El 31 aniversario de la Constitución fue una vez más el tradicional objeto de diversos discursos y celebraciones. Como novedad, la presencia este año en el Congreso del lehendakari vasco. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, escribía en un diario que “los vascos” ven con “disgusto” la presencia del lehendakari en este acto. No es novedad que el presidente de la Generalidad también acudiera, pero no obstante cabe reseñar que allí estuvo. En su discurso como presidente del Congreso de los Diputados, José Bono declaró que la Constitución “nos es infinitamente flexible”. Una declaración tranquilizadora puesto que si un texto puede decir cualquier cosa es porque, lógicamente, no dice absolutamente nada. En cualquier caso, de cara a cualquier análisis, resulta interesante repasar tanto a escala nacional como por comunidades los resultados de aquel referendum ya lejano de 1978.
Lo primero que podemos comprobar, a la luz de los resultados, es que el sí a la Constitución fue ampliamente mayoritario en toda España y en todas y cada una de las comunidades autónomas. Significativamente, el “sí” en Cataluña fue superior al promedio. Como anomalía, se produjo una importante abstención en el País Vasco. No obstante, el sí resulto abrumadoramente mayoritario entre quienes votaron. Es por ello que, complementariamente a los resultados de 1978, traemos también a colación los resultados del referendum del Estatuto de Cataluña, muy similares a los del 78 en la CAV en cuanto a participación y resultado, pero indiscutidos sin embargo en el espectro nacionalista.
En cuanto a Navarra, los resultados son similares a los del resto de España. Lo son al menos en términos de participación. Aunque la Constitución se votó como un conjunto, recabó sin embargo un rechazo particular en ciertas capas de la población navarra, en relación con la Disposición Transitoria Cuarta cuya inclusión dio lugar a la aparición de UPN, formación que actualmente se ha convertido en el partido navarro más votado.