Si para acabar con el franquismo hubiéramos tenido que esperar a Pedro Sánchez o Pablo Iglesias, estábamos apañados. Esta es más o menos la idea a la que mucha gente pudo llegar ayer, un día “histórico”, no porque Franco muriera o porque hubiera un cambio de régimen, sino por algo tan absurdo como mover un cadáver de un sitio a otro.
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En un día como ayer una de las evidencias a recalcar, porque vivimos en una época en que resulta preciso recalcar constantemente lo evidente, es que Franco murió en la cama. O dicho de otro modo, aquí hubo una transición democrática con elecciones, libertad de reunión y asociación, libertad de expresión y todos los caracteres propios de un estado de derecho avanzado porque así lo decidieron los dirigentes del régimen franquista. Si hubieran querido otra cosa, el régimen franquista podría haber durado muchos años más. Podría haber llegado hasta nuestros días. Si hubiera que haber esperado a que el franquismo fuera derrocado por la izquierda, podíamos haber esperado sentados. Afortunadamente fue gente del propio régimen quien voluntariamente eligió convertir España en una democracia. Franco murió en la cama porque la derecha tenía los tanques y porque la izquierda carecía ni remotamente de la fuerza necesaria para derrocar por sí misma el régimen.
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Que la derecha voluntariamente, pudiendo haber mantenido un régimen autoritario, decidiera sin embargo convertirlo en una democracia, dice mucho de la derecha y de su estima por la convivencia y la libertad. Ya antes de 1936, si la izquierda no se hubiera dedicado a negarse a reconocer los resultados electorales cuando no le favorecían, como en 1933, o a quemar iglesias, o a que los guardaespaldas de sus líderes asesinaran a los líderes de la oposición, es más que probable que nunca hubiera existido ningún alzamiento. En todo caso está claro que la derecha tenía una clara convicción democrática en 1975, que no quería ser como Chile sino como Alemania, Francia, Gran Bretaña o los Estados Unidos. Otros en aquel momento no sólo es que no tuvieran empuje ni coraje para evitar que Franco muriera en la cama, es que además querían ser como Cuba o Bulgaria. 44 años después algunos tampoco es que se hayan movido de aquello demasiado.
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La derecha de hecho no ya es que muerto Franco eligiera que España se convirtiera en un estado con elecciones libres y todas los caracteres de una democracia, sino que se pasó de frenada en al menos un par de apartados. El primero de ellos que casi renunció a sus propios valores e ideales a la hora de redactar la Constitución, haciendo concesiones que iban mucho más allá de lo razonable y lo justo. Teniendo todo el poder, la derecha consensuó en 1978 una Constitución que podríamos calificar como progresista. La Constitución del 78 se encuentra plagada de concesiones excesivas no ya a la izquierda, sino al nacionalismo catalán o vasco. El segundo apartado en el que la derecha se pasó de frenada fue precisamente en el de la memoria histórica. Puesto que la izquierda no había podido ofrecer con libertad su punto de vista durante 35 años, la derecha decidió no rebatir nada que dijera la izquierda sobre el pasado durante al menos otros 35, dejando totalmente a merced de la izquierda el terreno de la memoria sin siquiera dar la batalla. El resultado es que casi nadie conoce lo que la izquierda realmente practicaba y hasta predicaba abiertamente en 1936, que no era precisamente la libertad, el respeto y la democracia.
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Aún tiene una parte de la izquierda el valor de pretender que el régimen actual no es un libre ni democrático y que, como Franco murió en la cama (pues haberlo evitado vosotros), todo esto es una componenda lampedusiana para que todo siguiera igual bajo la apariencia de que se cambiaban algunas cosas, lo cual es tan absurdo como pretender que si España es un estado autonómico y los nacionalistas gobiernan en la CAV y Cataluña es por una imposición del Ejército. Por contra, a nuestro alrededor las constituciones de nuestros vecinos establecen la cadena perpetua para los criminales, la ilegalización con matices de los partidos separatistas y comunistas, o la oficialidad exclusiva de la lengua común en todo el país. Por no mencionar las que tienen carácter confesional.
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Otro de los discursos recurrentes de la izquierda es el de la impunidad de los altos cargos franquistas. Obviamente esa impunidad no hubiera existido si la izquierda hubiera podido acabar con el franquismo por la fuerza. Pero vista la realidad los altos cargos del franquismo hubieran quedado igual de impunes si hubiera que haber esperado a que la izquierda derrocara por la fuerza al régimen franquista. Lógicamente si se propone una transición voluntaria o eliges seguir con la dictadura o aceptas una amnistía, amnistía que por otra parte tuvo dos orillas. Más curiosa resulta la impunidad de los jerarcas del comunismo en media Europa respecto a la cual, por supuesto, la izquierda española no dice palabra.
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Acaso por todo lo anterior, la izquierda española vive en una lucha épica imaginaria contra el franquismo a la que llega con 45 años de retraso y cuando no implica riesgo ninguno. Una vez más se trata de un mecanismo compensatorio con dos hechos que prácticamente son un tabú y han sido desterrados del debate político. El primer tabú es que los socialistas y comunistas en 1936 eran tan poco demócratas como los franquistas y el segundo que la izquierda fue incapaz de derrocar al franquismo, por lo que la democracia vino de la mano de la derecha. Realmente la izquierda ha contribuido más bien poco a la democracia, por lo que tiene una clara tendencia compensatoria al aspaviento y a la reconstrucción del pasado para que se parezca a lo que la izquierda hubiera deseado que fuera. La memoria histórica es por otra parte un terreno en el que la izquierda se encuentra muy cómoda en período electoral, dado que casi nadie le rebate nada en ese campo desde hace décadas. Si además desenterrar a Franco evita hablar del paro o de la crisis catalana, lo raro sería que Pedro Sánchez se dedicara a otra cosa.
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5 respuestas
-Franco murió en la cama
-el franquismo sociológico aceptó la democracia
-el franquismo pilitico se suicidò
Yo añadiría otro título a este artículo.
¿Qué complejos de la derecha (me refiero al PP, sí, ya sé que da risa) explican su sumisión a la memoria histórica del PSOE?
Pues ya verán como dentro de poco, aparece en los libros de texto que el quijote Pedro Snchz fue el que acabó con el franquismo con la colaboración decisiva de su escudero, el mozo de espadas S. Cerdán, que mató de risa al dictador.
Aunque no era partidario de la democracia, Franco la respetó hasta el límite porque él consideraba que ese era su deber.
Franco no dio un golpe de estado por ambición de poder personal. Quien dio el golpe fue Mola, en vista de la situación revolucionaria -estalinista creada por la izquierda.
Como si no hubiera existido la transición, efectivamente en exceso generosa por parte de los franquistas. (Fraga, Suárez…) ahora Sánchez quiere la revancha del 36.(aquella guerra que contra todo pronóstico perdieron los rojos) y restablecer el régimen de tiranía contra el centro y la derecha, contra el catolicismo y la unidad española. Este es su programa, lo más opuesto a la democracia.
En realidad Francisco Franco fue tan autor de golpe de estado contra el gobierno del Frente Popular como Emilio Mola. Este era el “ director “ del alzamiento militar que contaba con varios generales y jefes comprometidos ( Queipo, Varela ,Sanjurjo,Cabanellas , Saliquet, Goded, Fanjul, etc) . José Sanjurjo era teóricamente el jefe del mismo, falleció el 20 de julio en Estoril, estaba exiliado en Portugal, cuando su avión que despegaba para trasladarlo a España y tomar las riendas de la sublevación, tuvo un accidente. El general Franco uno de los generales que se alzaron . La Junta de Defensa nacional, presidída por el general Cabanellas, le nombra el 24 de julio jefe del Ejército en el Protectorado ( el más efectivo ) y del Sur de España( solo dominaban en esa fecha las capitales que cito y porciones de territorio en Cádiz,Sevilla,Córdoba y Granada) mientras Mola fue nombrado del Norte de España . La decisión de Franco de sumarse al alzamiento militar programado, fue según muchos tardía en Julio de 1936 ( recuérdese además su anterior carta a Casares Quiroga) Se sublevó en las Canarias y luego marchó en avión, el Dragon Rapide ,a hacerse cargo el ejercito de Marruecos ya sublevado con éxito.
Lo que es claro que la memoria histórica es una media verdad, y como las medias verdades deviene incierta, es una de las muchas falacias.
Y termino , con independencia de todo lo anterior, la unidad de España es innegociable. Quítense de la mente los secesionistas y sus compañeros de viaje que los españoles de cualquier tendencia , salvo las excepciones que ya sabemos, van a permitir sin usar todos los medios legales, que nuestra España se suicide, o que se puede desgajar una parte del territorio nacional con declaraciones de independencia, manifestaciones, y desobediencia, o creer que es una imposición des la transición . Si piensan los secesionistas que nuestra España es un caso parangonable al de la extinta República Federal Socialista de Yugoslavia ( en su principio Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos) y que caben hasta vías eslovenas o de otra índole , la postergación por los siglos de la lengua común , están equivocados.