¿Debería China pagar (literalmente) por lo que está sucediendo?

Todo lo que ha sucedido en China es muy raro. Las personas que primero denunciaron el brote del coronavirus fueron represaliadas. Alguna de ellas ha muerto. La información ha llegado tarde y mal. Las cifras no cuadran con las del resto del mundo. Taiwan informó sobre el coronavirus antes que el régimen comunista chino. La falta de información precisa y puntual dificultó la reacción temprana del resto de países. Hasta que el virus no llegó a Italia (algunos ni aún así) no empezamos a hacernos cargo de la verdadera gravedad de la situación.

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Ante la más que patente irresponsabilidad del régimen comunista chino, ya hay países como Estados Unidos, Francia o Gran Bretaña que empiezan a reclamar explicaciones y responsabilidades a China, pero en Alemania ha surgido un movimiento que va incluso más allá y piensa que China debe pagar por lo que ha hecho. Cuando hablan de pagar, los alemanes lo hacen en un sentido literal.

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El detonante de esta demanda de reparación lo ha dado Bild, el mayor diario de Alemania, que abiertamente y ante la crisis económica que se está desencadenando reclama a China que pague al resto de países indemnizándoles por el perjuicio del desastre económico. Bild estima la factura alemana a pasarle a China en 150.000 millones de euros.

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Julian Reichelt, director de Bild, denuncia en un editorial dirigido al líder chino Xi Jinping que la embajada china en Berlín se ha dirigido a él protestando por su publicación, pese a lo que el editor insiste en sus denuncias y su reclamación. Reichelt insiste en que el gobierno chino conocía desde mucho antes lo contagioso y peligroso que era el virus, pero que lo ocultaron porque “Eran demasiado orgullosos y demasiado nacionalistas para decir la verdad, la cual les pareció una vergüenza nacional». De este modo, durante un tiempo precioso eligieron “dejar al mundo en la oscuridad”, llegando Bild a asegurar que China no respondió cuando los investigadores occidentales pidieron saber que ocurría en Wuhan, según informaciones del The Jerusalem Post.

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La andanada de Reichelt contra el gobierno chino señala directamente al partido comunista que “Vigila todo, a todos los ciudadanos, pero se niega a vigilar los enfermos mercados húmedos de su país. Cierra todos los periódicos y sitios web que critican su gobierno, pero no los puestos donde se vende sopa de murciélago. No sólo está monitorizando a su gente, sino que los está poniendo en peligro y con ellos, al resto del mundo”.

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El editorial, para no dejarse nada en el tintero, niega además que China sea un país innovador y denuncia por el contrario que es el “campeón mundial en el robo de propiedad intelectual”.

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De algún modo da la impresión de que en China, por motivos evidentes, más que nada porque es cierto todo lo que denuncia Bild, existe un silencio absoluto sobre todas estas cuestiones. El problema es que en el resto del mundo, por otros motivos e intereses, tampoco se denuncia nada del autoritarismo y las malas prácticas del régimen comunista chino. Si esto ya venía pasando desde hace décadas, como para pedir cuentas a China ahora con la crisis del coronavirus, no digamos que se hagan económicamente responsables del agujero mundial que han generado. Pero a lo mejor sí que tiene sentido siquiera plantearlo, o por lo menos perder el miedo mundial a denunciar al régimen chino, que quizá no por casualidad tampoco es ya el primer virus potencialmente peligroso que recientemente le exporta al mundo.

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Un comentario

  1. Pensar que China es la responsable del Covid19, sólo porque el virus empezó en Wuhan donde existe uno de los 44 laboratorios de microbiología P4 del mundo( donde se experimenta con los microorganismos más patógenos y peligrosos) y donde se ensayaba precisamente con el coronavirus es una teoría absolutamente conspiranoica.

    Los «expertos» ya han dejado claro que es una casualidad y que el virus se ha originado por comer pangolín a la brasa y que lo mismo se habría podido originar en Cintruénigo por comer caracoles.

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