A veces resulta interesante ver las cosas desde el punto de vista opuesto. Desde el punto de vista más habitual, el PSOE (y el PSN) están llevando a cabo una labor de normalización y blanqueamiento de Bildu. Ya son un interlocutor más. Ya se negocian abiertamente con ellos las investiduras y los presupuestos. No hay sonrisas en las fotos pero hay fotos. De hecho casi sería mejor que hubiera sonrisas. Habría más verdad en la sonrisa que en la seriedad impostada. Si te estás reuniendo con Bildu para decidir sobre las cosas de comer no hagas mohínes: apechuga y sonríe, Bildu te da lo que quieres. Tú también le das a Bildu lo que quiere, claro, para empezar esa normalización, esa homologación y ese blanqueamiento.
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Existe otra forma, sin embargo, de ver las cosas. De hecho es la forma en que Bildu o la extrema izquierda comunista contemplan este acercamiento entre el PSOE y Bildu. Siguiendo sus medios y sus cuentas resulta llamativo que su visión de la normalización y el blanqueamiento es justo la inversa.
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Es decir, para ellos no es Bildu quien se blanquea, puesto que Bildu es maravilloso y no tiene que blanquearse de nada: es el PSOE quien está blanqueándose y dando pasos para poder aspirar a ser normalizado por parte de Bildu y la izquierda podemita más ultra. El PSOE de los GAL y la cal viva, el PSOE de la Ley de Partidos, o el PSOE que podía llegar a acuerdos con el PP o UPN está dando lugar a un nuevo PSOE con el que se puede hablar. Un PSOE que al fin empieza a aceptar los planteamientos de las formaciones auténticamente izquierdistas y progresistas. Es el PSOE que estaba manchado de sangre y de vergüenza el que últimamente empieza a dar pasos para poder ser homologado como un verdadero partido de izquierdas. Por supuesto todavía no se ha ganado ese título y no se encuentra en situación de pasar totalmente las pruebas de pureza de Bildu o la extrema izquierda, pero va por el buen camino. Lo más prometedor es que el PSOE parece un alumno sumiso y disciplinado. Con el tiempo podría merecer un blanqueamiento más reconocido aunque conviene siempre a los que se blanquean no terminar nunca de darles el título, para así poder tener un elemento de control sobre ellos.
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Podríamos por tanto estar muy equivocados cuando creemos que el PSOE está blanqueando a Bildu, o la Esquerra o a cualquier otro. O por lo menos existe otra perspectiva acaso no menos válida y según este punto de vista es el PSOE quien se está blanqueando. De hecho, a favor de esta perspectiva, efectivamente parece que es el PSOE el que adopta la actitud sumisa del que quiere ser aceptado en el club de los homologados y no a la inversa. El PSOE es un partido progresista pero no muy progresista, casi no progresista, que debe hacer muchas cosas para merecer ser aceptado en la última fila de los partidos realmente progresistas. El problema, sin embargo, no es que indiscutiblemente la izquierda abertzale o la extrema izquierda tienen este punto de vista, sino que gran parte de los socialistas y de la militancia socialista también viven con ese complejo y con esa necesidad de homologación de los más radicales.
2 respuestas
Es que hay que entender que Zapatero creyó que conseguiría el Nobel de la Paz si pactaba el cese de los asesinatos etarras.
En relación con este artículo, sería oportuno conocer el punto de vista del compañero Obabatarra, que parece muy versado en los temas relacionados con el PSN-PSOE y sus marmitakos.