Hace poco me enviaron este texto adjunto como atribuido al famoso libro de CS Lewis : Cartas del diablo a su sobrino .
Fue uno de mis libros favoritos en mi época universitaria y la verdad , su fondo y forma encaja perfectamente con el tono y espíritu de tan brillante obra . Escrita en medio de la segunda guerra mundial ,es la recopilación de artículos publicado en Manchester Guardian por entregas semanales a modo de artículos breves (un poco como el libro recopilatorio de Navarra Confidencial «hay un progre en mi sopa» pero a lo bestia ).
Quizá podría resumirse el libro con el aforismo «del enemigo el consejo» , ya que se pretende poner en evidencia las estrategias del demonio y sus secuaces.
De agudo humor satírico, derrocha finura y ortodoxia teológica, más pragmática que muchos libros de santos. Si no lo han leído , no dejen de hacerlo , porque si la naturaleza humana no ha cambiado desde Adán a Cantinflas , menos aún lo ha hecho desde 1942 , un ahora∞continuo en la historia de las almas que transitan por este mundo.
El viejo y experimentado demonio Escrutopo , es el coach y mentor de su sobrino Orugario , al que alecciona y entrena con rencoroso desamor para llevar a las almas que le han caído en suerte como «pacientes» a las calderas de pedro botero. Y van saliendo en sus XXXI cartas todos los pecados capitales y provincianos , los éxitos y fracasos bajo el punto de mira de los «señores oscuros».
No les vamos a hacer un spoiler que dicen los cursis ni un destripe que dirían los castizos. ¡Ah! y el cristiano Lewis se lo dedicó a su cristiano amigo Tolkien (del del señor de los anillos…) , cuando la cultura no parecía cosa de progres .
Cómprenlo en papel a ser posible y sepan las estrategias del enemigo , que aunque derrotado fue , muchos no lo saben y parece que «él» tampoco.
El texto que prosigue , y que por su sentido y forma bien podría haber formado parte de esas XXXI cartas, podemos bautizarla como la XXXII carta apócrifa en tiempos del COVID.
Y vive Dios que atina la anónima mano …
Atribuido a «Cartas del diablo a su sobrino» de C. S. Lewis, autor de las crónicas de Narnia.
El libro se publicó en el año 1942.«- ¿Y cómo lograste llevar tantas almas al infierno en aquella época?
– Por el miedo.
– Ah, sí. Excelente estrategia; vieja y siempre actual.
¿Pero de qué tenían miedo? ¿Miedo a ser torturados? ¿Miedo a la guerra? ¿Al hambre?…– No. Miedo a enfermarse.
– ¿Pero entonces nadie más se enfermaba en esa época?
– Sí, se enfermaban.
– ¿Nadie más moría?
– Sí, morían.
– Pero, ¿no había cura para la enfermedad?
– Había.
– Entonces no entiendo…
– Como nadie más creía o enseñaba sobre la Vida Eterna, y la Muerte eterna, pensaban que solo tenían esa vida, y se aferraron a ella con todas sus fuerzas, incluso si les costaba su afecto (no se abrazaban ni saludaban, ¡no tenían ningún contacto humano durante días y días!); su dinero (perdieron sus trabajos, gastaron todos sus ahorros),
¡Y aún se creían afortunados estando impedidos de ganarse el pan!;
Su inteligencia (un día, la prensa decía una cosa y al día siguiente, se contradecía, ¡Y aún así se lo creían todo!).
Su libertad (no salían de la casa, no caminaban, no visitaban a sus parientes…¡Era un gran campo de concentración para prisioneros voluntarios! ¡Jajajajajaja!).
Aceptaron todo, todo, siempre y cuando pudieran prolongar sus vidas miserables un día más.
Ya no tenían la más mínima idea de que Él, su Creador, y solo Él, es quién da la vida y la termina.Fue así de sencillo.
“Tan fácil como nunca había sido.»
Un comentario
je je, ¿seguro que ese párrafo no está en el libro original? ,gracias por el encuadre y por recordar libros de fondo que no pasan de moda.