La devastadora descripción sobre Uxue Barcos del fallecido José María Calleja

El periodista José María Calleja fue sin duda un periodista, escritor y opinador controvertido, pero no se le puede negar su valor en una etapa muy difícil cuando ETA entró en la estrategia de “socializar el sufrimiento”, asesinando a políticos, periodistas y todo aquel que criticara públicamente el discurso de la izquierda abertzale. Calleja no sólo se enfrentó con coraje a esa intimidación, sino que lo hizo nada menos que desde los informativos de la ETB, al frente de los cuales podría pensarse que llegó poco menos que por un fallo de Matrix. Un fallo que por otro lado Matrix corrigió al cabo de un tiempo y precisamente al hilo de esa correción viene a cuento la figura de Uxue Barcos. Porque efectivamente, Barcos fue la respuesta de Matrix al fallo que había representado Calleja, pero no adelantemos los acontecimientos.

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José María Calleja, con 64 años, ha sido la penúltima víctima conocida del coronavirus en España. Lógicamente en el día de hoy proliferan las reseñas en recuerdo de este aguerrido periodista. Una de las reseñas más interesantes es la de la periodista María Jiménez Ramos que, recordando una entrevista personal en julio de 2016, describe el cese de Calleja como presentador de los informativos de la ETB y su sustitución por Uxue Barcos contado por el propio Calleja. Atención a la descripción de Barcos que realiza Calleja.

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“Julio del 95. Me llama el director de la televisión pública y me dice aquella frase, dos puntos comillas: ‘Calleja, tu especial beligerancia con la violencia me plantea problemas en mi entorno’. Cierro comillas. Y yo, con esta cosa que tengo, le dije: ‘Joder, pues cambia de entorno’. No le hizo ni puta gracia. ‘Además, como vas con escolta, no puedes ser objetivo’. Y yo le dije: ‘Hombre, como soy objetivo, por eso me han puesto escolta’. No le hizo ni puta gracia. Pensé: ‘Estoy muerto’. Me ofreció una pasta. Yo cobraba un dineral, muchísimo dinero, pero muchísimo dinero, era sueldo de estrella porque era autónomo, no estaba en plantilla. Me ofreció un dineral, quitarme de los informativos y ponerme a hacer programas. Yo le dije que agur. Y pusieron a Uxue Barkos y en el Egin dedicaban páginas y páginas. Titulaban: ‘La caída’. La caída era yo, claro. Se ha ido el español que crispa y llega el sirimiri que acaricia la hierba, Uxue Barkos. Me pegué tres meses llorando”.

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Las palabras de Calleja puede que sean la descripción de Uxue Barcos más devastadora jamás llevada a cabo. Por un lado es el relato de una época terrible, en la que los rivales del nacionalismo eran sistemáticamente asesinados, pero también la descripción de un régimen liberticida impuesto por el nacionalismo vasco, así como el lugar y el papel de alguien como Barcos en ese lamentable escenario. Un papel, por cierto, totalmente subalterno, de papagayo del régimen, de sustituta del represaliado político como esquirola del régimen, por su destreza para convertirse en el “sirimiri que acaricia la hierba” frente al periodista crítico con el régimen.

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De presentadora de los informativos de la ETB, en lo que seguramente es una sucesión lógica, Barcos pasó a ser diputada de Nafarroa Bai y finalmente presidenta de la Comunidad Foral. Sin duda Uxue Barcos ha ocupado puestos importantes, pero a veces lo importante es el puesto y no el ocupante, que puede ser simplemente el “sirimiri que acaricia la hierba”. Alguien es realmente importante precisamente cuando ocupa un puesto pese a tener voz propia y no gracias a ser sirimiri. La reseña de Calleja también es la respuesta a la pregunta de cómo contribuyó el nacionalismo a la derrota de ETA. Pues quitando la voz a Calleja y cambiándolo por una aplicación de sonido de lluvia. El director de la ETB le dijo a Calleja que lo echaba porque “tu especial beligerancia con la violencia me plantea problemas en mi entorno”. Del relato de Calleja se deduce que Barkos, por lo visto, no le generaba al director en su entorno tantos problemas con su beligerancia con la violencia.

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