Ante los enormes sacrificios que están teniendo que afrontar las empresas para intentar superar la crisis económica traída por el coronavirus y las medidas de confinamiento, numerosas voces comienzan a levantarse entre el empresariado reclamando un sacrificio al sector público comparable al que el sector privado está teniendo que realizar. Más aún cuando el sacrificio del sector público no es ya que no sea comparable, sino que de momento no se ve por ninguna parte.
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Vozpópuli publicaba ayer la queja de organizaciones empresariales como el Círculo de Empresarios, que reclaman que los empleados públicos que no están teletrabajando ni tampoco trabajando presencialmente se acojan a un ERTE de la Administración: «A los funcionarios no se les puede echar, pero sí puedes reducirles o suspenderles el empleo», declaraba el presidente del Círculo de Empresarios, John de Zulueta, a ese mismo medio.
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Efectivamente, un ERTE en la Administración supondría un apreciable ahorro para el estado ya que los afectados por estos expedientes pasarían a cobrar un 70% de la base reguladora con un máximo de 1.098,09 euros al mes. Hay que tener en cuenta que el esfuerzo del sector privado y los gastos del sector público son vasos comunicantes. El sector privado está haciendo un esfuerzo extraordinario para intentar sobrevivir mientras que el sector público no afronta ningún sacrificio. Pero si el sector privado queda diezmado, también acabarán diezmada la financiación que el sector público obtiene del privado. El sector público, manteniendo sus gastos, puede estrangular al sector privado, pero estrangulando al sector privado acabaría estrangulándose a sí mismo.
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El número de asalariados públicos en España supera los 3,2 millones de personas, de las que casi 2,6 millones son funcionarios. Los gastos de personal de los empleados públicos ascienden a 127.000 millones de euros anuales, para hacernos una idea eso cuesta unos 8.000 euros por hogar.
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Es absurdo pensar que esta crisis la van a capear por un lado los empleados públicos en un barco y el sector privado por otro lado en un barco distinto. Todos vamos en el mismo barco. El sector público y el privado no son dos burbujas aisladas. No es justo y además no es sostenible que sólo el sector privado tenga que hacer todos los esfuerzos. Más aún teniendo en cuenta que los funcionarios disfrutan de una seguridad laboral con la que no cuentan los trabajadores del sector privado y que además cobran sueldos mayores que los del sector privado.
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Más allá de la contribución al esfuerzo colectivo que se les pudiera pedir a los empleados públicos, nos encontramos también con la necesidad de afrontar recortes en el gobierno. No puede ser que el gobierno exija a los ciudadanos un esfuerzo sobrehumano sin examinar qué gastos pudieran ser revisables o considerados ahora mismo no esenciales en el sector público. Volviendo a citar al presidente del Círculo de Empresarios, «Manteniendo todo lo que cubren los 22 ministerios, creemos que se podrían quedar en 12».
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También consideran los empresarios que se podría reducir significativamente los 110 asesores del Gobierno, los 56 asesores de secretarios de Estado, los 28 secretarios de Estado y los 260 altos cargos que ha designado Pedro Sánchez: «Nadie habla de esto ni mira esto. Es un drama. Hay empresas quebrando cada día, hoteles y restaurantes que tienen cero ingresos en un país eminentemente turístico. Y el Gobierno sigue operando a todo gas, con todos sus asesores. Lo único que ha hecho es alargar la mesa para que haya dos metros de separación entre cada uno… la mesa es como un campo de fútbol».
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2 respuestas
ESta es la madre de todas las batallas ,. en casi todos los países del mundo los empleados del estado son CONTRATADOS, ese concepto surrealista de «plaza en propiedad» no hay por donde cogerlo, puede hab er expceciones en fiscales y gente de manera excpecional pero no lo que pasa en ESPAÑA que no sucede en la inmensa mayoría de países . Si hay menos actividad se DESPIDE y no se hace pagar AL RESTO DE ESPAÑOLLES de la economía productiva esa carga , solo pagan los que generan riqueza , o sea , los que trabajan para economía real ,con reglas de juego REALES . LOS FUNCIONARIOS PASARON DE ROSITAS la crisis del 2008 y solo la economía real y productiva se comió el marrón.Es así. La mayoría de empleados estatales (de diferentes administraciones ) lo saben y dan un silencio que otorga. No tienen la culpa ellos , es el sistema como está montando , pero como son varios millones quienes se favorecen de el no hay manera.. repito , en el resto de países NO es así. Hay que pensarlo.
¡Ojo al dato! que diría aquel:
Alemania 81.702.329 habitantes
150.000 cargos políticos, uno por cada 554 ciudadanos.
España 47.191.493 habitantes
445.568 cargos políticos, uno por cada 106 ciudadanos.
¿Para cuando un ERTE no, mejor, un ERE para limpiar semejante pesebre?. Pero estamos en lo de siempre: ¿quien y como lo va a hacer si tienen ellos la sartén por el mango?. La Sra. Txibite ya lo decía tan chula ayer en el DdN: nada de recortes ni en la estructura del Gobierno ni en nada, si no llega con los ingresos iremos al máximo de déficit y al máximo de deuda. Le faltó decir «el que venga detrás que arree».