En medio del debate sobre las libertades que está teniendo lugar, en el que bajo el pretexto del coronavirus se está cuestionando la capacidad de criticar al gobierno, Izquierda Unida ha tenido a bien aprovechar el aniversario del nacimiento de Lenin para arrojar un poco de luz sobre quién está ahora mismo en el gobierno y el riesgo para la libertad que supone.
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Es difícil pensar que Izquierda Unida publica este tuit ajena por completo al debate sobre la restricción de las libertades. Un debate en el que todo son o alabanzas al gobierno o bulos. Y los bulos, además, deben ser perseguidos con penas de cárcel. Más que poner a la Guardia Civil y la Fiscalía a investigar lo que no se puede decir, el gobierno debería publicar una lista con las cosas que se pueden decir contra el gobierno. Parece ser que los pactos de la Moncloa o de San Jerónimpo nos llevan a un régimen de ese tipo.
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Por si acaso, como decíamos, Izquierda Unida con su tuit ha querido aclarar que efectivamente esta formación no cree en la democracia ni en la libertad. Que su referente es Lenin. Que hay que elegir entre pan y libertad. Y que ellos han elegido que elijamos quedarnos sin libertad. Todos sabemos, por lo demás, que Izquierda Unida presenta un falso dilema. La gente tiene derecho a pan, pero también a la libertad. Es más, es cuando no hay libertad cuando tampoco suele haber pan. En los regímenes comunistas, por ejemplo, no hay ni pan ni libertad.
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En realidad es totalmente surrealista que un partido pueda publicar en su cuenta oficial un tuit como el que hemos visto exaltando abiertamente la figura de un dictador genocida. Los mismos que quieren borrar todo vestigio público del franquismo, incluso sacando a los muertos de las tumbas, homenajean sin pudor alguno a los dictadores comunistas. La dictadura sólo es mala cuando los dictadores no son ellos. La violencia no es inaceptable cuando se practica contra sus rivales. Izquierda Unida ha decidido dejarlo claro y no en cualquier momento, sino en un momento clave en que se cuestiona la libertad de expresión para criticar al gobierno. No olvidemos que Izquierda Unida forma parte del gobierno en este momento.
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Ningún partido de derechas podría publicar un tuit celebrando el nacimiento de Franco, de Hitler o de Pinochet, pero la extrema izquierda puede publicar sin consecuencias un tuit exaltando la figura de Lenin. En primer lugar porque sus votantes comparten los principios leninistas. En segundo lugar porque el conjunto de la izquierda no exige abandonar estos principios para homologar a estos partidos. Que haya una amenaza de extrema derecha es discutible, que hay una amenaza para la libertad de la extrema izquierda no lo es. Basta ver con la trayectoria histórica de la extrema izquierda. Basta con ver sus tuits. El mensaje esta vez, además, no es cuidado que vienen, sino cuidado que ya están en el gobierno. Sería una ligereza menospreciar el riesgo que corre nuestra libertad estando en el poder la gente que publica este tuit. Que no es por otro lado un hecho puntual. Para no ver que esta gente es una amenaza real a la libertad hay que negarse a quererlo ver.
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Un comentario
Como muestra, dos botones leninistas:
1.- Hay que ocupar el poder a hombros de la ira y la desesperación de unas masas debidamente
manipuladas, tras seleccionar y señalar un chivo expiatorio al que tildar de “enemigo del pueblo”. (Extracto del manual-guía de Lenin).
2.- «¡Camaradas! La sublevación kulak (propietarios rurales) en vuestros cinco distritos debe ser aplastada sin piedad. Los intereses de la revolución lo exigen, porque en todas partes se ha entablado la lucha final contra los kulaks. Es preciso dar un escarmiento:
Colgar, y digo colgar de manera que la gente lo vea, al menos a cien kulaks, ricos, y chupasangres conocidos. Publicar sus nombres. Apoderarse de su grano. Identificar a los rehenes. Haced eso de manera que en centenares de leguas a la redonda la gente vea, tiemble,
sepa y se diga: matan y continuarán matando a los kulaks sedientos de sangre. Encontrad gente más dura.» (Telegrama de Lenin al comité ejecutivo del soviet de Penza, 10 de agosto de
1918).
Que cada cual piense lo que quiera.