PSN y Bildu se dan un baño mutuo de realidad

Al final Navarra Suma se ha hecho con la alcaldía de Pamplona, en realidad ha conseguido las principales alcaldías de la comunidad foral. El caso de Pamplona ha sido paradigmático porque puede prefigurar la resolución de la conformación del gobierno foral, o como poco puede ayudar a vislumbrar la problemática para conformar un gobierno foral, particularmente desde las premisas del PSN y también desde las premisas del cuatripartito. Ni socialistas ni cuatripartito parecen aún haber sido capaces de realizar la lectura realista del resultado electoral y, como suele decirse, puede ignorarse la realidad, pero no las consecuencias de ignorar la realidad. PSN y Bildu, los unos por los otros y los otros por los unos, acaban de darse mutuamente su primer baño de realidad.

Por un lado, el PSN se ha dado cuenta, o debería estar dándose cuenta a estas alturas, de que no puede gobernar nada con un 20% de los votos. Obviamente se puede gobernar no teniendo mayoría, siempre que uno la reúna a base de acuerdos y sumas. Lo que uno no puede hacer estando en minoría es vetar a todos aquellos con los que podría conformar una mayoría. Tampoco puede uno pretender gobernar sin tener los diputados o concejales suficientes con su propio programa, sin negociar pactos ni hacer concesiones.

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Por otra parte, no es menos cierto que Bildu le ha dado la alcaldía de Pamplona a Enrique maya. Por irreal que fuera la postura del PSN, Bildu estuvo el sábado en la tesitura de nombrar a una alcaldesa socialista o un alcalde de Navarra Suma, y eligió que hubiera una alcaldía de Navarra suma.

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Cabe señalar también que Geroa Bai votó por Asirón y no por Esporrín, lo que evidencia que la formación de Uxue Barcos tampoco ha sabido entender el resultado electoral aún. El cuatripartito está muerto (que alguien se lo diga) y las alternativas son o un gobierno del PSN o uno de Navarra Suma, o repetición electoral. Ya puestos, lo lógico en Pamplona para formar una alcaldía de progreso hubiera sido que Bildu y PSN apoyarán a la candidata de Geroa Bai, que era la única que en principio tiene un puente con el PSN y otro con Bildu.

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Al parecer, el cuatripartito no se ha enterado aún de que ha sufrido un monumental varapalo electoral, que se ha quedado muy lejos de poder formar por si mismo cualquier mayoría, que quienes tienen ahora una amplia mayoría son las formaciones que la legislatura pasada han estado en la oposición al cuatripartito, y que hasta el PSN entrevé que tendrá que pagar un elevado precio electoral si utiliza sus votos para simplemente reeditar el mandarinato abertzale cambiado meramente por Chivite el figurón de proa de Uxue Barcos.

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Una de las consecuencias de PSN y Bildu de no haber sabido interpretar correctamente el resultado electoral es que ahora se enfrentan a la sesión de investidura de Chivite en la situación de que Bildu, además de seguir marcada como apestada, y además de seguir pidiéndosele un apoyo a cambio de nada, ahora encima se le pide todo eso después de haberle quitado (o eso entiende Bildu) la alcaldía de Pamplona, la joya de su corona.

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Los problemas para formar alcaldías o los que se anticipan a la investidura resulta preciso subrayar que, por si fuera poco, se refieren solo a la mera toma de posesión del cargo. ¿Cómo empezar a gobernar el día siguiente y todos los demás días? En esto el baño de realidad se lo tiene que llevar el PSN. Nombrar un alcalde o un presidente casi podría decirse que es la parte llana del camino, que los problemas vienen luego. Si ya la parte llana revela una mala lectura del resultado electoral, el resultado de esa mala lectura más allá de las investiduras puede ser catastrófico.

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¿Le queda claro ahora al PSN que todo dependía de Bildu?

Para concluir, ya que al PSN le están calificando de traidor sus supuestos camaradas de progreso, a lo mejor lo suyo es que se liberen abiertamente de la necesidad de tener que andar haciendo siempre lo que les marcan los nacionalistas para que no les llamen traidores, que además les acabarán llamando traidores siempre. Por no mencionar que con el centro derecha se puede pactar o no, pero se pacte o no se pacte uno no tiene que salir huyendo por la puerta trasera de las instituciones, protegido por los escoltas de las hordas del centro derecha, como hay que salir huyendo de las hordas abertzales. La moraleja cuando uno huye o ve huir a los suyos de esas hordas es que con cierto tipo de partidos y sus seguidores ni se puede ir de la mano ni se puede depender por pasiva de ellos. Esa sí sería una lectura productiva para el PSN y es que, como se ha visto en Pamplona, todo dependía de Bildu. No se puede poner en marcha un gobierno en el que todo dependa del capricho de Bildu y casi es mejor que Bildu lo deje claro en la investidura a que lo haga iniciado el mandato. Chivite que observe lo sucedido en Pamplona y que tome nota.

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