Hay que reconocer una vez más un cierto mérito al PSOE por su capacidad de manejar el mensaje y la comunicación. Por un lado nos programa la investidura para los últimos días de la Navidad y Reyes. Por otra parte nos chuta de golpe todo su programa electoral con Podemos y el acuerdo con la Esquerra. Son tantos los temas que la crítica se hace casi imposible por inabarcable. Todo el mundo que sabe algo de comunicación es consciente de que el público sólo puede abrazar intensamente uno o dos mensajes al mismo tiempo. Abarcar con intensidad 14 temas al mismo tiempo es casi por definición imposible. Si te focalizas en 1 ó 2 asuntos das por perdidos 13 o 14 asuntos que por otro lado no son cuestiones menores. El PSOE sabe por tanto perfectamente lo que se hace al hacer todo de golpe y hacerlo en plenas Navidades y en medio de la somnolencia de las comilonas correspondientes. Las prisas de Sánchez están más que justificadas.
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Decíamos que los acuerdos entre socialistas, comunistas y separatistas ya nos están restando libertad y nos quedamos cortos ante la alarma social que esto debería generar. ¿Alguien sabe algo del Parlamento en este país desde hace meses? Tenemos un gobierno que manda por decreto sin oposición parlamentaria y sin control del Congreso. No hay ruedas de prensa. Si el presidente o sus voceros comparecen no hay preguntas. El control mediático se limita a los pocos medios críticos. La mayoría mediática no se dedica al control del gobierno sino al aplastamiento de la oposición. Esta es la parte buena, lo que viene es peor aún.
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¿Qué es lo que el PSOE ha pactado con ERC para hacer presidente a Pedro Sánchez? Para empezar las negociaciones y los pactos son secretos. Todo se ha hecho a la sombra en vez de a la luz y en el Parlamento, como se supone que se hacen las cosas en las democracias. Lo que ha trascendido de los acuerdos, sin embargo, necesariamente nos recuerda mucho a los famosos Pactos de Loyola, cuando Zapatero negociaba con la ETA. Todo lo malo de entonces reaparece multiplicado ahora y lo hace con cierta lógica. Sería ilógico que el precio que el PSOE ha pactado con ERC sea inferior al que el PSOE pactó con la ETA. Todo lo que el PSOE estuvo dispuesto a bajar el listón en Loyola sería absurdo pensar que no estuviera dispuesto a bajarlo ahora. Por eso interesa bastante recordar todo lo que el PSOE pactó con la ETA en Loyola. Seguro que escuchan lo que se va filtrando del pacto con ERC y la música les suena. También les puede sonar bastante a Venezuela.
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Para empezar e incidiendo en la idea de que perdemos libertad y democracia a marchas forzadas, el Congreso de los Diputados incluso tras la investidura (en realidad a causa de ella) pasa a ser una figura poco más que decorativa. En el nuevo escenario las cosas no se hablan ni se deciden en el Parlamento sino en «mesas» de negociación en las que no hay publicidad y tampoco están presentes todos los representantes de los españoles. Como en Loyola. La realidad es que la democracia es un estorbo en el momento en que ni el PSOE ni Podemos tienen mayoría absoluta en el Congreso ni ERC la tiene tampoco en el Parlamento de Cataluña. Pero no pasa nada porque las cosas pasan a negociarse en una mesa en la que sólo están el PSOE y la ERC, acaso con algún relator o adepto añadido. El resultado electoral es ignorado y las cámaras de representación legales vaciadas de sus funciones y sustituidas por unos órganos creados a pachas entre Sánchez, Iglesias y Junqueras. Lo mismo que en Loyola con ETA.
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Pasando de las formas de los Pactos de Loyola a sus contenidos, interesa recordar que, por ejemplo, el PSOE realizó en aquellas capitulaciones un reconocimiento explícito de la nación vasca:
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“El acuerdo resultante reconocerá la identidad nacional del Pueblo Vasco. Dicho reconocimiento recoge así el sentimiento de pertenencia a una nación ampliamente compartido en la sociedad vasca».
«Reconociendo que los partidos mantenemos diferencias sustanciales en torno a la presente y futura configuración del Pueblo Vasco, aceptamos que existe una realidad conformada por vínculos sociales, lingüísticos, históricos, económicos y culturales llamada Euskal Herria que se constata en los territorios de Araba, Nafarroa, Bizkaia y Gipuzkoa en el Estado español, y Lapurdi, Zuberoa y Baxe Nafarroa en el Estado francés”.
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Si todo lo anterior el PSOE lo aceptó respecto a la CAV, ¿cómo no lo va aceptar ahora respecto a Cataluña? ¿Cómo va a poner el límite de lo aceptable por debajo de un límite de lo aceptable que ya ha marcado en el pasado?
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Los Pactos de Loyola incluían más o menos arteramente un reconocimiento del famoso “derecho a decidir” y una consulta popular como el referéndum legal que exige la Esquerra. El Parlamento se convierte en un mero instrumento de refrendo de lo que se pacta en la sombra al margen del Parlamento. No es tampoco la ley la que marca los límites de la negociación, sino la negociación la que marca los límites de la ley.
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“Nos comprometemos a defender que las decisiones que sobre su futuro político adopte libre y democráticamente la ciudadanía vasca sean respetadas por las instituciones del Estado”.
“Así, los acuerdos que se alcancen fruto del diálogo político se trasladarán a las instituciones competentes para su desarrollo e incorporación al ordenamiento jurídico. En última instancia, tras los procesos de negociación, pacto y tramitación en las instituciones competentes, los acuerdos serán sometidos a la decisión de la ciudadanía a través de referéndum”.
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El antecedente de los Pactos de Loyola y la negociación con la ETA nos ilustra sobre todo lo que podemos esperar ahora de los pactos de Pedro Sánchez con el separatismo golpista catalán. El PSOE para mantenerse en el poder aceptará todo lo que le exija el separatismo, sin más límite que el lenguaje a la hora de llamar a las cosas por su nombre. Se establecerá un cordón sanitario de hierro sobre la oposición. Todo el que cuestione el proceso será un enemigo de la paz, un enemigo del diálogo y un enemigo de la convivencia. Todos los medios que abrumadoramente controlan la izquierda a escala nacional y los nacionalismos en sus ámbitos respectivos repetirán este mensaje constantemente hasta aplastar cualquier oposición. Ojalá nos equivoquemos y lo que vaya pasando se separe mucho de este guión.
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2 respuestas
Pues aún así tenemos alguien por aquí cerca afirmando que “la presidencia del PSN es buena para Navarra por una razón (aunque haya muchas más): porque el nacionalismo se cuece en su jugo participando con un partido que detestan”. Claro que no especifica qué entiende él como bueno para Navarra (aparte del discutible sabor del marmitako «en su jugo»); sería bueno que lo aclarara.
uffff….., tiene COJ….. ones que un PARTIDO RESIDUAL como es la SUCURSAL del PNV (Partido Nacionalista Vardulo) en nuestro MILENARIO REYNO DE NAVARRA sea DECISIVO para COGER LAS BRA… gas de TXIBITE y hacerse ver en el resto de ESPAÑA ufffff…, Esparza también podría entregar sus CALZ…. oncillos a la SUCURSAL del PNV (Partido Nacionalista Vardulo) para GOBERNAR en nuestro MILENARIO REYNO DE NAVARRA, pero Esparza tiene la CATEGORIA de NO entregar sus CALZ… oncillos a la SUCURSAL del PNV en nuestro MILENARIO REYNO DE NAVARRA para poder GOBERNAR, esa es la GRAN DIFERENCIA entre ESPARZA y TXIBITE, que mientras una entrega SUS BRA…. gas a quien sea, por un SILLON, Esparza TIENE MAS CATEGORIA y PUDOR si es que hay que dar sus CALZ…. oncillos, vamos que está claro visto lo visto la GRAN DIFERENCIA que tenemos en nuestro MILENARIO REYNO DE NAVARRA entre Esparza (arrasando en las elecciones) y Txibite como SEGUNDONA en las elecciones y bajandose las BRAG… as ante SUCURSALES RESIDUALES en nuestro MILENARIO REYNO DE NAVARRA y CON SEDES CENTRALES en el norte del Reyno de Castilla (cuna de Vardulos, Caristios y Autrigones), vamos que blanco y en botella leche, y si es de Ultzama mejor todavía.