Duelo dialéctico entre UPN y PSN a cuenta, una vez más, del polémico rector de la UPNA. En esta ocasión a propósito de los carteles y diversa parafernalia de apoyo a Segi que, durante horas y ante la aparente pasividad del rectorado, engalanaron las paredes y la fachada de la UPNA. El PSN se opone a que Julio Lafuente ofrezca explicaciones sobre su actuación en el Parlamento a todos los navarros.
Lafuente y el Parlamento.
Llama la atención que el rector de la UPNA acuda al Parlamento a solicitar recursos, pero que luego sea un problema que acuda a ofrecer explicaciones sobre sus actos (o su aparente pasividad, en este caso). Bien es cierto que el rector de la UPNA sólo responde electoralmente ante los estudiantes y el personal de la UPNA; es decir, los beneficiarios directos de los recursos que obtiene en el Parlamento. No obstante, resulta llamativo que sean los beneficiarios de estos recursos y no los contribuyentes que los aportan quienes juzgen la gestión -y en su caso nombren- al rector de la UPNA. Podría parecer una falta de respeto a los contribuyentes que ni siquiera se les ofrezca alguna explicación cuando se le reclame acerca de tal o cual aspecto de la gestión de la UPNA. Resultaría poco comprensible que una parte de la clase política navarra, despreciando a los contribuyentes, olvidara en el Parlamento el deber de los servidores públicos de rendir cuentas al pueblo que paga sus aciertos, sus errores, y en todo caso sus sueldos. Tampoco tiene sentido que los navarros empiecen a percibir a Julio Lafuente no tanto como el rector de la UPNA, sino como un funcionario sobreprotegido por el PSN.