No se puede criticar la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, aprobada en el año 2004 gobernando Zapatero, por cierto con la unanimidad del Parlamento. De alguna manera se nos vende constantemente que hasta el año 2004 las mujeres eran masacradas impunemente. Que hasta que llegó el PSOE en el poder en el año 2004 a nadie le preocupaba que mataran mujeres. Que gracias a la Ley de ZP el número de mujeres asesinadas se redujo drásticamente. Que por consiguiente cuestionar en lo más mínimo esta Ley supone querer volver a los tiempos en que matar mujeres era causa de celebración y a que el número de mujeres asesinadas vuelva a aumentar de forma increíble. Aún exponiéndonos al anatema del sistema, ¿son ciertas estas premisas?
X
La verdad es que simplemente acudiendo a las cifras oficiales del INE (que retroceden hasta 1999) todo el discurso anterior parece bastante carente de fundamento. Por ejemplo, si atendemos a la cifra de mujeres asesinadas por año, nos encontramos con que estamos ahora a los mismos niveles de asesinatos que antes de aprobar la Ley en el año 2004. También puede observarse cómo el número de muertes se mantiene constante durante varios años tras aprobarse la ley sin que se observe ningún descenso. Si alguien observara esta gráfica sin saber nada de política no deduciría ni que ha pasado nada excepcional en 2004 ni que en 2017 se haya llegado a una situación muy diferente de la que había en 1999.
x
x
Otra gráfica interesante que podemos encontrar en la web del INE es la que muestra la evolución del número de muertes violentas (homicidios y asesinatos) en general, incluyendo hombres y mujeres por todos los conceptos. Aquí sí que observamos un descenso pronunciado desde el año 1999 y la pregunta entonces es por qué este descenso no se traduce también en un descenso del número de mujeres asesinadas. Es decir, en medio de una tendencia general a la bajada del número de muertes violentas, y habiéndose aprobado una Ley que nos dicen que no se puede cuestionar porque está teniendo unos resultados maravillosos, ¿por qué sin embargo la bajada general de las muertes no se refleja especialmente en el número de mujeres asesinadas?
X
x
Por último el INE revela otra evidencia muy políticamente incorrecta, como es la correlación entre inmigración y violencia “de género”. Un tercio de las asesinadas en 2017 fueron extranjeras, cuando la población femenina extranjera en el conjunto de la población sólo ronda el 10%.
x
x
La moraleja de todo esto es que nos habían prometido acabar con la violencia sobre las mujeres si abrazábamos ciegamente una serie de postulados pregonados por la ideología de género y si repartíamos un montón de dinero a las asociaciones de mujeres adecuadas. Ahora vemos que el número de mujeres asesinadas, con sus picos y sus valles, dentro de una tendencia general al descenso de muertes por delitos violentos, viene a ser el mismo que antes de abrazar la violencia de género y antes de repartir el dinero, pero nos dicen que a pesar de eso tenemos que abrazar los postulados de la ideología de género aún con más fuerza y por supuesto repartir mucho más dinero. Casi no nos atrevemos a hacer la pregunta pero, ¿se trataba realmente de reducir el número de mujeres asesinadas o de que abrazáramos la ideología de género y soltáramos más dinero a las asociaciones de mujeres adecuadas?
X
Hacerse estas preguntas no exigiría en una sociedad normal tener que añadir ninguna otra aclaración, pero como no vivimos en una sociedad normal precisamos aclarar que no es que estemos tan en contra de la violencia hacia las mujeres como la izquierda y las feministas, sino quizá más. Y que no es que estemos tan a favor como la izquierda, sino quizá más, de prestar apoyo de todo tipo, por supuesto también económico, a las mujeres que realmente lo necesiten. Y no sólo a las mujeres, sino en su caso a hombres, niños o personas mayores. Y que por supuesto no es que estemos tan a favor como la izquierda de castigar a quienes matan o violan mujeres, sino de hecho seguro que bastante más.
X