El virus del coronomunismo

La vertiente sanitaria-humanitaria de la crisis del coronavirus no puede eclipsar la alarma debida ante algunas de las medidas políticas y económicas de enorme alcance que está poniendo en marcha el gobierno de Pedro Sánchez. Nadie duda de la gravedad del problema humanitario al que nos enfrentamos por culpa del coronavirus, pero teniendo un partido comunista en el poder (o dos) las soluciones que a este gobierno se le ocurren son, lógicamente, soluciones comunistas de manual, por no decir soluciones catastróficas de manual. He aquí tres ejemplos recientes que en cualquier otra situación hubieran parecido un delirio bolivariano, y que por desgracia no dejan de ser delirios bolivarianos pese a lo excepcional de la situación.

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Prohibir los despidos

Con toda naturalidad y como si tal cosa la sociedad española ha aceptado que el gobierno prohíba los despidos de un día para otro. Sin debate parlamentario. Sin darle mayor importancia. Asumiendo que acabar con el paro era tan sencillo como prohibir los despidos (o encarecerlos para ponerles un coste prohibitivo) y que parece mentira que una idea tan sencilla no se le hubiera ocurrido a nadie antes. Para reducir el paro a cero hubiera bastado desde el principio prohibir los despidos. Así de fácil. Sin tener en cuenta las ventas de las empresas, los ingresos de las empresas ni los costes de las empresas. Simplemente se prohíben los despidos y ya está. Las empresas, al no poder reducir plantilla como una de las medidas a adoptar ante una caída de ventas e ingresos para sobrevivir a la crisis, quedarán divididas entre las que salgan adelante con toda la plantilla o las que quiebren con toda la plantilla. Por decreto dejan de existir empresas que sobrevivan con algún tipo de reducción de plantilla. Pero claro, lo mismo el gobierno aparece mañana con un decreto que prohíba las quiebras y asunto resuelto. Tampoco está claro si la noticia es que se prohíben los despidos o que el gobierno acaba de liquidar sin que nadie se entere el subsidio de desempleo. Pero ustedes aplaudan que no está la cosa para bromas y hay que remar juntos hacia el abismo.

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Nacionalizar el sector privado e incautarse de los ahorros de todos los españoles

Pablo Iglesias ha animado este fin de semana las ya de por sí turbulentas aguas tuiteras publicando un mensaje en el que, citando la Constitución, indica que toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. ¿Qué quiere decir con eso el líder ultraizquierdista de Podemos? ¿Que va a nacionalizar el sector privado? ¿Que el gobierno se va a incautar de los ahorros de todos los españoles?

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Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general (Artículo 128 de la Constitución) #EsteVirusLoParamosUnidos pic.twitter.com/nLP6VYPvkB

— Pablo Iglesias 🔻{R} (@PabloIglesias) March 29, 2020

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Podríamos pensar que nos encontramos ante los delirios y los disparates de unos zumbados, pero el jefe de los zumbados es el vicepresidente segundo. ¿Por qué envía ese mensaje ahora? La pregunta es si cuando el vicepresidente envía en plena crisis un mensaje que aterroriza a los mercados, los ahorradores, los inversores y los empresarios, lo hace consciente o inconscientemente, y cuál de las dos posibilidades es más inquietante de las dos.

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Recordemos que no hace mucho la entonces candidata podemita en Andalucía, Teresa Rodríguez, proponía que el gobierno se incautara de los ahorros de los españoles para crear una banca gubernamental, ya que el dinero de la gente en los bancos privados era improductivo y había que invertirlo en causas sociales. Como si el dinero que la gente mete en el banco se quedara en la caja del banco. Como si invertir en causas sociales no fuera frecuentemente repartir el dinero de los demás entre los propios adeptos. Como si no tuviéramos el precedente reciente de la quiebra sistémica de las cajas de ahorros.

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https://twitter.com/i/status/1244241267447472129

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En todo comunista hay un germen dictatorial porque la base del estatalismo es que la libertad de la gente es un peligro para la prosperidad. La gente no sabe usar su dinero. No sabe usar en general su libertad. Por eso el gobierno tiene que quitar a la gente el dinero y la capacidad de decisión. La experiencia histórica había demostrado que el comunismo es una ideología catastrófica pero ahora el coronavirus ha venido a demostrar que la democracia era un error, que la libertad es una debilidad y que una dictadura comunista que convierta el país en una cárcel (ya tenemos la mitad del camino hecho con la reclusión domicialiaria) es la mejor solución.

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Naturalmente Pablo Iglesias cita la Constitución a trozos. El artículo 33, por ejemplo, establece que “Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia”, que “la función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes”, y que en todo caso “Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes”. Pero claro, si con este gobierno tus hijos no son tuyos, como para pretender que sea tuyo tu dinero. El nivel de incompetencia de Pablo Iglesias para su puesto lo evidencia el hecho de que el pavor de los ciudadanos tras su tuit convirtió en trending topic durante todo el día el hastag #corralito.

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El monopolio informativo gubernamental

Este fin de semana ha sido pavoroso y una constatación más de que el gobierno controla absolutamente los grandes medios en España, a los que tiene absolutamente a su servicio. Al Aló presidente de Pedro Sánchez que se va convirtiendo en rutina se ha sumado el periplo televisivo de Irene Montero y en general un despliegue gubernamentalista aplastante en todos los canales. En medio de la escasez nacional de material sanitario, lo único que abundan son las comparecencias televisivas de Pedro Iglesias. A esto se suma que las preguntas al presidente están filtradas y que ahora existe nada menos que un “relator” que hace de intermediario entre la prensa y el presidente u otros portavoces, censurando no ya las preguntas sino a veces hasta las respuestas de los propios portavoces de la administración cuando no coinciden con el relato gubernamental.

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El secretario Comunicación ya no sólo filtra preguntas sino qintenta corregir al DAO d ⁦@policia⁩ para defender retraso medidas ⁦@desdelamoncloa⁩ .Pero a ⁦@maoliverf⁩ le sale mal la manipulación de la compra de guantes y mascarillas. Visto en ⁦@24h_tve⁩ 👇 pic.twitter.com/ldCUwkyb8v

— Plataforma TVE Libre (@TvPlataforma) March 28, 2020

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Pedro Sánchez comparece, pero sin oposición, solamente para explicarnos lo bien que lo está haciendo todo. Por supuesto esta situación no tiene nada que ver con la lucha contra el coronavirus, es un recorte salvaje de la libertad de prensa que se ha impuesto aprovechando la emergencia sanitaria y que no guarda relación alguna con los contagios ni la curación de los españoles. De lo que se trata es de que el relato del gobierno sea omnipresente en los medios y lo están consiguiendo.

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Desde luego sería una ingenuidad pensar que el problema Podemos. El problema es el PSOE. Podemos es un partido perfectamente prescindible. Es el PSOE el que, teniendo alternativas, quiere asociarse con Podemos y aplicar su recetario. El PSOE no es ahora mismo mejor que Podemos, forma parte del problema tanto o mas que Podemos. Pensar que el PSOE sin Podemos sería maravilloso es wishful thinking. Es como la madre A que piensa que los problemas de su hijo no son culpa de su hijo, que es estupendo, sino de las malas compañías de su hijo. La madre B también piensa que su hijo es maravilloso y que en realidad la mala compañía es el hijo de la madre A. Como nosotros no somos la madre del PSOE no tenemos esa necesidad de salvarle la cara o esa imposibilidad de verle como es en realidad.

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