Navarra.com publicaba ayer una información estremecedora. Las UCI navarras ya no aceptan pacientes con coronavirus de más de 79 años. Los enfermos de más de 79 años quedan vendidos a su suerte porque ya no hay camas UCI para todos los pacientes que se van acumulando.
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La noticia no nos sorprende porque hace sólo unos días nos preguntábamos si se estaba practicando el triaje en las UCI españolas y los datos del Ministerio de Sanidad resultaban bastante indicativos al respecto. Aunque son el colectivo más vulnerable, el que tiene mayor número de hospitalizados y también el mayor número de muertos, sólo un 7% de los infectados que están en la UCI en toda España tienen más de 80 años. La cifra contrasta con el 27% de los pacientes de 60 a 70 años y con el 34% de los de 70 a 80. Si el triaje es real, esto es justo lo que veríamos. Recordemos que el triaje es la práctica medica que se da en situaciones de guerra o catástrofe, en las que la falta de recursos obliga a seleccionar a los pacientes a los que se trata y a los que no. En tal situación sólo se trata a los que se estima que tienen mejores posibilidades de superar la enfermedad o más vida por delante. Obviamente esto provoca la muerte de pacientes que, si hubiera recursos para atenderlos, también podrían salir adelante.
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Si la noticia ya resulta conmovedora de por sí, choca además frontalmente con las declaraciones de los responsables del gobierno foral, indicando que hay camas UCI suficientes, que todo está controlado y que no hay peligro de colapso. Todo indica además que si el triaje es un hecho ya hoy, la situación empeorará en los próximos días e incluso semanas, conforme aumente el número de contagiados sin aumentar proporcionalmente la cantidad de medios.
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Lo que protege de verdad a la gente es la buena gestión, no la verborrea populista
Atrás quedan las declaraciones sociales y las floridas soflamas progesistas diciendo que esta crisis sanitaria la íbamos a superar sin dejar atrás a nadie. O que con un gobierno de izquierdas se iba a cuidar especialmente a los más vulnerables. No es verdad. Y no es verdad porque el gobierno está reaccionando tarde y mal a todo lo que sucede. Pedirle anticipación sería ya demasiado. Como consecuencia los profesionales sanitarios afrontan carencias de todo tipo. Compras que se deberían haber iniciado hace semanas se intentan hacer ahora, pero ahora todo es tan complicado en tantos países a la vez que la demanda supera en gran medida la oferta disponible de equipamiento Tampoco parece que el ingenio o la comunicación con el sector privado sea un talento del que pueda presumir este gobierno. Es posible que lo que está sucediendo fuera imprevisible en enero, tal vez incluso en febrero, pero desde luego ya no en marzo. Desgraciadamente vamos a pagar un alto precio por el hecho de que el último en este país en enterarse de lo que se nos venía encima haya sido el gobierno.
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