La ideología de género lo explica todo o no explica nada. Es decir, si es ideología que no nos la vendan como ciencia. Si es ideología que no nos la impongan. Si hubiera un triángulo cuyos ángulos no sumaran 180 grados no tendríamos un principio geométrico. Por eso resulta chocante encontrarse en la prensa navarra noticias como esta, de una mujer que ayudada por otra intentó matar a su exnovia.
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Si un hombre mata a su novia es violencia de género. O sea, que la mata por ser mujer y por creer en la superioridad del hombre sobre la mujer. Pero entonces, ¿cómo se explica que una mujer mate a su novia? ¿O resulta que una mujer sí puede matar a su novia sin necesidad de una teoría de la opresión? ¿Y por qué no puede hacerlo también un hombre? Y si puede, ¿entonces hay hombres que matan a sus parejas femeninas sin que sea violencia de género? Si los homosexuales se pueden matar entre sí cuando están en pareja, ¿qué tiene que ver entonces el género para explicar la violencia? ¿Cómo explica un niño al que le estén inoculando SKOLAE esta noticia?
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Claro, un niño avispado y debidamente adoctrinado podría decir que la mujer intenta matar a su novia porque aunque sea mujer asume un rol masculino dentro de la pareja. Pero esto no deja de ser una petición de principio o argumento circular, uno de los recursos progres favoritos. Es decir, que los hombres matan a las mujeres por machismo deja de ser la conclusión para convertirse en la premisa de la teoría. Deja de ser la cosa a demostrar para convertirse en la prueba de la demostración. Es como si alguien sostiene que los progres no mienten y, cuando se le pilla a un progre mintiendo, alega que entonces no sería progre. Lo dicho, una petición de principio, un argumento circular y por tanto falso.
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En realidad es un poco como si cada vez que un blanco mata a un negro lo consideramos violencia racista, y de repente un negro mata a otro negro, pero no podemos aceptar que se pueda matar a un negro por otro motivo que por racismo, y que un blanco podía haber matado a ese negro por el mismo motivo que otro negro. Que no, niño, que no lo ha matado por estar asumiendo el rol de un maldito blanco, sino porque le miró mal, porque no le pasaba el mando de la tele, porque se fumó su porro, como si la gente muy loca no se matara a veces por motivos insignificantes, como si hubiera motivos razonables para matar a la gente.
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Obviamente es un hecho que hay más hombres que matan a mujeres que mujeres que matan a hombres, pero es que en general todos los delitos violentos los cometen muy mayoritariamente los hombres, tengan o no como víctima a una mujer. Es decir, la mayoría de los asesinos (y de los asesinados) son hombres. La mayoría de los atracadores son hombres. La mayoría de los terroristas son hombres. ¿Es por la educación? Si educáramos igual a los hombres y las mujeres, ¿habría los mismos delitos violentos cometidos por cada género? Seguro que no. De hecho nos encontramos con que hay machos que agreden a las hembras en otras especies, con la excepción de por ejemplo las especies en las que las hembras son más grandes que los machos. La agresividad de cada sexo seguramente tiene mucho más que ver con la biología que con la educación.
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De entrada los hombres no han sido educados nunca, desde luego no en tiempos y lugares civilizados, en que está bien matar mujeres. Más bien todo lo contrario. Al menos hasta ahora. Las mujeres y los niños primero. Sólo los hombres van al frente. Reproductivamente tiene más valor una mujer que un hombre. Si un hombre mata o pega a una mujer en España, por consiguiente, es más bien pese a toda la educación tradicional que ha recibido. Lo que sucede es que hay gente que mata o roba pese a la educación recibida. No nos creamos por tanto que, siendo importante, todo es educación como pretende la ideología de género. De todos modos, dividiendo la cifra de mujeres asesinadas al año por la cantidad de hombres en España, nos sale algo así como que sólo el 0,000002 de los hombres mataron el año pasado a una mujer. Es decir, de cada 500.000 hombres sólo 1 mató el año pasado a una mujer.
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En una localidad donde vivieran 5.000 hombres podría pasar un siglo sin que un hombre matara a ninguna mujer. No exageremos por tanto los instintos homicidas de los hombres hacia las mujeres. Es mucho más probable que una mujer sea atropellada por un coche de color blanco a que sea asesinada por un hombre. El 80% de las víctimas de accidentes de tráfico, además, son hombres. Salvaríamos la vida a muchas más mujeres enseñando a conducir mejor a los hombres que convenciéndoles de que entre tener pilila y ser hombre no hay ningún tipo de relación. Ser hombre, por otro lado, en general es más peligroso que ser mujer. En Navarra, por ejemplo, en los últimos 25 años la cifra de mujeres muertas violentamente arroja una media de una al año, frente a casi tres hombres fallecidos por muerte violenta al año. No se cambie usted de sexo por miedo a ser asesinada. Objetivamente está 3 veces más justificado el terror a morir asesinado en un hombre que en una mujer. Pero en ninguno de los dos casos está muy justificado ni nos vamos cruzando con asesinos continuamente, ya que al año sólo mueren en España asesinadas 1 persona de cada 150.000.
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