Podía leerse ayer en navarra.com la noticia de que la Comisión Permanente del Parlamento de Navarra estudiará hoy aprobar la solicitud de Navarra TV para realizar un debate electoral con los candidatos (algunos) a la presidencia en el hemiciclo de la cámara foral. El debate tendría lugar el 22 de mayo y “está previsto que cuente con todos los partidos con representación durante esta legislatura en el Parlamento foral y sus actuales cabezas de lista: UPN, Geroa Bai, Bildu, Podemos, PSN e Izquierda-Ezkerra”.
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O sea, que no estará VOX.
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A lo mejor es que VOX no ha querido ir, pero si la información es exacta, aparte de no mencionarse ninguna negativa de VOX, el criterio para las invitaciones habría sido que sólo estuvieran presentes los partidos que ya tienen representación.
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Esto resulta un poco llamativo porque, revisando la hemeroteca, nos encontramos en Diario de Navarra con que en mayo de 2015, también en el Parlamento de Navarra, también organizado por Navarra TV, participaron sin embargo los candidatos de todos los principales partidos, incluyendo Podemos (que aún no tenía representación) y Ciudadanos (que ni la tenía, ni la consiguió tras las elecciones).
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Da la impresión por tanto de que todo es lo mismo salvo el criterio para invitar a los candidatos, y que la única circunstancia que coincide con ese cambio de criterio es la presencia de VOX.
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Juzgue cada cual esta omisión de la manera que estime oportuna y si le parece justa, o limpia, o democrática, pero la omisión está ahí y es difícil dejar de señalarla. Es decir, a veces parece que el peligro para la libertad de expresión y la democracia, no se sabe muy bien por qué, es VOX, pero en realidad, a la vista de los hechos, a lo mejor el peligro para la libertad, el pluralismo y la democracia son algunos de los que señalan como un peligro a VOX. Y ése es uno de los principales atractivos de votar a VOX.
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