiene que ser. Ahora verás como los signos del Escudo y los términos del Lema están perfectamente representados en la Bandera. La Cruz blanca de la Bandera es la Cruz blanca del Escudo y el Jaun-Goikua del Lema. Así como Lagi-Za´ra: significa a la vez leyes e independencia, pues ambos son elementos o caracteres políticos; así la Cruz verde de San Andrés representa a un tiempo por su color el Roble del Escudo y las leyes patrias, y por su forma las cruces de San Andrés del Escudo y la independencia patria. Unidos están la Cruz y el Roble en el Escudo unidos por el eta, el Jaun-Goikua y el Lagi-Za´ra: del Lema; y unidas por lo tanto en un centro común deben estar en la Bandera las dos Cruces, blanca y verde. Y así como en la unión de la Cruz y el Roble en el Escudo, aquélla ocupa el lugar preferente, y en la unión del Jaun-Goikua y el Lagi-Za´ra: en el Lema lo ocupa el primero: así también en la Bandera la Cruz blanca está superpuesta a la verde de San Andrés.
A partir de esta exégesis de la ikurriña, de la que hemos resaltado algunas frases en negrita para resaltar nuestras conclusiones, se deduce no sólo que la cruz blanca de la bandera representa a Dios como primer elemento del lema peneuvista, sino que ocupa el centro de la bandera por encima de la cruz verde expresando su preeminencia.
¿Habrá que suspender entonces el Olentzero?
Todo lo anterior nos lleva a reflexionar sobre el sentido de intentar eliminar cualquier referencia a la cruz en una cultura de raíces esencialmente cristianas. Girando la cabeza sobre su hombro, algunos de los más radicales perseguidores de crucifijos encontrarán la cruz en el mástil de su despacho, en la bandera de su comunidad o de su partido. De las palabras del propio diseñador referentes a la presencia de la cruz en la Ikurriña, no queda lugar a la interpretación ni a la duda respecto a su evidente carácter religioso. Da la impresión de que, llevada al extremo, o bien esta política de eliminación de símbolos cristianos resulta incoherente, o bien incurre en el ridículo.
