El hecho incuestionable es que parece que alguien ha cambiado, o el PSOE o Bildu. La discusión es quién de los dos ha cambiado. ¿Se ha moderado Bildu? ¿Se ha radicalizado el PSOE? En realidad lo mismo nos podríamos preguntar respecto a todos los socios y apoyos del PSOE, pero siquiera por la entrevista de ayer de Cerdán nos centraremos en Bildu.
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Cerdán explicaba ayer de esta manera en Los desayunos de TVE la participación de sus socios en la manifestación de la izquierda abertzale en Bilbao en apoyo a las reivindicaciones de los presos no arrepentidos de ETA: «Es una manifestación más en las que se pide el cumplimiento de la ley. Si miramos un poco la historia reciente, cuando gobernaba Aznar en una semana se acercó a 109 presos. Tenemos que verlo con normalidad».
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O sea, que la izquierda abertzale se manifiesta a favor de la legalidad española, de la que es una gran defensora, que por lo visto no se cumple, y cuyo cumplimiento por lo visto no reclama en los tribunales españoles ni internacionales, sino en la calle manifestándose. Seguramente Cerdán no recuerda que, precisamente respecto a la dispersión, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se ha pronunciado respaldando al estado español frente a los abogados de la izquierda abertzale. El cumplimiento de la legalidad, por tanto, seguro que no es lo que el sábado reclamaba la izquierda abertzale junto a otros acérrimos defensores de la legalidad como la Esquerra Republicana. La mención a Aznar y su acercamiento de los presos resulta sumamente esclarecedora. Más allá de aquel malentendido con un coche bomba tratando de asesinarlo, por fin entendemos el tradicional aprecio y la admiración de la izquierda abertzale por Aznar. Ahora se explica todo. Gracias, señor Cerdán.
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Cerdán añadió a sus justificaciones que ETA ha desaparecido hace 8 años y que ahora «Toca afrontar ese final de ETA y esos pasos que está dando EH Bildu, pasos hacia la normalización de la política. Entre todos tenemos que seguir ayudando para que eso sea así».
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Las explicaciones de Cerdán resultan un tanto confusas porque, recurriendo al argumento temporal, lo mismo el PSOE podría pactar con la Falange, teniendo en cuenta que el régimen franquista desapareció hace casi 45 años. O con el partido nazi, teniendo en cuenta que Hitler desapareció hace 75 años, con lo que lleva desaparecido 67 años más que la ETA.
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La normalización de Bildu resulta también un tanto confusa por lo que la misma Bildu decía sin ir más lejos la semana pasada, durante el debate de investidura: «Ni nos vencieron, ni nos domesticaron». Y de algún modo los hechos lo confirman, puesto que allí estaban en el Congreso, decidiendo conforme a sus intereses que sea Pedro Sánchez quien ocupe la presidencia del gobierno.
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A fin de cuenta que Bildu se manifieste a favor de los presos de ETA no arrepentidos es lo que ha hecho siempre. Para confirmar si Bildu se normaliza o no, tal vez podría aportar Cerdán la declaración de algún dirigente significativo de Bildu indicando que los presos de ETA están justamente encarcelados, que son culpables de los crímenes que se les imputan, que sus delitos son inadmisibles y que no son presos políticos sino meros terroristas, aunque mataran en nombre de Euskal Herria.
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Por el contrario, si escuchamos a los portavoces de la izquierda abertzale, lo que es escuchamos decir es que es el PSOE el que dicen que está dando pasos hacia la normalización democrática. Que aún no se fían mucho pero que tienen grandes esperanzas en Pedro Sánchez y que está avanzando en la dirección adecuada. La dirección adecuada, por supuesto, son los postulados de Bildu. No perdamos de vista que, para la izquierda abertzale, los demócratas son ellos y los que tienen que normalizarse son los demás.
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Desde luego una de las consecuencias del triunfo del cerdanismo en el seno del PSOE es que de un día para otro han desaparecido los ultranacionalistas y la extrema izquierda. ¿Queda alguien a la extrema izquierda al que excluya el PSOE de sus acuerdos? ¿Hay alguien lo bastante extremista a la izquierda como para que el PSOE de Cerdán se cuestione contar con su apoyo? ¿Aunque sea chavista? ¿Aunque apoye la dictadura cubana o la URSS? Lo que ha sucedido no es que los extremistas se han normalizado, sino que el PSOE los ha integrado en el gobierno. El único cambio es que, ahora que son socios y apoyos del PSOE, el PSOE y sus satélites, incluyendo los medios públicos, han empezado a blanquearlos. Ahora son todos sensatos y moderados.
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Un comentario
¿Y qué hace TVE normalizando a «intelectuales» tan prestigiosos como este personaje?
Se ve que ahora, después de llevar el botijo a Snchz, aspira a llevárselo también a Otegui. Desde luego, como tonto útil no tiene precio el de Milagro, no me extraña que esté tan bien pagado.